Ovidio Roca
A
Bolivia como al resto de los países nos llegó de
Europa la
propaganda comunista y
populista, que influyó especialmente a un
sector de
políticos
e intelectuales
los
que fueron inducidos
a creer que para que se reduzca la pobreza en el mundo, es necesario
implementar un modelo estatista
y redistributivo,
bajo
manejo
y coerción
estatal.
Luego
el
populismo se impuso
con sus promesas de vivir bien y su modelo económico que
consiste
estatizar
la economía, hacer
crecer el aparato
del Estado,
aumentar el gasto publico y gastar más de lo que se tiene. La
solución inteligente
que
encontraron cuando
se gastaron toda la plata, fue
emitir billetes
y adquirir más deudas.
En
Bolivia con
el populismo cocalero
se
posicionan
los intelectuales e
interculturales
masistas, mestizos y de clase media, que son muy buenos trabajando
como pajpakus. Así
mismo los
huairalevas de manos largas y bolsillos hondos, que solo prometen
sentenciar
a favor de
los que no son afines al Gobierno con
pago por adelantado. y
que para realizar algo útil y práctico para la sociedad no tienen
interés ni ganas.
Todos estos clase medieros, viven y disfrutan de las tetas del Estado, mientras los grupos campesinos chapareños e interculturales viven de la mama coca procesada industrialmente y del masivo contrabando. Todos felices mientras esto dure.
En esta sociedad con cada vez más retos y complicaciones, se ha venido degradado el trabajo y la educación. Los estudios y análisis sobre el sistema educativo, en este mundo de la tecnología y del cambio permanente, muestran que los estudiantes están poco capacitados, no entienden lo que leen y no tienen capacidad para resolver problemas matemáticos básicos. Por lo que se carece de recursos humanos para integrarse a la actual economía del conocimiento y del cambio tecnológico.
El desafío es salir adelante en estas nuevas condiciones y eso implica buena educación, buenos planes de desarrollo y buenos ejecutores. En el campo, para tener una buena cosecha se necesita de un buen agricultor, buena semilla, buena tierra, buena agua, respeto al ecosistema, protección de los impactos de los depredadores y los vientos. A su vez, en la sociedad y para progresar se necesita ejecutores que saben de su trabajo, con un buen programa viable y sostenible: Economía de mercado, libre circulación, seguridad jurídica, libertad personal, Estado reducido y eficiente, respeto a propiedad privada y evitar barreras, aranceles y controles a la actividad privada licita.
Hemos visto como los masistas populistas y cocaleros, una vez dueños del gobierno se gastaron toda la plata de las épocas del gas, avanzaron por las reservas del Banco central y en estos últimos tres años se gastaron 13 mil millones de dólares de las reservas, luego acudieron al endeudamiento masivo nacional e internacional. Se apoderaron del 80% del Presupuesto General de la Nación, tiene una burocracia de 526 mil empleados públicos y más de 100 empresas estatales ineficientes y quebradas y quieren gastar en cientos mas.
A la pregunta de que hacer, el sentido común nos dice hagan lo contrario que ellos pues ya se ha demostrado que esto no funciona y apliquen el sentido común y lo que la economía nos enseña, es decir apoyar a los emprendedores que trabajan y aportan a su desarrollo y al de su comunidad en un marco de libertad y seguridad jurídica. En las sociedades exitosas, para trabajar y producir la gente cuenta con libre determinación (siempre y cuando no afecte el mismo derecho de los demás) y la seguridad jurídica de que su persona y su propiedad privada serán protegidas.
Ludwig von Mises, explica que cuando se elimina la propiedad privada desaparece el sistema de precios y cuando esto ocurre, todas las señales del mercado desaparecen e inevitablemente se cae la más ineficiente asignación de recursos, la que complementan con hambre y miseria las experiencias de las dictaduras de partido único.
ovidioroca.wordpress.com
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