Ovidio Roca
El masismo es el movimiento político más extendido en
Bolivia y se asume de izquierda. Es esencialmente centralista, estatista y
cocalero y sus líderes e ideólogos manejan las masas basados en el supuesto, ampliamente
confirmado de que la masa no piensa, no razona, es emocional y en lugar de
pensamientos tiene impulsos, hábitos, amores y rencores. Y lo mejor para los
líderes populistas es que el impulso primario de la masa a la hora de tomar
decisiones, es seguir los dictámenes del Jefazo.
En su discurso, el
masismo utiliza profusamente lo indígena aunque es solo un disfraz, una máscara
de indígena, que usan para promover su estrategia política ante las
masas. De la misma manera usan el pachamamismo, aunque en su esencia son
mercantilistas, extractivistas y cocaleros militantes.
En Enero del 2006, el cocalero Evo Morales en se hizo
posesionar como Presidente en Tiahuanaco y esto para mostrar a la prensa,
principalmente extranjera, que se trataba del primer Gobierno Indígena.
La teatral puesta en escena hubiera funcionado, sino no se hubiera filtrado a
los medios que el Maestro de ceremonia era un Narco-Amauta, un conocido narcotraficante
y así sin pretenderlo se revelaba el verdadero carácter del futuro gobierno de
Morales y su movimiento cocalero.
A diferencia de la Democracia
que sustenta la Nación con el conjunto de sus ciudadanos libres e iguales ante
la ley; los populistas apelan al indigenismo y el racismo como sustento de su idea
de Nación. Utilizan por tanto el mismo concepto que tenían los nazis, para
quienes la idea de Nación está basada en la raza.
Como parte de su estrategia internacional, Evo Morales
presento al Presidente del Perú el proyecto América Plurinacional: “En breve reunión con el hermano presidente
Pedro Castillo, le presentamos el proyecto de América Plurinacional de los
pueblos para los pueblos, impulsado por movimientos indígenas, sociales e
intelectuales desde Runasur, en
reemplazo de América para los americanos”.
Vale la pena resaltar que la confrontación entre
liberalismo y populismo en Latinoamérica, no es solo política e ideológica; es política
pero esencialmente es económica, ligada al narcotráfico y tucuimas. Se trata de
apropiarse de recursos de fácil acceso y con buenos mercados para lograr riqueza,
éxito y permanencia en el poder. En esencia buscan fortalecer su base
financiera y de poder, con la coca y el narcotráfico.
Actualmente Evo Morales y sus socios avanzan rápidamente
en su proyecto de crear el Consejo Andino de la Coca y lo hacen asociados con
el Castrochavismo, Sendero Luminoso y las FARC. Pero sus alcances podrían
ampliarse y convertirse en la semilla de un ejército regional de cocaleros, los
Talibanes andinos. Los Talibanes andinos se financian con la coca, mientras que
los Talibanes del Medio Oriente informaron que ahora ellos eliminaran el
cultivo de amapola, pese a que Afganistán es el mayor productor de opio. Los
masistas más vivos no dicen nada de eliminar la coca, ellos si saben del
negocio.
Lo estrategia cocalera y narcotraficante para imperar
en el país es simple: Utilizando el indigenismo y la pobreza buscan el apoyo
popular y luego se dedican a corromper y destruir la institucionalidad como
método de protección y crecimiento de su esfera de influencia. Con los millones
de dólares que genera la cocaína alcanza y sobra (pues son baratos) para
comprar jueces, fiscales, militares, policías y políticos.
ovidioroca.wordpress.com
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