Ovidio Roca
Manual práctico para la toma del poder con apoyo
castrochavista y bases para una estrategia eficaz, de industrialización y
comercialización de la coca.
Néstor Ceresole, uno de
los mayores ideólogos del Socialismo del Siglo XXI y asesor de Hugo Chávez, en su
Manual: “Caudillo, ejercito, pueblo”, expone cuatro elementos sobre los
cuales se debe construir y sostener un gobierno populista:
I: Una Asamblea Constituyente, que le permita
concentrar todo el poder. (Cambiar la Constitución)
II: El diseño de un “nuevo” modelo económico soberano. (Estatismo y
nacionalización de empresas).
III: El sostenimiento del poder a cualquier precio. (Colonización, control
territorial y sometimiento psicológico y policial de toda la oposición).
IV: Construir un sistema de inteligencia, apoyado por todos los movimientos que
estén en contra de la democracia. (El Bloque Irán, Rusia, China, Cuba y
Venezuela).
Este plan económico y
de poder que fue aplicado inicialmente por Chaves, hundió a Venezuela en la
peor crisis de su historia. La nueva Constitución chavista destruyó cualquier
resquicio de institucionalidad, elimino el respeto a la propiedad privada y al
estado de derecho.
Luego Nicolás Maduro junto con el Cartel de los Soles, más las guerrillas FARC,
ELN y el narcotráfico, retienen el poder a cualquier costo; la matanza de su
propia gente entre otros.
Participan de este esquema del Castrochavismo, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador,
Bolivia, Argentina, ahora Perú y pronto Colombia.
EL MODELO DEL POPULISMO COCALERO
Los masistas, con apoyo de los cubanos y venezolanos y
aplicando el Manual y los postulados del Socialismo del Siglo XXI de Ceresole, lo
adecuaron a la realidad boliviana y luego utilizando la democracia electorera se
apropiaron del poder estatal y del pais.
Los estrategas del Populismo cocalero delinearon y usaron
como estrategia, un discurso de confrontación racista y el sentimiento victimista
de la población. Construyeron e impusieron como Icono la imagen de un indígena sindicatero
y lo usan para comunicar y proyectar su discurso confrontacional,
antidemocrático y antisistema. Como producto mediático, tenemos a los Iconos indígenas,
Evo el Jefazo y últimamente Patty la pistolera.
Siguiendo el Manual de Ceresole, los masistas al
asumir el poder lo primero que hicieron fue cambiar la Constitución y adecuarla
a sus intereses. Cambiaron el nombre del País y el de las Instituciones, con lo
que se inventan un nuevo Estado y una nueva historia.
Plantean y aplican su llamado:
Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo. En los hechos un modelo centralista,
estatista, corporativista, cocalero y contrabandista.
En
un país profundamente mestizo, usan el racismo para enfrentar a la población y sobre
todo, aplican una política de permanente de imposición y avasallamiento y no de
unidad; sin respeto al otro y menos de concertación para un bien común.
Si como ciudadanos queremos vivir bien, en salud, paz y
libertad, deberíamos informarnos de lo que ocurre en nuestro entorno, en
nuestra propia patria y cómo este entorno nos afectará, y esto para poder
defendernos tanto por los efectos del virus chino, como los del populista
cocalero.
Ya conocemos a que
conduce toda esta tramoya populista: Los venezolanos que huyeron de su país, nos
contaron su amarga experiencia y revisando lo que ocurre en Cuba, Nicaragua,
Argentina podemos confirmarlo.
Aunque los peruanos también conocen muy bien esta amarga situación, eligieron
someterse voluntariamente al castrochavismo y al parecer también lo harán los
colombianos, que ya van en camino. Nosotros que ya probamos la medicina, como
buenos masoquistas queremos seguir tomándola.
Esto se explicaría por
un maleficio “layqay”, algo maligno que se apodera del
espíritu de las personas, por lo cual estas deciden castigarse a sí mismas. Será
masoquismo o estupidez, realmente necesitamos un psicólogo que nos lo explique.
Sin embargo esto no es nada extraño, nos dice Einstein: “Hay dos cosas
infinitas, el Universo y la Estupidez humana y del universo no estoy seguro”.
Lo que definitivamente no sabemos hasta
ahora o tenemos temor de saberlo y enfrentarlo, es la
forma de salir de este entuerto y mientras tanto la salida fácil es echarle
la culpa a otro y es lo que hacen
muchos, diciendo que la culpa de todo la tiene Jeannine.
Un dato alentador es que en Cuba, donde la población
vive esclavizada y adoctrinada desde hace 62 años por los comunistas, surgen
algunos jóvenes que comprenden que la suya, no es vida y convocan a sus vecinos
diciendo: Ya no gritemos “patria o muerte”,
gritemos “patria y vida”.
Espero que los bolivianos no tengamos
que esperar tanto tiempo.
ovidioroca.wordpress.com
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