miércoles, 3 de octubre de 2018

ES BUENO SER REY, LA LOCA HISTORIA DEL ESTADO PLURINACIONAL


Ovidio Roca

Hubris y mega estructuras en el Estado cocalero     

Grandiosa sensibilidad sindical la del Presidente, que no ahorra en gastos para hacer feliz a la población con aquello que a él más le gusta; por lo que disfrutamos de sus museos, palacios, canchas de fútbol, aviones, helicópteros. Seguramente los neoliberales infiltrados de su entorno se benefician con sobreprecios y comisiones millonarias, pero él ni pensarlo.

En su villorrio natal Orinoca, además del inmenso Museo al Ego que es más grande que todo el caserío, hizo construir carreteras, canchas e infraestructura deportiva.
En los alrededores de su kato cocalero del Chapare, “se lo construyo” un Centro de Alto Rendimiento, piscina olímpica y un estadio de primer nivel en Villa Tunari; otros dos estadios de lujo en Shinahota e Ivirgarzama, además de un moderno aeropuerto en Chimoré.  La última obra en inaugurarse fue el escenario deportivo en Villa Tunari que fue comparado con un campo al estilo de la Champions League.

En Bulo Bulo, Chapare, se construyó una Mega Planta de Urea de mil millones de dólares, que debiendo estar localizada en la frontera frente al mercado brasileño se la instala a más de novecientos kilómetros, por lo que el costo de transporte la hace no competitiva.

Muchos de los poblados que se benefician con estas megas obras son relativamente pequeños, prueba de ello es el Estadio “Evo Morales” de Ivirgarzama que tiene la capacidad para albergar a 25.000 espectadores, pero el pueblo apenas llega a los 8.000 habitantes.

En San Benito, a 40 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, un pueblo de 15 mil habitantes y conocido como capital del durazno, se construyó una infraestructura para la ahora ex UNASUR, sobre un área de 460 hectáreas y a  un costo de setenta millones de dólares. Tiene un Centro de Convenciones construido sobre 18 mil metros cuadrados, y cuenta un Auditorio principal con capacidad para 1.200 personas, salas de teleconferencia, dos auditorios con capacidad para 150 personas cada uno, una sala múltiple con capacidad para 5 mil personas y una sala VIP para 40 personas, además una plaza de comidas, estacionamientos y un helipuerto con capacidad para acoger seis helicópteros. El segundo bloque corresponde al denominado Parlamento Sudamericano, que posee una sala de sesiones con capacidad para 136 personas. Actualmente allí pasean algunas ovejas, mientras los niños pastores corren y juegan por los solitarios salones.

Pero a diferencia de los Faraones egipcios con sus Pirámides, Evo quiere compartirlo todo con el pueblo, por eso ofrece no solo su Palacio en La Paz, el que no solo estará abierto para encuentros oficiales, sino que se invitó a los sectores sociales para actos de graduación de bachilleres, fiestas de quince, matrimonios, prestes. Incluso se invitó a las parejas que contraigan matrimonio a realizar paseos en el helipuerto, que durante los sábados cumplirá las funciones de mirador y estará abierto para la población; allí se venderá asaditos y mocochinchi.

La misma oferta se hizo para la sede del Parlamento Sudamericano en la localidad de San Benito, Cochabamba, donde los sindicatos cocalero del chapare pueden celebrar sus fiestas y presteríos, allí también se puede comprar coca de Yungas y los deliciosos duraznos de la zona.

Es la borrachera, el Hubris del poder, pero el problema es que llega el momento de pagar las cuentas y no hay nada en la alcancía, los dilapidadores se van y nadie quiere asumir las responsabilidades y luego de la fiesta toca barrer la basura y empezar a reconstruir el país, y desde los cimientos.

ovidioroca.wordpress.com


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