Ovidio Roca
“Dicen algunos
amigos de AMLO, que las mentiras que diariamente salen de su boca no son
con el afán de engañar, sino que son una especie de mentiras sinceras, pues el
presidente no sabe que miente.
Otros opinan que él es un cínico y con sus mentiras manipula a la
población”.
Al
final, cada quien cree lo que quiere y así les va. Pukymon.
Los populistas toman el poder y reescriben la historia a su gusto y
conveniencia.
Con
la desinformación y la demagogia fomentan la desestabilización y con la
doctrina woke, imponen un nuevo tipo de pensamiento único.
Los
progres y populistas, demagógicamente hablan de una grandiosa justicia social
en los regímenes socialistas, mientras los datos de la realidad muestran en
todas partes el fracaso de este modelo socialista. A pesar de todo, miles de
personas los siguen en procura de esa buena vida prometida: Una vida sin
responsabilidad y bajo dependencia del dinero ajeno y con falsas promesas de
igualdad, las que se desvanecen día a día dejándolos en una realidad de
creciente desigualdad.
Política e ideología del populismo
cocalero, escuchando a sus líderes.
En
los países populistas, una minoría honesta de ciudadanos se encuentra
controlada por otra minoría organizada y peligrosa, la cual gobierna con el
apoyo de una mayoría de votantes que reciben algunas prebendas y privilegios y
a quienes poco les interesa el desastre que está ocurriendo. Un desastre que
será cada vez peor, gracias al apoyo de sus socios internacionales.
El
modelo de Gobierno es Estatista y Centralista y no genera garantías, ni
ambiente y seguridad para garantizar la propiedad privada. Todo está en manos de la burocracia
del Estado y no existe iniciativa empresarial y economía de mercado.
Lo explica el Ministro de Planificación, Cusicanqui: “Estamos llevando un proceso de industrialización a partir del Estado,
pero también esperamos que el sector privado nos acompañe. Si el Estado está
presente en este proceso es porque los privados en algunos sectores no han
tenido la iniciativa de participar.”
Los
populistas cocaleros aplican en Bolivia la misma línea progre del resto de los
países, pero con una visión más pragmática. Utilizan para ello el estatismo y el
centralismo para conseguir su objetivo, cual es el poder y el dinero de la coca.
Evo Morales, cuenta su experiencia como gobernante: “¿Cuál es nuestra experiencia?. Si no quiere de buenas; a las malas y
eso es con movilización.
Esa es nuestra experiencia y esta clase de problemas siempre los hemos
derrotado. Si a los gringos hemos derrotado, cómo no vamos a poder derrotar al
que se ha convertido en un lacayo de los gringos. Eso es sencillo eso, claro
pues”.
Este
tipo de régimen populista y progre no es marginal ni va a desaparecer a corto
plazo, porque se apoya en unas fuerzas poderosas y duraderas: El miedo a la
libertad, a la sociedad abierta y la revolución tecnológica; el malestar
cultural e identitario, el sentimiento de desposesión y las pasiones racistas y
religiosas.
ovidioroca.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario