Ovidio Roca
Nota: Recordando las
clases de economía en la UAGRM, donde tenía como compañeros a un colla y a un
cara de colla. Un relato de la crisis del modelo populista cocalero y su
hundimiento en tiempos de cambio.
En una de esas múltiples declaraciones de campaña que le preparan; Evo destacó demagógicamente el crecimiento económico sostenido de Bolivia, con políticas de inclusión social, de redistribución de la riqueza a través de bonos sociales, el fortalecimiento de la demanda interna y la acelerada reducción de la extrema pobreza y pidió a la población reflexionar acerca de la situación que viven los países vecinos a los cuales retornó el neoliberalismo (Chile, Brasil, Uruguay, Perú, Ecuador) con numerosas reformas económicas y sociales que afectan a los más pobres. Cada quien ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
Si revisamos las
críticas a la política económica liberal que hace Evo, podemos ver lo que a
criterio del Gobierno populista es bueno y adecuado. “En sus planes (los
neoliberales) presentaron racionamiento
y reestructuración de la inversión pública. Sustituir el extractivismo, que significa,
cerrar las minas, cerrar el sector hidrocarburífero y eso es volver al pasado,
claro ese grupo político viene también de quienes empezaron a privatizar desde
1995 o 1985 y la historia se repite y todos los programas podemos revisar”… “Los opositores Plantean suprimir la inversión de proyectos que no dan renta económica al Estado
(…) esa forma de programa qué quiere decir, que no va a haber inversión pública”.
En consecuencia podemos ver que es bueno para el MAS: no racionalizar la inversión publica, mantener el extractivismo e invertir en proyectos que no son rentables.
En consecuencia podemos ver que es bueno para el MAS: no racionalizar la inversión publica, mantener el extractivismo e invertir en proyectos que no son rentables.
El modelo económico del
gobierno populista cocalero, de esencia centralista, estatista y extractivista,
para tener tranquila a la población usa de los subsidios y entre ellos el de la
gasolina; un modelo que funciona mientras haya plata.
A su vez el Gobierno fiel
a su modelo ideológico, en lugar de alentar el incremento de la producción
chantajea y desalienta a los emprendedores y les restringe o prohíbe las
exportaciones, mientras como Estado realizan inversiones en empresas no viables
ni rentables a las que luego el próximo Gobierno tendrá que buscarles una solución.
En estos últimos años el Gobierno ha recibido (sin haberlos generado) los ingresos más altos de nuestra historia y los ha malgastado. Ahora tenemos el déficit público más alto de Latinoamérica y que oscila por encima del 8% del PIB y como consecuencia se produce una caída constante de las reservas internacionales.
El endeudamiento es creciente y se tiene un exagerado gasto corriente, el que es urgente reducir para disminuir el déficit fiscal y esto implica reducir la burocracia del gobierno y de las empresas públicas sobredimensionadas y quebradas.
Como consecuencia el próximo gobierno heredará graves problemas,
entre estos una deuda externa de 10.747 millones de dólares, más del doble que la
que teníamos el 2005 cuando llegó a 4.935 millones de dólares.
El masismo cuando estalle la crisis, para cubrir los déficits según nos dicen los analistas, adoptaría las
siguientes alternativas dentro de su lógica populista, aunque sin dar soluciones
y más bien complicar el problema:
1.-Seguir gastando las Reservas Internacionales Netas (RIN).
2.- Aumentar la Emisión monetaria.
3.- Dejar de pagar los aportes laborales de los funcionarios públicos a los Fondos de Pensiones.
4.- Gastarse la plata de los Fondos de Pensiones, con lo que los jubilados y bonosolistas quedan jojo.
5.- Emitir papeles o bonos del Tesoro General para financiar gastos en proyectos inviables, ilusiones que el Gobierno gusta ofrecer al pueblo, mientras se queda con las comisiones y sobreprecios.
1.-Seguir gastando las Reservas Internacionales Netas (RIN).
2.- Aumentar la Emisión monetaria.
3.- Dejar de pagar los aportes laborales de los funcionarios públicos a los Fondos de Pensiones.
4.- Gastarse la plata de los Fondos de Pensiones, con lo que los jubilados y bonosolistas quedan jojo.
5.- Emitir papeles o bonos del Tesoro General para financiar gastos en proyectos inviables, ilusiones que el Gobierno gusta ofrecer al pueblo, mientras se queda con las comisiones y sobreprecios.
Luego el MAS siguiendo el
ejemplo castrochavista, aumentará la represión y usara a los movimientos
sociales, la policía y el ejército para amedrentar a la población. Por lo demás
dejará que la cosa fluya, que la coca circule y los carteles del narcotráfico
prosperen y luego vendrá la hecatombe, la inseguridad y ciudadanos salir
corriendo, como ahora los venezolanos, buscando quien los acoja y sin saber
cómo sobrevivir.
ovidioroca.wordpress.com
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