Ovidio Roca
“Le meto nomas y que arreglen los abogados”. Evo
Como producto de la desconfianza y nula capacidad de concertación, cada día y en algún lugar del país hay un bloqueo de calles, avenidas, carreteras, puentes, aeropuertos, edificios públicos, etc. Muchos de los bloqueadores no saben de qué se trata, pero saben a quién y cuanto cobrar.
Es conocido que con la confianza se reduce
el grado de incertidumbre, la cual es muy elevada en estas épocas. Sabemos también,
que mientras más desconfianza existe en un país, los gobiernos se dedican a elaborar
y aprobar infinidad de leyes y reglamentos impositivos, siempre para su interés
y conveniencia.
Por lo tanto recuperar la confianza de los ciudadanos, en los políticos y las
instituciones públicas es fundamental para retomar la senda de la estabilidad,
la democracia, el progreso y el bienestar para todos los bolivianos.
En consecuencia, la población para lograr
sus reivindicaciones (justas o interesadas), las que saben no podrá conseguir
por la vía del diálogo y la justicia, presionan al
gobierno con paros, huelgas de hambre y continuaos bloqueos que perjudican a todos.
Cuando las leyes no alcanzan o perjudican a sus intereses cocaleros, se las deroga y se aprueban otras. Por ejemplo, eliminar los dos tercios cuando perdieron los votos en el Parlamento.
Todo este proceso social y político de desconfianza y desinstitucionalización, es la esencia del populismo cocalero el cual para presentar un mejor imagen y posicionar a nivel internacional su exitoso “modelo social y económico”, maneja un discurso y una fraseología democrática buscando engatusar a la comunidad nacional e internacional, especialmente a esta última que no quiere complicarse la vida.
Para aparecer como demócratas en el ámbito internacional, muestran la
formalidad electoral, pero esconden su práctica electoral fraudulenta para
tomar el poder.
Acuden al discurso sobre el respeto a sus derechos humanos para proteger sus
fechorías y atacan a los contestatarios con leyes en manos de sus fiscales y jueces;
matizado con abundante palo contra toda opinión democrática. En consecuencia golpean,
secuestran y encarcelan a quien les molesta, pero de manera democrática.
Usando abundante fraseología legal, venden al exterior que ellos instauran correctos
procesos judiciales a los opositores. Así enmascaran sus criminales secuestros
y detenciones, afirmando que sus procedimientos son absolutamente judiciales y de
ninguna manera extrajudiciales.
Alguna
prensa internacional libre, informa: “Tener tras las rejas a todo aquel que proteste o se oponga al régimen es
una práctica perversa y habitual en Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. En
estos últimos días entre estos cuatro países acumulan más de 1000 presos
políticos, con detenciones arbitrarias y por una misma razón: disentir. Es la
evidencia del abuso como un factor común cuando la permanencia en el poder está
en juego”.
El masismo signatario
de Grupo de Puebla (ex Foro de San Pablo) acompañado de una buena estrategia
mediática, recibe el beneplácito y apoyo militante de las organizaciones
internacionales de derechos humanos al servicio del comunismo. Esto continuara así
hasta que la sociedad democrática internacional decida actuar prácticamente y
parar este desatino.
ovidioroca.wordpress.com
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