miércoles, 31 de enero de 2018

DE LAS MALAS NOTICIAS Y EL DESARROLLO ALTERNATIVO


Ovidio Roca

Los científicos son cada vez más explícitos en relacion al cataclismo que el cambio climático significa para la especie humana y nosotros poco o nada hacemos; y algunos como Trump dicen que “esto no es con nosotros”.

Pese a las advertencias catastróficas en todo el mundo la explotación de las materias primas continúa creciendo, los bosques desaparecen, los océanos se acidifican, el crecimiento demográfico y la expansión del comercio hacen trizas todos los propósitos de contener la degradación de la Tierra, mientras la mitad de los productos alimenticios que se producen se tiran a la basura.

El objetivo de todas las especies animales es su supervivencia: permanecer vivos, lograr su bienestar, estar seguros. Los humanos se caracterizan además por evolucionar desde su ser biológico hacia un ser social; un ser que vive y se desarrolla en sociedad.  

La humanidad en su transcurso histórico ha venido enfrentando a sus eternos males: el hambre, las enfermedades, la ausencia de libertad y la violencia y ahora se añade el cambio climático, son males que cada vez que creemos vencerlos se renuevan.

En su proceso evolutivo los seres humanos mediante la mutua colaboración, la riqueza relacional y en un ambiente cultural y social, han logrado sobrevivir gracias a la solidaridad, poniendo en común lo poco que tienen y avanzando hacia el conocimiento tecnológico e industria, lo que les permite producir lo que necesitan  y disfrutar de su vida y de sus bienes.
Este efecto del entorno familiar y de las relaciones sociales en la supervivencia humana, nos aporta pistas sobre una salida posible al actual crecimiento depredador e insostenible: una alternativa de sociedad sin crecimiento, con calidad de vida, con menos bienes materiales pero con más bienes relacionales y un uso inteligente de las modernas tecnologías compatibles con el cuidado del medioambiente y capaces de generar bienestar a la sociedad.

Cuando la humanidad ingreso a la modernidad y la democracia, practicó el sistema de libre mercado que dio origen a una masiva creación de riqueza y libertad, pero posteriormente derivó en el actual consumismo. Se pasó de una economía innovadora, productiva y competitiva, hacia un capitalismo financiero en el que las personas se enriquecen mediante la especulación financiera, obteniendo protecciones de monopolio y favores del gobierno, con un total desprecio por el ciudadano y el medio ambiente.

Nos olvidamos que tenemos un solo planeta y un único ecosistema en el cual surgimos y nos desarrollamos como especie humana y al que cada día estamos destruyendo. Como ciudadanos somos libres de decidir nuestro desino y en uso de esta libertad podemos decidir salir adelante preservado nuestro ecosistema y también autodestruirnos, y al parecer estamos decididos por esta última alternativa. En los sistemas socialistas la situación es aún peor, allí cunde el Estatismo, la economía extractivista y la agresiva destrucción del medio ambiente.

Ante esta situación se postula el decrecimiento, que es una corriente de pensamiento político, económico y social favorable a la disminución regular y controlada de la producción económica, buscando establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos. El reto es vivir mejor con menos.

En términos generales el decrecimiento es un modelo de desarrollo alternativo, que significa crear in situ condiciones de vida y de trabajo, respetando las especificidades colectivas y las culturas diferenciadas de cada pueblo. La clave de este proceso es el cambio de valores sobre el significado de riqueza, pobreza y bienestar, lo que comporta nuevos conceptos y una reestructuración de la economía actual que exige salir del capitalismo financiero.

Se trata de moderar el consumo de recursos, de ingresar a una nueva revolución industrial que aumenta exponencialmente el contenido de inteligencia e innovación y donde la producción se “desmaterializa”. También se busca la forma de aumentar la reutilización, el reciclaje y promover el uso de modernas tecnologías para lograr energía limpia y barata.

Este cambio de paradigma requiere potenciar la educación, fortalecer las escuelas y las universidades para promover los cambios en el campo cultural y tecnológico. Como culminación y aplicando estos valores, se inicia un nuevo ciclo de la economía y de la vida.

Hasta ahora esta teoría del decrecimiento es inaplicable por aspectos económicos y políticos, pero lo será necesariamente cuando venga el colapso; lo importante es conocer que las alternativas existen y este paradigma del decrecimiento en una opción viable.

No nos gusta escuchar malas noticias, aunque el origen de éstas sea nuestro mal comportamiento con el ecosistema y olvidamos que: “la gente necesita de la naturaleza, pero la naturaleza no necesita de la gente”.

ovidioroca.wordpress.com


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