Ovidio Roca
“Son símbolos de
la persona su identidad y su soberanía, y esto es lo que está en la mira de los
populistas que procuran avasallar y eliminar su libertad y su voluntad personal.
Y gracias a nuestra desidia lo logran”. Pukymon.
Cuando las personas se aglomeran y sindican, se
constituyen en una masa que “pierde su personalidad consciente”, sus
sentimientos y acciones personales y se gobiernan por un “alma colectiva”. De
esto se sirven los regímenes populistas para manipular, controlar y arrear a la
población.
Nos concreta, Gustave Le Bon: “Las masas son una
agrupación humana, con rasgos de pérdida de control racional, mayor
sugestibilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia y
anonimato para el individuo”.
“Donde existe una necesidad nace un derecho”.
Eva Perón.
A pesar del discurso de Eva; en la realidad y la vida
práctica no puede haber un derecho detrás de cada necesidad, porque no hay
suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades. Esto a menos que
restrinjamos lo que entendemos por necesidad, o que no entendamos por
derecho aquellas aspiraciones irresponsables de la masa.
Lo que en esencia tenemos que entender, es que los recursos son finitos y que
las necesidades crecen cada día alentadas por el discurso populista.
El capitalismo con una economía de libre mercado, es
un sistema que se mueve, se renueva y edifica en base la oferta y demanda y de las
miles de decisiones que toman las personas dentro de una sociedad.
El discurso populista asegura que en una sociedad
populista, peronista, todos deberíamos ganar igual. Para los intelectuales
de izquierda, es necesario racionalizar el sistema económico, controlarlo y planificarlo
para que no dependa de las demandas de las personas y del mecanismo de mercado.
El problema es que cuando se logra controlar el mercado, el sistema económico y
las decisiones pasan a depender de los políticos y en consecuencia las ganancias
y altas remuneraciones ahora solo van para ellos y sus seguidores.
En general, las habilidades académicas y las
habilidades para hacer dinero, son habilidades que muchas veces son diferentes
e inclusive opuestas.
Un académico altamente preparado y con profundos conocimientos no tiene la
compensación económica que considera merecer y de ahí el problema para los
intelectuales, que consideran que el sistema es demasiado irracional y por lo
tanto genera muchas consecuencias “negativas”, las que no deberían ocurrir. Por
ejemplo para los intelectuales no es lógico que un comerciante exitoso gane más
que un Doctor o un Licenciado de reconocido mérito (en su campo).
Gestión y resultados de las Empresas públicas.
El funcionario público de un régimen
populista y que administra una empresa estatal, no es dueño de la empresa pues
no invirtió en ella su capital. Su empleo, su puesto es político y transitorio,
por lo que tiene una visión inmediatista.
Su perspectiva no es la de un
emprendedor capitalista, sino la de un político. No piensa en el mercado, la
competencia y la innovación competitiva; tanto en asuntos de tecnología como en
estrategias de mercado. El funcionario se guía por su ideología, en realidad
por lo que deciden y mandan sus dirigentes políticos.
La experiencia mundial nos muestra
que toda empresa estatal entra rápidamente en quiebra y solo se mantiene
operando con subvenciones. Para los políticos, el negocio de la empresa se da
cuando ellos compran la industria, los insumos y servicios, todo con
sobreprecios.
Las ventas y los precios de los
productos de la empresa pública, no se guían por el mercado sino en decisiones
políticas para favorecer a los seguidores del Gobierno y esto solo por un
tiempo, pues es insostenible si no recibe subvenciones.
Los países populistas guían sus relaciones
económicas y comerciales por la ideología. Para los populistas latinoamericanos
sus iconos son China, Rusia e Irán y sus relaciones cercanas, son con Cuba, Venezuela
y Nicaragua sus vecinos, que quebraron sus países aplicando el estatismo y
socialismo.
No entienden que el
comunismo ya fracasó rotundamente y que el sistema vigente es estos países
populistas, es el del Estatismo totalitario, un capitalismo salvaje, sin normas
y con un discurso populista demagógico, con giros y promesas socialistas.
En
los regímenes comunistas y totalitarios, hasta la vestimenta y corte de pelo de
sus súbditos los determina el Jefe.
China estableció una nueva sanción: “multas o quedar
tras las rejas”, para una persona que ose: “usar ropa o portar símbolos en
público, que sean perjudiciales para el espíritu del pueblo chino y que hiera
los sentimientos del pueblo chino”. Anteriormente el PCCh también prohibió
la “música subversiva” en los karaokes.
Esto es típico de los países totalitarios de cultura
comunista, y en Corea del Norte las cosas son aún peores: Un corte de pelo
prohibido o el uso de pantalones Jeans, acarrean multas o cárcel.
En los países totalitarios de cultura musulmana, las
mujeres son castigadas por dejarse ver sin velo en espacios públicos; este
castigo puede ser de detención, pena de prisión, multa o latigazos.
En Irán se aprobó la Ley denominada “Apoyo a la
cultura de la castidad y el velo”, que prevé sanciones financieras por la:
Promoción del desnudo o la burla del hiyab. (El hiyab es el velo, que obligatoriamente
cubre la cabeza y el pecho de las mujeres musulmanas).
ovidioroca.wordpress.com
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