Ovidio Roca
El paradigma,
el modelo populista castrochavista que aquejó nuestro continente está en franca
retirada; un discurso demagógico que encandila a las masas y desconoce el
necesario y responsable esfuerzo individual para manejar su destino; un modelo
fallido que ha dejado en la miseria a los pueblos que lo aplican y que ha promovido
el exilio masivo de cubanos, venezolanos y nicaragüenses.
La Bolivia populista cocalera
mantiene tiene una estructura económica y productiva agropecuaria y primaria exportadora especialmente de gas y minerales y con una
cada vez MAS fuerte dependencia de actividades informales: el contrabando, el
cuentapropismo y la producción de cocaína y otras drogas; actividades que son
operadas por grupos corporativos y carteles locales e internacionales de
contrabandistas, narcotraficantes y terroristas.
A
diferencia de otros países Bolivia por su actividad como tradicional productor
de coca y de masivo contrabando ha establecido como norma la venta libre de los
dólares en la calle, por lo que la presión sobre el banco central para
adquirirlos es mínima y esto sustenta la actual sobrevaluación del peso
boliviano que castiga y desincentiva la producción nacional y las exportaciones,
mientras estimula el contrabando y las importaciones ilegales. Enfrentados a
esta realidad los productores del campo y la ciudad, vapuleados por el modelo
populista abandonan sus actividades productivas: la industria, la agricultura,
las artesanías y se dedican al narcotráfico y el contrabando, mucho más
rentable. Una realidad que desmiente el discurso sobre el desarrollo productivo
y la soberanía alimentaria del gobierno, pues los mercados están llenos de
alimentos peruanos y plásticos chinos.
El país
tiene instituciones frágiles, inseguridad jurídica y una masiva burocracia
gubernamental ineficiente y corrupta; un fuerte estatismo reflejado en empresas
estatales ineficientes y deficitarias y un agresivo sistema corporativista que
maneja la economía informal, basado en la coca, el narcotráfico, el contrabando
y el cuentapropismo de baja calificación técnica. Este es un modelo que entrará
en aguda crisis cuando los países vecinos decidan verdaderamente frenar el
circuito de la cocaína. Y algo aún más preocupante; varios analistas señalan
que la caída del régimen venezolano impulsara a los carteles y grupos del
narcotráfico y narcoguerrilleros de las FARC y ELN que pululan en ese país a
migrar hacia nuevos espacios de trabajo y uno de estos es nuestro país.
El populismo es un modelo que ha
mostrado su fracaso y que nos enseña que el país no debe
seguir siendo monoproductor-extractivista-estatista y cocalero, pues con esto
no tendremos futuro alguno; en consecuencia, si queremos
construir una sociedad democrática y prospera la tarea urgente es cambiar la receta económica
populista cocalera dejando de lado el extractivismo que funciona explotando las
materias primas, el gas y los minerales para venderlas al exterior, por lo que
su éxito y fracaso depende de los precios del mercado internacional.
Está
comprobado que el progreso sostenible material y moral de los pueblos dependen
de tener libertad individual y propiedad privada, responsabilidad personal, libre
pensamiento y libre mercado; que son los elementos esenciales del liberalismo,
por lo que una tarea urgente si queremos construir una sociedad democrática y
prospera es dedicar grandes esfuerzos para reeducar a la sociedad para ser
responsable de su vida, respetar al prójimo y al ecosistema del cual somos
parte indisoluble.
Debemos ocuparnos y trabajar para
tener instituciones sólidas y seguridad jurídica e ingresar a una economía de
propiedad privada, de libre empresa, de libre mercado competitivo; una economía
diversificada y con gran contenido de innovación e incorporando a Bolivia a la diversificación
económica, la transformación digital y las tecnologías de punta. Necesitamos promover
la producción con valor agregado y de alta innovación y ajustar nuestra
economía monetaria evitando sobrevaluación del peso que promueve la importación
y castiga las exportaciones. Esta tarea requerirá de
ingentes esfuerzos pero es la manera de recuperar el rumbo del país hacia la
democracia, el progreso y el desarrollo sostenible.
ovidioroca.wordpress.com
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