CRÓNICA
ANTICIPADA DE UN SUICIDIO COLECTIVO.
Ovidio Roca
La respuesta puede ser que ninguna; pues una gran
mayoría seguirá pensando y preocupándose exclusivamente de sus negocios y sus
ganancias, mientras el destino del planeta y el de ellos mismos está en juego. Pero
existe una comunidad humana preocupada, que comprende, que sabe que conocer es
actuar y caminar por la senda del desarrollo sostenible, y que el objetivo de
la economía debería ser finalmente,
asegurar la calidad de vida para todos nosotros y en necesario equilibrio
con el ecosistema Tierra, Gaia, Pachamama, del que somos parte.
Vivimos en la era de la “Civilización el Espectáculo”
y de la publicidad; que crea e impulsa obsesivamente el deseo de consumir. Se
ha impuesto la idea que la felicidad es comprar, consumir y los comerciantes
para satisfacer e incrementar aún más esta demanda y sus ganacias, crean necesidades
artificiales. Las industrias por su parte, diseñan productos de obsolescencia
planificada, lo que impulsa y obliga a seguir consumiendo.
Dijo Mujica (de
sospechosa y extraña austeridad entre los presidentes socialistas de la ALBA),
refiriéndose a las notas periodísticas que lo califican como el Presidente más
pobre de América “Yo no soy pobre, pobres son los que precisan mucho para
vivir, esos son los verdaderos pobres, yo tengo lo suficiente".
El crecimiento económico y el extractivismo es el actual
paradigma dominante, tanto del Capitalismo de Estado, (socialismo tipo ALBA) y del Capitalismo Mercantil, y ambos consideran
a la naturaleza como su almacén de recursos, de beneficios y depósito de su
basura.
Este paradigma presupone el crecimiento ilimitado y
considera que si la economía no crece, no habrá ganancias ni empleo y por tanto
el objetivo es crecer y consumir, aun bienes y servicios innecesarios.
Olvidamos que tenemos un solo planeta; hoy sobresaturado
de población y de basura. El uso del espacio físico para el hábitat e
infraestructura humana, crece desmesuradamente impulsado por el extractivismo
salvaje y a costa, de la destrucción de los ecosistemas, del medio ambiente, los
bosques, los acuíferos y la biodiversidad; que son los que crean las
condiciones climáticas adecuadas para la vida de nuestra especie humana.
La tierra agrícola se expande a costa de los
ecosistemas y no es capaz de mantener altos rendimientos de producción de
alimentos, sin aumentar desmesuradamente, el consumo de petróleo, carbón y derivados
(combustibles,
fertilizantes y pesticidas), todos ellos recursos limitados y no renovables.
En esta perspectiva el reto es buscar un modelo de Desarrollo
Sostenible, que posibilite mejorar el nivel medio de vida de la sociedad, con
equilibrio poblacional, ecológico, justicia social y bienestar. Una economía
opuesta al actual paradigma de crecimiento, que sobrepasa los límites naturales
y biofísicos del Planeta y del medio ambiente y genera la emisión de gases que producen
el calentamiento global, afectando la calidad y viabilidad de la vida
humana.
Por tanto nuestra búsqueda y la respuesta tienen que
ser integrales; se hace necesario reducir el crecimiento poblacional, disminuir
el consumo a lo necesario y trabajar en la innovación y tecnologías para
conseguir energías renovables y el uso integral y sostenible de los recursos
naturales, evitando la producción de desechos dañinos.
Estudios recientes indican que la actual economía global
tiene cinco veces el tamaño de la de hace cincuenta años. Si continuamos con
este ritmo de producción, el año 2050 será de 80 veces mayor y con una
población que sobrepasara los 9 mil
millones. Dice el PNUMA que en el año
2050 para mantener esa población se necesitaran de tres planetas. Se puede
deducir que si no se logran colonizar tres nuevos planetas, se deberá reducir
la población humana a un tercio.
En la actual economía de crecimiento ilimitado, los productores y los consumidores sólo toman
en cuenta sus propios costos y beneficios directos para sus decisiones económicas
y empresariales y no consideran las externalidades y costos ambientales, es
decir los costos y beneficios que afectan a la sociedad como un todo.
Instituciones y profesionales, en busca de
alternativas viables para el futuro de la humanidad, desde hace tiempo vienen discutiendo
y explorando nuevos modelos de economía, entre ellos:
-
Economía
verde. PNUMA
Economía verde es, “aquel sistema económico que es
compatible con el ambiente natural, que es amigable con el medio ambiente, es
ecológico y, para muchos grupos, es también socialmente justo”.
-
Economía
Azul. Gunter Pauli
La economía azul quiere aprender de la naturaleza,
de su conocimiento acumulado durante millones de años. En la naturaleza no hay
desperdicio, no hay basura, toda materia y energía se transfiere en forma de
cascada de una especie a otra. Esa cascada de nutrientes supone la utilización
del desecho de unas especies como recurso de otras.
-
Gestión
sin crecimiento. Peter
Víctor
Equilibrar la capacidad productiva de la economía al
nivel de los gastos, sin necesidad de mantener la economía en expansión con el
tiempo. Los beneficios de una mayor productividad se derivan hacia más tiempo
libre - una mejor vida.
-
Prosperidad
sin crecimiento. Tim Jackson
El crecimiento económico que hemos conocido sufre un
agotamiento terminal. “Antes del final del siglo nuestros hijos y nietos
tendrán que afrontar un clima hostil, escasez de recursos, destrucción de
hábitats, especies diezmadas, escasez de alimentos, migraciones masivas y, casi
inevitablemente, la guerra”. Para evitarlo, tiene que florecer lo que Susan
George ha llamado “un hedonismo alternativo” que cultive valores intrínsecos
como la auto-aceptación, la afiliación y la comunidad. Antes tiene que cambiar
y radicalmente, la sociedad civil.
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