Ovidio Roca
Los científicos son cada vez más explícitos en
relacion al cataclismo que el cambio climático significa para la especie humana
y nosotros poco o nada hacemos; y algunos como Trump dicen que “esto no es con
nosotros”.
Pese a las advertencias
catastróficas en todo el mundo la explotación de las materias primas continúa
creciendo, los bosques desaparecen, los océanos se acidifican, el crecimiento
demográfico y la expansión del comercio hacen trizas todos los propósitos de
contener la degradación de la Tierra, mientras la mitad de los productos
alimenticios que se producen se tiran a la basura.
El objetivo de todas las especies animales es su
supervivencia: permanecer vivos, lograr su bienestar, estar seguros. Los
humanos se caracterizan además por evolucionar desde su ser biológico hacia un
ser social; un ser que vive y se desarrolla en sociedad.
La humanidad en su transcurso histórico ha venido
enfrentando a sus eternos males: el hambre, las enfermedades, la ausencia de
libertad y la violencia y ahora se añade el cambio climático, son males que cada
vez que creemos vencerlos se renuevan.
En su proceso evolutivo los seres humanos mediante la
mutua colaboración, la riqueza relacional y en un ambiente cultural y social, han
logrado sobrevivir gracias a la solidaridad, poniendo en común lo poco que
tienen y avanzando hacia el conocimiento tecnológico e industria, lo que les
permite producir lo que necesitan y
disfrutar de su vida y de sus bienes.
Este efecto del entorno familiar y de las relaciones
sociales en la supervivencia humana, nos aporta pistas sobre una salida posible
al actual crecimiento depredador e insostenible: una alternativa de sociedad
sin crecimiento, con calidad de vida, con menos bienes materiales pero con más bienes
relacionales y un uso inteligente de las modernas tecnologías compatibles con
el cuidado del medioambiente y capaces de generar bienestar a la sociedad.
Cuando la humanidad ingreso a la modernidad y la
democracia, practicó el sistema de libre mercado que dio origen a una masiva
creación de riqueza y libertad, pero posteriormente derivó en el actual
consumismo. Se pasó de una economía
innovadora, productiva y competitiva, hacia un capitalismo financiero en
el que las personas se enriquecen mediante la especulación financiera,
obteniendo protecciones de monopolio y favores del gobierno, con un total
desprecio por el ciudadano y el medio ambiente.
Nos olvidamos que tenemos un solo planeta y un único ecosistema
en el cual surgimos y nos desarrollamos como especie humana y al que cada día estamos
destruyendo. Como ciudadanos somos libres de decidir nuestro desino y en uso de
esta libertad podemos decidir salir adelante preservado nuestro ecosistema y
también autodestruirnos, y al parecer estamos decididos por esta última
alternativa. En los sistemas
socialistas la situación es aún peor, allí cunde el Estatismo, la economía
extractivista y la agresiva destrucción del medio ambiente.
Ante esta situación se
postula el decrecimiento,
que es una corriente de pensamiento político, económico y social favorable
a la disminución regular y controlada de la producción económica, buscando establecer una nueva relación de
equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios
seres humanos. El reto es vivir mejor con menos.
En términos generales el decrecimiento es un modelo de
desarrollo alternativo, que significa crear in situ condiciones de vida y de
trabajo, respetando las especificidades colectivas y las culturas diferenciadas
de cada pueblo. La clave de este proceso es el cambio de valores sobre el
significado de riqueza, pobreza y bienestar, lo que comporta nuevos conceptos y
una reestructuración de la economía actual que exige salir del capitalismo financiero.
Se trata de moderar el consumo de recursos, de ingresar a una nueva revolución
industrial que aumenta exponencialmente el contenido de inteligencia e
innovación y donde la producción se “desmaterializa”. También se busca la forma
de aumentar la reutilización, el reciclaje y promover el uso de modernas
tecnologías para lograr energía limpia y barata.
Este cambio de paradigma requiere potenciar la
educación, fortalecer las escuelas y las universidades para promover los
cambios en el campo cultural y tecnológico. Como culminación y aplicando estos valores,
se inicia un nuevo ciclo de la economía y de la vida.
Hasta ahora esta teoría del
decrecimiento es inaplicable por aspectos económicos y políticos, pero lo será
necesariamente cuando venga el colapso; lo importante es conocer que las
alternativas existen y este paradigma del decrecimiento en una opción viable.
No nos gusta escuchar malas noticias, aunque el origen
de éstas sea nuestro mal comportamiento con el ecosistema y olvidamos que: “la gente necesita de la naturaleza, pero la naturaleza no necesita de la
gente”.
ovidioroca.wordpress.com