jueves, 1 de marzo de 2018

DE LA POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS



Ovidio Roca

Un elemento esencial de la democracia y que la diferencia del totalitarismo es la existencia de partidos políticos y la alternabilidad en el poder. Este es un aspecto que delata y expone a los populismos disfrazados de democracia, que hacen todo lo imaginable para mantener al jefazo y a ellos en el poder, algo que vemos en los países Castrochavistas, en Corea, en China y en Rusia.

En el modelo democrático, los partidos políticos son estructuras pensadas para la toma y ejercicio del poder mediante el mecanismo electoral y representativo. Fueron los partidos políticos los que crearon la democracia por lo que esta modalidad de gobierno es impensable sin ellos; partidos que para definirse como tal deben tener propuestas, ideas, programas y liderazgo.

Para la democracia es natural y necesaria, la existencia de conflictos de opinión entre el partido de gobierno y los de oposición, puesto que ayudan a establecer pesos y contra pesos, normas y reglas democráticas; por lo que no es posible ni deseable eliminar a la oposición, pues con ello se destruye el tejido mismo de la sociedad.

En su afán de lograr el control de la opinión ciudadana, el populismo cocalero criminaliza toda acción y opinión política adversa a su gobierno, la que es acusada de política, entendido esto como nefasto; igualmente se lo hace con  las manifestaciones ciudadanas, a las que acusa de tener trasfondo político, y en esto tienen razón pues: “toda preocupación y acción ciudadana en defensa de sus derechos es política”, pues trata de los intereses de los ciudadanos de la polis, la Ciudad Estado y esto desde la antigüedad griega.

Toda esta criminalización de la política es una estrategia de los populistas para evitar que la gente asuma su compromiso ciudadano, su compromiso político de defender sus legítimos intereses; el problema es que este mensaje descalificatorio ha calado tan hondo que hoy casi todos niegan tener orientación o militancia política.

Por este descredito de los políticos y la política, actualmente la población no cuenta con una representación, con partidos políticos consolidados, organizados y profesionales que defiendan sus intereses y esto es muy conveniente para el Movimiento al Socialismo.

Lo que debemos convenir, dejando de lado los mensajes envolventes, es que toda movilización de la ciudadanía en defensa de sus intereses es política y es buena y necesaria y se la realiza porque el ciudadano goza de derechos políticos y debe ejercerlos para precautelar estos sus derechos y su futuro.

La ciudadanía descontenta y sin representación política, parece esperar una propuesta y aunque la mejor opción es la democracia liberal, esta no existe en el escenario político nacional donde todos son de alguna manera socialistas o populistas. Parece insólito pero los bolivianos que en su práctica cotidiana son capitalistas, ideológicamente creen que deben ser socialistas.

Toda actividad social se sustenta en la confianza y no puede haber confianza en la política si no hay confianza en los políticos. La política no puede ser una profesión, ni un medio de vida; la política tiene que ser una “vocación”, es decir, una llamada al servicio y entrega a los demás y no se debe utilizar como medio de enriquecimiento, ni para dispensar favores o prebendas.

El político es el representante de los ciudadanos en la defensa de sus derechos y libertades y por tanto es urgente y necesario recuperar el respeto, la consideración de los políticos y la reivindicación de la política y los partidos políticos como actores insustituibles de la convivencia democrática. Por tanto se hace necesario corregir y revertir la imagen devaluada del político y en este campo es imprescindible que éstos asuman su rol en defensa de la sociedad con eficiencia y honestidad.

ovidioroca.wordpress.com


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