DEL RACISMO SU CARA CONOCIDA
Ovidio Roca
Los estrategas políticos
utilizan distintas técnicas para la conquista del poder; en este caso los
Licenciados del MAS apelan al racismo, que utiliza las características
fácilmente identificables de las personas, tales como su color, idioma,
religión y/o cultura, para excluir y evitar así cualquier competencia en la
política, el poder y los negocios.
Para esta estrategia
indigenista fabricaron un icono indígena exitoso; una cara conocida, con peinado
raya al medio y chompa, que luego devino en chaqueta estrafalaria pero de
diseñador caro. Con esta estrategia de mercadeo se logró ilusionar y captar la
adhesión de muchos mestizos e indígenas andinos, que se identifican con él y quieren
vivir como él.
El problema para el país, es que este plan exitoso de captura
del poder y su práctica populista e indigenista de gobierno, está dejando miseria
y resentimientos y terminara destruyendo o complicando un futuro deseable de
convivencia para todos los ciudadanos.
Desde su fundación, Bolivia estuvo bajo la tutela de las
corporaciones mineras, quienes la diseñaron como un Estado centralista y concentrado
en la región donde están, tanto las minas, como la mano de obra indígena manejable
y útil para esta explotación extractiva. El resto del país era monte y
culebras; selvas, llanuras y pueblos ignorados y nada útiles para
el Estado minero andino; tal es así que su territorio fue paulatinamente anexionado,
hasta casi en un cincuenta por ciento, por los países vecinos.
El aparato del Estado, fue siempre una gran torta que
se disputaban las distintas corporaciones y grupos de interés y se da un primer
cambio de explotador con el surgimiento del estaño y la declinación de la economía
de la plata. La Guerra, llamada federal del año 1900, entre grupos paceños y
chuquisaqueños, se da por el control del aparato de gobierno y es impulsada por
los nuevos y más competitivos actores económicos chucutas vinculados a la
economía del estaño.
El actual Estado Plurinacional, andino
centralista, corporativo e indigenista, sigue la misma tónica extractivista
anterior, con el agregado del gas, la coca y un fuerte impulso del gobierno por
el control y expansión territorial a cargo de los mitimaes, colonos andinos, enviados
para tomar y explotar totalmente el territorio.
En este país diverso, los pueblos de las llanuras son más
abiertos y liberales y no comulgan con los gobiernos centralistas y populistas.
Para dominarlos, los masistas utilizan el aparato del Estado y a los pueblos
andinos por su cultura corporativa y capacidad de movilización. Para ello se reparten masivamente pegas públicas
a sus seguidores mestizos e indígenas andinos y de esta manera, la cara de la
burocracia estatal centralista: punitiva, intervencionista y extorsionadora, es
percibida en el resto del país con estos rasgos étnicos y el ciudadano se
olvida que el poder detrás del trono está detentado por una burocracia
blancoide o k'ara, que manipula a estos indígenas y muestra alguno de ellos como
actores principales de este drama plurinacional.
Es así, que en su vida
cotidiana el camba, el chapaco, las clases medias democráticas y especialmente
los jóvenes y los “libre pensantes”, se encuentran y enfrentan con la cara
conocida del Estado Plurinacional en la faz andina del policía, que busca la
forma de extorsionar al conductor de vehiculos, al productor y al comerciante; también
con la tropa de fiscales, jueces y otros funcionarios estatales, que manejan y
usan a su albedrio y provecho propio los juicios civiles, penales y asuntos de tierras
y bosques y ahí por delante.
Para los Licenciados masistas, los pueblos andinos son
útiles y funcionales, pues el colectivismo, el caudillismo y la propensión
hacia el Estado totalitario lo tienen como matriz cultural heredada del imperio
colectivista incaico. Como además saben marchar y obedecen al Inka, los usan como
mitimaes para conquistar y tomar nuevos espacios territoriales y lo hacen
aprovechando sus ventajas comparativas: su cohesión cultural y étnica, sus organizaciones
comunitarias, su capacidad de movilización, su cultura corporativa e innatas
habilidades comerciales.
Todo esto es aplicado exitosamente en la conquista
territorial y política del oriente y el chaco; avasallando a sus poblaciones de
cultura individualista, permisiva y poco acostumbrada al enfrentamiento
cotidiano y loteando día a día sus
tierras, sus trabajos, sus calles y mercados y hasta sus bailes y sus fiestas, generando
resentimiento y rechazo y dando paso a un creciente sentimiento de xenofobia.
Es evidente que todas las personas tenemos diferentes
características étnicas y culturales y lo importante para nuestro mutuo relacionamiento
es “el respeto al otro y el derecho de cada uno a su propia diferencia”.
El derecho a la diferencia en un país diverso, multiétnico
y multicultural como el nuestro, es
fundamental y todos debemos asumir creativamente esta diversidad, construyendo un
Estado Federal democrático, donde todos nos respetamos y somos iguales ante la
ley.
En consecuencia una de
las peores herencias que dejara el masismo; adicional a la destrucción de la
institucionalidad, de la economía, de la inmensa deuda pública, el encumbramiento
de la corrupción y tucuimas; es la del racismo.
ovidioroca.wordpress.com
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