Ovidio Roca.
Un buen economista
callejero entiende, que el rol principal del Estado es velar por el orden
público y mantener la violencia bajo control. Si no tiene éxito, como suele ser
el caso en los países subdesarrollados, el Estado puede convertirse en un mero
grupo de saqueadores que recaudan impuestos que son solo una forma de explotar
a quienes producen riqueza para apoyar a quienes se han apoderado del Estado. Axel Káiser.
“Lo único necesario para el triunfo del mal,
es que la gente buena no haga nada”. Pukymon.
“Yo le meto nomas y todo y a todas me las aprovecho”.
Wawuamikhuy.
Esto se vuelve obsesivo para aquellos que medran a la sombra del Jefazo (Evo o
Lucho) por lo que siguen haciendo
cualquier cosa por más humillante y vergonzosa que sea, para ensalzarlo,
promoverlo y así evitar su caída.
Ellos están aquejados de hubris en su versión amarra huatos y chupa tetillas, y
se olvidan que el hubris precede siempre a la caída.
Sobre el masismo y el
ll’unkerio nos ilustra Santos Noco Chopeyaqui siguiendo a su maestro Aristóteles:
“El masismo, es peor que la suma de sus
llunkus, entre ellos los “siky llunku””.
Este último, un término quechua que literalmente, significa lame culo.
La fe nos sostiene y oramos en
diferentes idiomas para pedir ayuda:
¿Porque rezas en Ingles?: Es que la ayuda la necesito en dólares. ¿Por qué
rezas en Quechua?: Es que la ayuda la necesito en cocacoins.
A falta de dólares, buenos son los cocacoins del Evo. Los cocacoins no son
circulares y metálicos como las monedas, sino pequeños
envoltorios rectangulares con polvo blanco. Para el comercio internacional son
paquetes, tipo ladrillo o adobes.
El juego de la economía.
Dos
jugadores peritos en la cancha, el cajero y el economista; dos países, dos modelos económicos y
una frontera internacional donde pulula el contrabando y donde a falta de dólares
circulan cocacoins, bolsitas de pichicata para el menudeo y ladrillos, para
compras mayores.
Un Modelo Económico, Social, Comunitario, Productivo y cocalero y el otro,
un Modelo de economía de mercado, privatización de las empresas estatales,
reducción del Estado, control del Banco Central evitando la emisión monetaria.
Cada
jugador aplica su estilo y su modelo, Lucho sigue endeudándose, creando
empresas estatales y contratando a nuevos burócratas, Milei privatiza las
empresas estatales y despide a miles de “ñoquis”.
Lucho aumenta las subvenciones pensando en las elecciones de 2025 y Milei las
elimina porque quiere crear una economía fuerte.
La semana pasada The Economist y Bloomberg decía algo que todos vemos, pero ahora lo dice Bloomberg: ¡Es inminente una grave crisis financiera en Bolivia!.
Apretarse los cinturones y preparar la mochila para irse y buscar otros rumbos;
si es que hallan un país que los reciba.
ovidioroca.wordpress.com
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