Ovidio Roca
“Para
que hacerlo fácil, si podemos hacerlo difícil. Mejor aún, para que hacerlo si
no nos conviene”. Pukymon.
En una sociedad desinstitucionalizada, la población no
cree en nada ni en nadie y acepta solo aquello que considera les es útil y
conveniente, tanto económica como políticamente. Esto lo vemos ahora cuando se
discute sobre el Censo, a realizarse algún día.
El Censo, al margen de la valiosa información que proporciona
para el diseño de políticas de infraestructura, económicas, sociales, etc. En
Bolivia también genera los datos para la redistribución, en base poblacional,
de los recursos públicos y también la asignación regional de los curules
parlamentarios.
En cuanto a los recursos públicos, por ahora y bajo el
Régimen Centralista estos recursos se distribuyen, el 20% para los nueve
Departamentos, el 5% para todas las Universidades y el 85% para el Gobierno
Central.
En un Régimen Federal, las regiones captan recursos en su circunscripción y
destinan una parte de su presupuesto al mantenimiento del Gobierno Central, en
un Estado reducido y con competencias limitadas.
El actual Padrón electoral inflado, no coincide con la
cantidad de pobladores en las distintas circunscripciones del país. Un censo
correcto confirmará, una vez más el fraude electoral del MAS, cuando el 2019
aumentaron la cantidad de población votante, especialmente en el área rural
para tener más votos y curules.
En la reunión de los funcionarios de INE con
autoridades cruceñas, indicaron que para realizar el Censo se requieren de
cinco años para su preparación. Una persona que sabe aritmética y lógica de escuela
primaria, diría:
Nuestras leyes establecen que el Censo nacional se debe realizar cada diez
años, por lo que debió realizarse este año 2022. Si ustedes sabían de esto, por
qué no empezaron a prepararse hace cinco años.
Como dato, la experiencia de otros países muestra que un equipo calificado con
la actual tecnología, programas informáticos y logística, puede prepararlo,
realizarlo e informarlo en menos de dos años.
Si el equipo del INE no tiene formación y capacidad de
hacerlo en el tiempo correcto, por lo menos deberían haber comenzado a prepararse
y trabajar hace cinco años, para
realizar el Censo de acuerdo a ley el 2022. Las Universidades ofrecieron su
apoyo técnico y de encuestadores, pero el Gobierno no quiere nadie imparcial e
idóneo en el relevamiento de la información.
La verdad es que el Censo, si se lo hace bien, no
conviene al Gobierno Central y a las regiones que han reducido su población,
por lo cual desean postergar el censo lo más lejano posible y mejor si no se lo
realiza.
Al que menos interesa su realización es al MAS porque se confirmara, una vez
más su fraude electoral y porque se evidenciará que las poblaciones andinas y
rurales donde cosecharon sus votos, tienen una reducida población que no
coincide con el Patrón Electoral por ellos inflado, con lo que pierden recursos
y curules en el legislativo.
El Censo es básicamente un instrumento que proporciona
una base de datos para mejorar la toma de decisiones en cuanto a que acciones e
inversiones realizar. Esto solo es posible cuando en las Instituciones
responsables de realizarlo, cuentan con autoridades y equipos técnicos con
formación, idoneidad y voluntad de hacerlo. Si esta situación no se da y se
sigue con el mismo tipo de autoridades y funcionarios públicos del Gobierno
Central, municipales y de las Gobernaciones, como las tenemos ahora, el Censo
es un gasto insulso, pues no se lo utilizara y será una plata tirada. Mejor
sería seguir haciendo canchitas de futbol para las Copas Evo. Jallalla Evo.
ovidioroca.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario