Ovidio Roca
Cuando
fracasó el comunismo y se hundió la URSS, rápidamente los demagogos y
vendedores de ilusiones latinoamericanos se reunieron en San Pablo y armaron un
Foro para definir estrategias comunes y colaborarse mutuamente para seguir
viviendo de la manga y desplumando a sus pavos.
Para cada
país se definieron estrategias de dominio según las características,
debilidades y deficiencias de ese pueblo; en Bolivia un país de gran población
indígena y campesina y con gran variedad étnica en su extenso territorio se apostó
por el racismo y la utilización de las etnias aimara quechua que son mayoría. Siguiendo
esta estrategia el MAS moviliza estos grandes grupos étnicos y corporativos
contra la nación mestiza y aplasta y desintegra a los pequeños grupos indígenas
del oriente, gregarios, individualistas y libertarios.
El populismo cocalero para consumo de
la comunidad internacional y engatusar a su población, llama falazmente a su
régimen populista cocalero; de Democracia Comunitaria y mantiene sumisas a sus
bases quienes están prohibidas de tener pensamiento propio y menos crítico.
Fieles a su estrategia de uso étnico, los
autócratas andinos en su afán de expandir su control territorial hacia los
Departamentos que no forman parte del centralismo andino buscan a como dé lugar
colonizarlos y dominarlos y en su
afán de tomar control del territorio del oriente el masismo, usando al INRA, vienen
distribuyendo tierras con programas de colonización (mitimaes) buscando
sustituir la población local (de mentalidad más independiente e individualista)
por los grupos étnicos y corporativos andinos, sumisos al régimen populista
cocalero. Se trata de cambiar la base etno cultural del oriente de raíces
hispano guaraníticas, por la aimara quechua.
Todo esto dentro del plan de sustitución poblacional y de dominio territorial del neo imperio cocalero, que fue diseñado por q’aras populistas y cuyos nefastos efectos los vemos en la Chiquitanía donde tumban el monte y queman para consolidar su dominio y con ello han destruido nuestra casa, nuestro hábitat, nuestro ecosistema. Ahora ya son los dueños de todo y reinan sobre cientos de miles de animales y plantas muertas y quemadas. En el exterior esto lo ven con más claridad que nosotros: “Todos los incendios y los asentamientos forman parte del esfuerzo del gobierno del cocalero de "rediseñar el mapa étnico-electoral de Bolivia": Leonardo Coutinho.
El sistema
populista cocalero ha creado una nueva cultura en la cual el ciudadano común y
la democracia ya no tienen vigencia, hemos ingresado a la era de los grupos corporativos, la de los sindicatos y
movimientos sociales. Por ejemplo el cocalero Chapareño exige la ampliación y
legalización de sus cultivos con lo que están promoviendo a los carteles de
narcotráfico, drogadicción y violencia haciendo invivibles muchas áreas y
poblaciones. Los contrabandistas de ropa usada y otrros, exigen que se legalice
su actividad aunque afecte a los textileros y empresas de confecciones. Los
transportistas se oponen a la modernización y mejora del transporte en desmedro
del ciudadano, etc. El poder de los grupos minoritarios, tiene mucho que ver
con la apatía de la ciudadanía que no sabe defender sus intereses.
Las sociedades democráticas reconocen al
ciudadano como portador de derechos y obligaciones y han avanzado hacia la idea de “nación política, que es diferente a
la primitiva “nación étnica”. En la nación política, los ciudadanos libres
intervienen en la vida pública del país mediante los partidos y asociaciones;
en las naciones étnicas se rigen por estructuras tribales y corporativas,
absolutamente verticales. Nuestro
desafío en adelante es como administrar un país de cultura
corporativa, corrompida por décadas de irrespeto a la ley y de un profundo desprecio
y desconocimiento de la legalidad democrática.
ovidioroca.wordpress.com
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