jueves, 29 de septiembre de 2022

ALIANZA NACIONAL FRENTE AL CARTEL POPULISTA COCALERO.

 


Ovidio Roca

 Existe mucha gente a la que le interesa vivir con tranquilidad y progresar haciendo uso de su creatividad y esfuerzo, y también otras que desean que alguien, un gobierno dadivoso, los mantenga y así puedan vivir sin mayores complicaciones.

El problema es que la segunda opción no es sostenible, pues el Estado no produce nada y para darte algo tiene que sacárselo del bolsillo a algún otro, por lo cual se genera inestabilidad e inviabilidad.

 Lo que la economía y la vida cotidiana han mostrado hasta ahora, es que toda iniciativa económica, todo emprendedurismo, necesita seguridad jurídica y previsibilidad para invertir su dinero, tiempo y esfuerzo.

Sin un ambiente de seguridad e institucionalidad sólida, el capital tanto monetario como humano huye, migra hacia donde les dan seguridad y garantías.

Para garantizar esta seguridad para las personas y las inversiones, las instituciones deben ser depuradas y fortalecidas pues son los mecanismos que administran los pactos y alianzas que se establecen para convivir en paz y trabajar.
Estos pactos están estipulados en normas y procedimientos que deben ser administrados por funcionarios idóneos y probos que cuiden y garanticen el correcto cumplimiento de los mismos.

 El populismo por su parte, destruye las instituciones, aprueba leyes para castigar a quienes se oponen, y designa jueces, fiscales, defensores del pueblo (del MAS), para que los persigan. No producen nada, pero gastan mucho.

 Existe una vasta experiencia internacional y nacional que muestra la opresión y miseria que causa el populismo, y eso debería enseñarnos el por qué no podemos continuar con los masistas y su base financiera, el narcotráfico cocalero.
Tenemos que entender que para avanzar como sociedad debemos hacerlo en conjunto y con la decisión de vivir en libertad y democracia. Sabemos lo que se nos viene si seguimos la ruta del populismo, pues solo tenemos que  observar lo que ocurre en los países que aplican la misma receta populista, como Cuba, Venezuela, Nicaragua y ver lo que está ocurriendo con sus poblaciones.

Podemos ver el drama de seis millones de venezolanos que huyeron de su país dejando atrás su familia y su vida y lo hacen escapando de la opresión y de la pobreza que genera el populismo. Ellos vagan por el mundo buscándose la vida, lejos de sus familias, de su país y esto es lo que con los masistas, definitivamente nos espera. Deberíamos hacer algo para no caer en esto, pues si no la hacemos pronto estaremos huyendo y de pordioseros por el mundo, gracias al populismo cocalero y los masistas.

Es urgente que la gente mire el escenario mundial y entienda la dura realidad que se avecina, y por su propia supervivencia y la de su familia se comprometa en un gran pacto nacional por la democracia. Es necesario que el sector democrático se ponga de acuerdo con los grandes objetivos nacionales y elabore un Plan de Gobierno claro y con unas diez o veinte políticas de Estado que lo hagan realidad.
Se contrata a un cocinero porque sabe cocinar y a un político porque sabe gobernar. Para dar mayor confianza en la gestión, se debería determinar y mostrar quién estará a cargo de cada Ministerio clave; ciudadanos con capacidad, idoneidad profesional y con ética y credibilidad, pues al final ellos serán los que con el Presidente tendrán la tarea de administrar el Estado.

Se requiere por tanto y desde ahora, concertar y armar una candidatura a la Presidencia, con un mensaje y propuesta clara que logre unir a la nación boliviana con el propósito de salir adelante con prosperidad, paz y armonía; unidos como ciudadanos iguales y no como pandillas o etnias.

 ovidioroca.wordpress.com

 

 

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