viernes, 10 de marzo de 2017

FIN DE FIESTA CASTROCHAVISTA Y TRASNOCHADOS MASISTAS CONSAGRADOS A LA COCA


Ovidio Roca

Los países castro chavistas, luego de disfrutar de un prolongado carnaval populista financiado por los altos precios de los hidrocarburos que les permitió gastar como locos, ahora ingresan a la época de las vacas flacas. Fue una farra de gastos desmedidos y fracasados proyectos faraónicos, lo que añadido a la ineficiencia y la corrupción, les mengua las posibilidades de financiar el clientelismo y mantener el control del Gobierno, por lo que ahora se viene la clásica etapa del terror. 

El modelo económico del masismo se basa en la explotación y exportación de las materias primas, gas y minerales, más los derivados de la coca y una extendida economía de contrabando, comercio informal y narcotráfico.
Coherente con este modelo, el Presidente de las Seis Federaciones de Cocaleros  y del Estado Plurinacional, promulgo estos días la ley de ampliación del área legal de cultivo de coca de 12.000 a 22.000 hectáreas.

Los funcionarios del gobierno cumpliendo su tarea, cocinan estadísticas para justificar esta ampliación y nos enteramos que en este afán, una acuciosa investigadora se dedicó a censar los cachetes de 3.355.252 personas y descubrió que estaban hinchados no por postemas, sino por bolo de coca: “Esto significa que aproximadamente entre el 37% a 40% de la población boliviana consume la hoja de coca como uso tradicional”, explicó exultante la funcionaria durante una entrevista televisiva, mientras escupía su bolo.

La embajada de EEUU hizo conocer que el año 2015 la extensión real de cocales en Bolivia era de 36.500 hectáreas y no 20.000, como decía la ONU. La DEA calcula que la producción en Bolivia de pasta base de cocaína alcanza a 230 toneladas por año y que el PIB cocalero es de 1.900 millones de dólares.
Se menciona en diversos informes de prensa, que el PIB per cápita nacional es actualmente de 3.235 dólares, el de un agricultor de 1.320 dólares, mientras que el de un cocalero es de 24.166 dólares.

Con gran previsión y ante las circunstancias cambiantes de los precios de las materias primas y la debacle de los regímenes castro chavistas, el Gobierno del MAS decide meterle nomas y endurecer y fortalecer su esquema de poder.

Un dirigente masista, el Vice Ministro Félix Cárdenas, interpreta con claridad meridiana lo que piensan y sienten, tanto la cúpula como las bases masistas; cosa que los q’aras llunk’us nunca expresaron con tanta franqueza. En resumen Cárdenas nos explica, que éste es un Gobierno de la raza aymara y que los mestizos y q’aras deben aceptar ser gobernados por ellos, bajo un régimen que no solo aplicara la coerción, sino también la fuerza cuando sea necesario.
Es bueno para los mestizos bolivianos, saber qué y quien los enfrenta, y esto lo aclara Félix Cárdenas: “Esta es una revolución democrática cultural, pero también puede ser una revolución por la fuerza; depende cómo se presentan las condiciones. Pero una cosa debe quedar clara: nosotros los aymaras jamás nos vamos a ir del Palacio de Gobierno. 500 años nos han masacrado, 500 años nos han marginado, ahora tenemos que preparar a nuestros hijos, nietos, todos, para gobernar 500 años. Evo sólo es el principio, no es el objetivo”.
Y continúa: “Los aymaras no hemos venido al Palacio de Gobierno a visitar, hemos venido al Palacio de Gobierno a quedarnos. Lo que tienen que hacer los q‘aras es aprender a vivir en democracia, aprender a ser gobernados por sus mayorías y ellos, como minoría, aceptar”. 

El modelo populista en actual aplicación, destruye la institucionalidad, tiene reglas del juego movibles de acuerdo a sus particulares intereses y por ende genera inseguridad jurídica. Con esto se impide el desarrollo productivo y las inversiones, especialmente las de largo plazo en investigación, educación, desarrollo tecnológico, actividades éstas que requieren un ambiente de previsibilidad y reglas del juego estables y permanentes. Como resultado de estas políticas se promueve la informalidad, el trabajo precario, la explotación insostenible de los recursos naturales y la expansión de las actividades ligadas a la coca y sus derivados.

Para sobrevivir en este tipo de ambiente institucional, el accionar de las personas se orienta hacia sus intereses inmediatos, por lo que no logran nada permanente, útil, ni constructivo, pues solo los mueve su objetivo primario: sobrevivir a como dé lugar; y como sabemos, así no se construye país ni ciudadanía.

Si la mayoría de la población no está dispuesta a trabajar en serio por el cambio de los valores populistas, hacia los valores de libertad, esfuerzo y trabajo creativo y fecundo, no esperemos que vaya a mejorar nada.

ovidioroca.wordpress.com

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