Ovidio Roca
En el país se intentó
establecer un sistema democrático, con leyes, procedimientos e instituciones
que regulen y garanticen la vida en sociedad. El problema es que los operadores
no cumplieron su rol con honestidad e idoneidad por lo que las instituciones no
lograron consolidarse, crear una cultura democrática y ganar credibilidad ante
la población, por lo que el sistema devino en un autoritarismo y populismo que
la gente mayoritariamente rechaza. Ahora al carecer de alternativas efectivas,
la sociedad se desenvuelve en la anomia y bajo el arbitrio de grupos
corporativos que disputan el poder entre sí y con los herederos de lo que queda
del antiguo régimen.
Como resultado no hemos
logrado construir una cultura de trabajo, propositiva y creativa, sino que se
ha instalado una cultura rentista y extractivista donde los unos, usando el
aparato del Estado disfrutan del poder económico y político y el resto se
acomoda; o practica la cultura el bloqueo para oponerse a la autoridad que
detestan y de paso perjudicar al resto hasta conseguir sus miserables demandas.
El Gobierno mantiene
una eficaz estrategia comunicacional con la que convencen a la población que
viven en el mejor de los mundos, un mudo de informalidad y extractivismo con la
que convive la mayor parte de la población. Esta labor de desinformación está
en manos de los Llunkus del poder, lo que en otros lares se llaman de
intelectuales orgánicos, cuyo trabajo es elaborar relatos sensacionalistas que
engordan las expectativas del pueblo y que convierten en verdad todo aquello
que necesita ser creído como cierto, aunque no lo sea.
Presentan como un éxito
la Política económica gubernamental, indicando que gracias a la
nacionalización, la economía está blindada, que no pasa nada con el déficit
comercial y no es cierto que cae la producción de gas y de los alimentos; por
lo que podemos seguir gastando, pues nuestra moneda es más fuerte que el dólar
y eso nos permite traer todo de contrabando dando trabajo a nuestros esforzados
y sacrificados comerciantes informales. No se les ocurre mencionar los diez años
de altísimos precios del gas y minerales, que les cayó del mercado
internacional.
Como resultado el gobierno tiene a sus aliados dedicados a actividades ilegales,
mientras que no se lleva bien con las regiones donde predominan las actividades
productivas y legales.
No se menciona ni se busca
alternativas productivas y de innovación y se mantiene el país, en los moldes que
los populistas cocaleros conocen y entienden, con una mayoritaria economía
informal financiada por el narcotráfico que es la que financia especialmente el
comercio de contrabando hacia adentro y fuera del país, generando la abundancia
que vemos en los mercados y en las urbanizaciones como medio de consolidar el
derecho propietario de las tierras, así como acumular en inversiones
inmobiliarias.
El populismo cocalero
no cree ni practica los valores democráticos, lo asumen de manera formal por un
asunto acomodo internacional y evitar el rechazo de algunas instituciones
internacionales como las Naciones Unidas y la OEA. Evo que practica la cultura
del verticalismo autoritario sindical, es franco y directo en sus expresiones,
no como sus llunkus que las disfrazan. Él dice: “Le meto nomas y que arreglen
los abogados” o, “La llamada independencia de poderes está al servicio del
imperio norteamericano”.
Para salir de este
entuerto, el pueblo y los partidos políticos democráticos deben unirse y asumir
con firmeza el modelo democrático y la economía competitiva y de mercado, caso
contrario deben acomodarse al modelo populista cocalero y aprender a convivir
con él o en su caso migrar. Todo lo demás es paja.
ovidioroca.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario