lunes, 10 de junio de 2013

DE ALCALDE A ALCALDULI, EL OCASO DE UN LÍDER CARISMÁTICO.

DE ALCALDE A ALCALDULI, EL OCASO DE UN LIDER CARISMATICO.

Ovidio Roca

Desde fines de los sesenta y hasta mediados de los setenta, fue la época de oro del Comité de Obras Públicas, entidad que hasta el año 1974 se manejo con un presupuesto anual de entre uno y dos millones de dólares y con ese presupuesto logro la transformación de Santa Cruz, en su infraestructura y sobre todo en su mentalidad. Era la época de los Ingenieros, de los constructores, los que orgullosamente y para diferenciarse del resto de los mortales llevaban en el bolsillo superior de la camisa su regla de cálculo.

En esa época conocí magnificas personas y excelentes profesionales del ramo: Rolando de Chazal, Rolando Aguilera Pareja, Mario Foianini Lozada, Percy Fernández Añez y otros más.

Percy llego de Córdoba con su título de Ingeniero; exudaba un carisma especial. Era una persona singular, un bendecido por los dioses que conquistaba a todos, y todos confiábamos ciegamente en el, por su solvencia profesional y esa aurea de locura buena e ingenua que rezumaba. Recuerdo que Cristóbal Roda Daza le entrego una empresa constructora bien montada para que la administre y le pague con las ganancias.
Luego el General Hugo Banzer se enamoró de él y lo nombro Presidente del Comité de Obras Públicas y luego de CORDECRUZ  (1975-1976), la principal institución cruceña.

En 1983 es elegido Presidente del Comité pro Santa Cruz, institución señera de este Departamento.

Hernán Siles Zuazo, Gobierno de la UDP, sucumbe también a su carisma y lo nombra, Ministro Secretario General de Integración (1984) y Ministro de Urbanismo (1985). 

Los logios lo tenían como uno de sus queridos cofrades; lo nombraron repetidas veces Director de CRE, Cotas y Saguapac. Pugna de intereses y poder, hacen que se pelee con su Compadre Pacho y declare una guerra frontal a las logias. “Yo voy a combatir a las logias, primero con la juventud y la niñez, predicándole como un Padrenuestro que ser cruceño no es ser logiero”. Esto le valió luego un fuerte apoyo popular.
Gano democráticamente la Alcaldía en 1990, 1992 y 1993 con las siglas del Movimiento Nacionalista Revolucionario, MNR y el 2005 con las del Movimiento de Unidad Popular, MUP.

En 1997 fue Candidato a la Vicepresidencia de la Republica, acompañando a Juan Carlos Durán en la fórmula del MNR. 
Fue Senador de la Republica y también fue elegido Concejal las gestiones 1995-1999 y 2000-2004.

El 2011 con su agrupación Santa Cruz Para Todos, SPT, fue elegido Alcalde por quinta vez. Ahora anuncia su sexta postulación, para el 2015.

Desde hace más de 40 años actúa y vive en los escenarios de la política. Un hombre bueno envuelto en política y total carente de formación y principios ideológicos; más allá de que todo lo que le favorece es bueno, porque él es bueno, porque él se lo merece.

Es un Alcalde exitoso pues realiza las obras que se ven y por tanto es querido y respetado por los vecinos. Asfalto, canales de drenaje, parques, colegios, todo lo que se ve, lo que se siente, lo que se construye con cemento, es lo que se privilegia; pero gestión municipal, ordenamiento urbano, seguridad, cultura, sanidad, eso no está muy considerado.

Por los años  2005, o poco antes, empieza su decadencia, se entrena como denostador de los periodistas, besuqueador compulsivo y luego pasa a manoseador de las nalgulis de las servidoras ediles y por este camino paso de Alcalde a Alcalduli.  
Los periodistas ofrecen a Percy Fernández un “espacio” en el psiquiátrico, unos aseguran que esta loco, otros que se hace al loco para “peerse” a gusto.

Una cosa que olvida Percy, es que la actitud de loco gracioso ya no funciona cuando avanzan los años; los jóvenes pueden ser locos, lindos y queridos, no así los viejos.
No hay que olvidarse que el pueblo por algún motivo, califica de diferente manera las actitudes y comportamiento de una persona, según su edad o posición social,  por ejemplo en Santa Cruz se decía y se dice:
Qué lindo el muchacho, loco pero simpático y para el mismo comportamiento: hecho el gracioso el viejo loco, decrepito; que vergüenza para su familia.
También: Miren, allá va ese camba borracho, irresponsable, atrevido; mientras en relación a otro que viene a tropezones y quizá del mismo buri: que alegre que viene el Doctor, el patrón.

Percy ha permanecido como Alcalde cinco periodos, lo que es demasiado tiempo. El poder enloquece y los hace creerse insustituibles y por tanto buscan la manera de mantenerse en el indefinidamente, pues no sabrían cómo vivir sin el entorno y el delirio del poder.

Al haberse conformado en el municipio un poder absoluto, lamentablemente se cumple lo que decía  Lord Acton: “El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”. 

En su entorno se teje una red de intereses y negocios, el Alcalde por su formación de Ingeniero privilegia las obras de infraestructura, las que son bien recibidas por la población y sobre todo por las  empresas constructoras, que retribuyen esta preferencia con jugosas comisiones. Se hacen obras necesarias, y también las innecesarias y caras como el túnel del trompillo, y según denuncian, otras no se hacen pero se cobran.
 
Como tiene que haber para todos, cada grupo se las busca como mejor sabe; algunos del entorno del alcalduli, se enriquecen  mediante la venta de lotes, los que compran de dueños atemorizados por loteadores profesionales y a precios de gallina muerta. Luego en la zona se construye rápidamente toda la infraestructura municipal y las ganancias por la venta de los lotes se centuplican.
                   
Percy nació con un don especial,  con el que lograba que la gente confiara en él y  le ofreciera gratuitamente su apoyo, cargos, amistad, bienes, aun sin pedirlos. Un gran don, un inmenso potencial que pudo ser utilizado para el bien, y que es totalmente desperdiciado y solo produce dolor para los demás y paranoia y soledad para él. Un don muy peligroso para los que lo reciben, pues hace que la gente los ame sin necesariamente merecerlo. 

Todos los que lo conocimos tenemos una extraña sensación, mescla de amor y odio; de cariño y estima por lo que fue, y pena y vergüenza por lo que se ha convertido.  
El actor, representa y vive cada día su personaje, la del  Burgomaestre de San Lorenzo.

El problema es que el actor se hizo carne, se incorporó, se fundió con el personaje y ya no puede vivir fuera del mismo. En las noches una pesadilla lo aterra, es la función que se termina, el público que se retira, la claque y los ayudantes que se van y el actor queda solo y no sabe, ni puede, ni quiere, ni gusta de vivir consigo mismo; necesita el ruido, su pequeña corte de aduladores, sus amanuenses, azafatas, los extras, pero sobre todo necesita el público que lo hace sentir vivo, amado, importante, invulnerable, inmortal.

ovidioroca.wordpress.com


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