CRÓNICA DEL GATOPARDISMO PLURINACIONAL
Ovidio Roca
Se cambió todo y no mejoro nada; cambiamos el nombre
del país, de las instituciones, de los pueblos, de las calles, de los aeropuertos.
Se cambiaron las leyes, los mitos, las imágenes, las estatuas, los himnos, la
religión, las fiestas, las modas y nada mejoro. Se está reescribiendo rápidamente
una otra historia y creando nuevos héroes, pero en un país diverso esto no
satisface a muchos.
Antes, se estableció la división y equilibrio de los poderes:
ejecutivo, legislativo, judicial y electoral y ahora solo tenemos dos, el poder
simbólico y el poder factico, y hay que destacar la habilidad para usar a quien
tiene el carisma y el poder simbólico, para ejercerlo de hecho.
Los nuevos gobernantes son
partidarios, no de la alianza, sino del odio de clases y de razas, y lo
promueven. Son dueños de los recursos públicos y los distribuyen directamente en lo que les
gusta, a quien les conviene y de manera discrecional. Tienen para el discurso
un culpable y siempre fiel enemigo externo, el Imperialismo y para darle palo, el
interno, quienes resisten y cuestionan y
especialmente las clases medias urbanas a quienes les están robando la vida y
no se dan por enteradas. Actúan con diligencia y “le meten nomas y después que
arreglen los abogados”, magistrados, jueces y fiscales, pues para eso se los
puso y se les paga.
Siguiendo la tradición populista se ofreció lo que cada uno quiere oír y para cada escenario en particular. En unas regiones: reivindicación indígena, poder por quinientos años, descolonización, nacionalización de las empresas y de las tierras y recursos naturales; protección social, seguro universal de salud, casa para el casado, medicamentos baratos y clínicas, ampliación y mejoramiento de los bonos, soberanía alimentaria, subvención para la producción de alimentos básicos; cargan de todo, como el ekeko.
Siguiendo la tradición populista se ofreció lo que cada uno quiere oír y para cada escenario en particular. En unas regiones: reivindicación indígena, poder por quinientos años, descolonización, nacionalización de las empresas y de las tierras y recursos naturales; protección social, seguro universal de salud, casa para el casado, medicamentos baratos y clínicas, ampliación y mejoramiento de los bonos, soberanía alimentaria, subvención para la producción de alimentos básicos; cargan de todo, como el ekeko.
En otros escenarios más modernizantes: Igualdad de
oportunidades tanto políticas como económicas para todos los bolivianos, desarrollo
productivo, seguridad, cero corrupción, austeridad estatal, soberanía
alimentaria, producción ecológica, gas para los bolivianos, industrialización
del gas, del hierro del Mutún, del
litio, autonomía departamental, despolitización de la justicia.
Un aspecto a destacar y en el que se ha avanzado, pero
para mal, y sobre el que se ha trabajado con mucha habilidad, es en la
manipulación de la sensibilidad y resentimientos de la gente.
Todos nuestros países son invadidos por las imágenes
del cine y de la televisión occidental, que muestran y exaltan formas de vida, valores
culturales y belleza, que no son totalmente los nuestros, pero que la gente
admira, envidia y al mismo tiempo odia, pues les hace sentirse diferentes e
insatisfechos. Esto impacta mayormente en Bolivia donde una parte de la
población de origen aimara-quechua se percibe indígena y se siente discriminada
por ello, a diferencia de la mayoría de países latinoamericanos y del oriente
boliviano que asumen con orgullo su mestizaje y se integran a la cultura
universal.
Trabajando sobre este sentimiento de discriminación,
los sociólogos y operadores políticos del MAS, han fortalecido y manejan
políticamente la adscripción étnica, creando leyes que dan ventajas a los
indígenas, pero solo a los fieles, para con ello conseguir su fidelidad al
único líder indígena, y pese al creciente
mestizaje se impulsa a la población para retornar a sus raíces.
Para esto se han dado a la tarea de recuperar y
reinventar mitos, tradiciones y leyendas. Evo, un mestizo aimara, ha sido
posicionado como paradigma de lo indígena y por tanto su éxito mediático mejora
la autoestima de quienes se identifican con él, lo que compromete su fidelidad y
compromiso con el único líder. Han
conseguido con ello, dos efectos de fuerte impacto emocional; pasar de la desazón y resentimiento por sentirse excluidos, al orgullo
de
sentirse empoderado por el líder indígena, ahora en el Gobierno, en el mando.
Poco de lo ofrecido electoralmente se cumplió y otro
tanto se cumplió mal, pero algo que podemos apreciar, es que se cambió la
burocracia, ahora la administración pública está mayoritariamente en manos de
nuevos grupos cuya curricula es la de llamarse indígenas o ser k’aras izquierdosos.
Con el poder en la mano, las nuevas autoridades plurinacionales
hacen lo que pueden y se dan el gusto en lo que les gusta. Cuando se trata de gastar,
de comprar caro y sin cumplir
procedimientos legales, competitivos y transparentes son buenos, pero
para crear, construir y administrar correcta y honestamente fallan
estrepitosamente y a nadie le importa.
El Presidente de las Seis Federaciones de cocaleros,
sigue firme defendiendo a sus sindicatos, pero ahora desde el Palacio. El
ideólogo, ya no necesita de los dólares de las ONG,s y se divierte aplicando
viejas teorías estalinista y jacobinas para ver qué ocurre. Satisface su
necesidad de autoafirmación y afán de dominio, manejando y jugando con el Estado
y con las personas, solo por el gozo de verse y sentirse poderoso.
Por su parte la tradicional burguesía chola, sigue
haciendo plata y ahora mucho más. Cualquier comerciante del régimen
simplificado y por tanto exento de impuestos; siguiendo la tradición popular y
en procura de prestigio social, gasta como si nada medio millón de dólares en
su fiesta de preste, dando de comer y beber a sus amigos y compadres.
Una nueva masburguesía mestiza, surge amparada en el
control total y uso abusivo del Estado, para hacerse de adjudicaciones de
bienes y tierras, recibir comisiones por influir en compras y contratos, hacer negocios
con la extorsión judicial y todo lo necesario para enriquecerse. Dirigentes que
ayer no tenían un peso son propietarios de comercios, de importadoras, de flotas
de vehículos, de inmuebles, de cuentas bancarias, en el país y el exterior.
Pero no a todos le va bien con el cambio,
especialmente a los indígenas del oriente y algunos del altiplano que valientemente
resisten y no se someten al gobierno; a los libre pensantes, a la clase media
profesional y trabajadores formales; a los agricultores y a las empresas
industriales y agropecuarias, que se sienten inseguros y disminuyen su
inversión y producción.
El “gas para todos”, no funciono y ahora no hay gas
suficiente para los bolivianos y menos aún para ampliar o instalar las nuevas
industrias que lo requieren urgentemente. Los mercados de Argentina y Brasil
son abastecidos prioritariamente pues son la fuente de recursos del Estado,
pero este suministro peligra por la disminución de las reservas.
La percepción de lo que está ocurriendo con la
nacionalización depende del cristal con que se mire; para unos, se estatizaron
las empresas, se las burocratizo y se las torno ineficientes y deficitarias y
para seguir operando necesitan subsidios estatales; dice un liberal. Se
recuperó lo que es del pueblo, la dignidad nacional y nuestra independencia;
dirá un socialista andino.
El amor por la madre tierra y el respeto por la
ecología y el medio ambiente, termina cuando se trata de ampliar las tierras
cocaleras y hacer carreteras afectando los parques y territorios indígenas o
buscando hacer negocios, pues no vamos a vivir como en el pasado, como hace quinientos
años, sino en la abundancia capitalista.
"Hay un amplio margen territorial que debe ser
objeto de exploración (petrolífera) en los siguientes años. Está bien que
tengamos parques, necesitamos tener muchos parques, somos un gobierno
profundamente respetuoso de la Madre Tierra. Pero no significa que nos vamos a
quedar viviendo como hace 400 o 300 años para dejar esa riqueza para que de
aquí a un tiempo vengan otros, que no vamos a ser los bolivianos, a usar esa riqueza".
APRÈS
MOI, LE DÉLUGE.
ovidioroca.wordpress.com
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