Ovidio Roca
“Los hechos no
dejan de existir porque sean ignorados”: T. Huxley.
Hay
que seguir el rastro del dinero. Sherlock.
Diariamente se realizan negocios, nada ecológicos pero
muy rentables en un área protegida, la Unidad de Conservación del Patrimonio
Natural y el Parque Amboró.
¿Quienes cometen este ecocidio?: Cuando se cometía un crimen, para identificar
a los culpables los detectives de las novelas, decían: “Hay que seguir el rastro del dinero”.
Ellos rápidamente revisaban las transacciones financieras más llamativas, los
proyectos de inversión y los contratos; esto permitía conocer los vínculos de
los picaros y pillastrines con las redes de negocios, asociaciones, sindicatos
y partidos políticos que ponen la plata.
En este caso criminal del camino por el Parque Amboró y los acuíferos, los Sherlock
empezaron su investigación detectivesca siguiendo el negocio y el dinero para así
identificar a los presuntos delincuentes. Revisaron en la prensa noticias sobre
los grandes negocios en proceso y los millones de dólares en curso y encontraron
urbanizaciones que empiezan a surgir, mientras que proliferan los loteos en la
colindancia de este proyecto carretero. Se investigo cuales grupos son los
que tienen estas tierras y proyectos urbanísticos colindantes con el actual
trazo de la carretera y cuyos sus lotes y propiedades se valorizaran al
mantenerse el trazo. También investigan quien financia los bloqueos en Buenavista.
Impactos
sobre el ecosistema y deterioro de los servicios ambientales.
Este negocio de avasallamientos y ecocidio, se da en
el Tramo II de la futura carretera Buena Vista-Las Cruces, que atraviesa la
Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (UCPN). Estos asentamientos se
dan en un Área protegida, donde existe un bosque virgen, con diversidad de
fauna y flora y que resguarda los acuíferos que proveen de agua a la ciudad de
Santa Cruz de la Sierra. Esta es el área está siendo avasallada, loteada, el bosque
destruido y los acuíferos mermados y contaminados.
En la zona se encuentran varias Urbanizaciones. Casualmente
una de ellas es “La Casualidad”, una Urbanización, dentro del área de recarga
de acuíferos Güendá Urubó, que oferta 17.520 terrenos a los aproximadamente 10
mil servidores públicos de la Caja Nacional de Salud (CNS) de todo el país.
En la zona también se conocieron noticias no confirmadas de otras Urbanizaciones,
como las de Caranda, San Miguel, Ciudad del Urubó, Mirador, Grupo Sión, Los
Lagos, Brisas, Fortalezas del Urubó y otras.
El negocio y el dinero están en las tierras, que serán
valorizadas con el paso de la carretera.
Industria
cocalera del populismo
La coca avanza en Colombia, el año 2022 se
alcanzó un "máximo histórico" de 230.000 hectáreas cultivadas de coca
y 18.200 millones de dólares producto de la cocaína.
En Bolivia, según datos de la UNODC se tienen 19.000 ha de coca excedentaria y
22.000 legales. Vale decir 41.000 hectáreas de coca el año 2022, con un potencial
de producción de cocaína de 357 toneladas por año y 2.500 millones de dólares
de exportaciones. Con esta base seguiremos avanzando hacia su industrialización
y como se puede ver, hay mucho potencial de negocios.
Ante estas noticias, el
Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un memorando
en el que incluye a Colombia y Bolivia dentro de la lista de “Los principales
países de tránsito de drogas o los principales países productores de drogas
ilícitas para el año fiscal 2024”. El mismo fue rechazado por el Gobierno del
MAS.
Sube
la cocaína y bajan los combustibles
En Colombia, el año 2022 las exportaciones de cocaína
podrían superar a las del petróleo. Son datos de Bloomberg, que indican
que el año anterior los barriles de crudo que salieron del país generaron
19.100 millones de dólares. Si se compara esta cifra con los 18.200 millones de
dólares de la cocaína, resulta que no hay mucha diferencia.
En Bolivia se proyecta
exportar hidrocarburos, según Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos, por cerca de 3 mil millones de dólares en 2022 y están en
descenso. A su vez las exportaciones de cocaína de Bolivia, se estiman en
alrededor de 2.500 millones de dólares anuales y están en ascenso.
Un informe publicado por la Oficina de Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito (Unodc) revela que la cocaína boliviana tiene como
destino 31 países de América, Europa y Oriente Próximo.
Fuentes policiales, indican que el kilo de clorhidrato de cocaína (purificada)
en el Chapare, territorio evista-masista, cuesta entre 2.000 y 2.500 dólares y
cuando pasa la frontera, ese kilo tiene un precio de entre 6.000 y 12.000
dólares. Así lo confirmaron las autoridades antidroga de Bolivia, este margen
es muy atractivo para los traficantes.
Fuente: Doctor
Watson
ovidioroca.wordpress.com
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