Ovidio Roca
“Yo soy yo y mi circunstancia”. José
Ortega y Gasset.
La economía alto peruana se desarrolló desde su inicio
como una actividad tributaria y al
servicio de las necesidades de la economía española, por lo que estuvo centrada en la extracción minera del
oro, la plata y posteriormente el estaño, luego el petróleo y esto para servir
a las demandas y necesidades de los países centrales.
El asiento del Estado y del poder político del país estuvo y está centralizado en el área andina minera y el resto del país le era desconocido; tal es así que por carecer de conocimiento y presencia en todo el territorio se fue perdiendo casi la mitad de la superficie que tenía al inicio de su creación y esto por guerras, venta de territorio en el caso del Acre o cambiado por un caballo un extenso territorio en la frontera con San Matías.
Como nos encontramos al centro del Continente, lejos
de las costas y los circuitos del comercio, del progreso y abocados al
extractivismo no pudimos incorporarnos mental y técnicamente al desarrollo
industrial que se inició en
Inglaterra en 1760 y luego esto se hizo muy dificultoso por la distancia
tecnológica y la competencia con el resto del mundo globalizado. Ahora que
ingresamos a la cuarta revolución industrial, la de la inteligencia artificial, también estamos en
problemas.
En consecuencia mantenemos una economía extractivista
y mercantilista y últimamente con el avance de la economía de la coca casi todo
lo importamos, desde los alimentos hasta las manufacturas y el mayor problema
es que una gran parte de la población informal se mueve en el negocio ilegal del
narcotráfico, el contrabando, el comercio informal y como esto satisface sus
necesidades, lo considera bueno. Y aunque en una perspectiva de mediano
plazo esto es insostenible, cuando una sociedad tiene grandes necesidades y
limitaciones piensa solo en lo inmediato.
La situación del desarrollo del país por
tanto, no es sólo resultante de los factores humanos, sino como indicábamos
de un conjunto de elementos condicionantes, económicos y no económicos,
externos e internos al país, así como por la geografía, vías de
comunicación, educación y el tipo de inserción del país en el contexto
económico mundial.
En consecuencia cuando pensamos en propuestas para el
desarrollo del país debemos considerar la cultura y formación de la población y
cuáles son las características nacionales de las fuerzas productivas y evaluar
hacia cuales áreas y sectores productivos podemos enfocarnos
para superar el actual extractivismo. Estas consideraciones son
importantes al elaborar y proponer modelos de desarrollo productivo, pues si la
alternativa y el modelo que les ofrecemos a la población boliviana, mayoritariamente
informal, es cambiar hacia una economía legal y de trabajo formal con altos niveles
de capacitación y competitividad, ahí chocamos con sus intereses y expectativas
y no los aceptara.
Considerando nuestra realidad
socioeconómica, geográfica y cultural, deberíamos pensar en un nuevo modelo de
economía, centrado en lo que poseemos: territorio, recursos ecológicos y
humanos en el contexto y la circunstancia de este gran problema para la
humanidad cual es la destrucción de los ecosistemas y la masiva contaminación que
induce al cambio climático.
El argumento es simple, como nosotros somos parte del ecosistema, si este se desequilibra
no sobrevivimos pues necesitamos de un clima adecuado, del aire, del agua
limpia y de la flora y la fauna para vivir, por tanto una área productiva prometedora es aquella que tiene que
ver con las necesidades básicas del ser humano, la
alimentación y el ambiente sano y ahí tenemos la nueva
agricultura asociada a la biotecnología; el cuidado del medio
ambiente y la conservación de los bosques lo que tiene que ver con el
secuestro y conservación del carbono y el suministro de agua limpia y
aquí surge la economía ecológica.
En consecuencia debemos enfocarnos hacia actividades en las cuales seamos productivos y competitivos y por supuesto las áreas tecnológicas son imprescindibles pues estamos insertos en la actual economía del conocimiento.
Una
propuesta de gobierno debe orientarse hacia lo que se llama economía sostenible
y economía ecológica, un modelo de desarrollo que propone una sociedad respetuosa
con el entorno; que no sólo valora los beneficios económicos sino también el
cuidado del ecosistema, la salvaguarda de especies animales y vegetales, así
como de un equilibrio ambiental. Una economía alejada del consumismo,
centrada en lo local y que busca producir y suplir una demanda alimentos, con una nueva agricultura con uso de la biotecnología; manejo forestal, calidad
ambiental, preservación de
acuíferos, agua pura, clima soportable y predecible, ecosistema
equilibrado, reciclaje, y
esto es algo en lo que podemos trabajar.
Esto
implica por supuesto un entorno institucional que otorgue seguridad jurídica
para que las personas puedan desarrollar sus iniciativas y en un ambiente de democracia,
libertad, estabilidad de normas sociales y ambientales que se cumplen y bajo un
modelo federal pues las decisiones se toman en cada ecosistema y en cada región.
ovidioroca.wordpress.com
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