Ovidio Roca
“En el mundo del revés, nada el pájaro y vuela el pez, los gatos no hacen miau dicen yes porque estudian mucho ingles”. María Elena Walsh.
Con los avance tecnológicos y políticas populistas, eliminamos los derechos humanos y matamos con mayor eficiencia a las personas.
Todos
los días vemos que la sociedad usando la ciencia, la tecnología y
el trabajo creativo, el que debería ser utilizado para construir
instrumentos en beneficio de la población y lograr el bienestar
mundial, siguiendo un impulso obsesivo se orienta a fabricar armas
cada vez mas sofisticadas y letales para destruirla.
Paralelamente
y para complementar esta actividad destructiva, se busca ampliar
estas guerras armadas con guerras de religiones y enfrentamientos
letales entre civilizaciones.
En este Siglo del revés, de la Estulticia y el populismo, podemos ver algo por lo demás extraño: El atraso tecnológico podría ayudar a la supervivencia de la especie homínida y el Evo tiene la receta para evitar el apocalipsis nuclear y la extinción de la raza homínida. Es el retorno al mundo primitivo, al hacha de piedra, al pasado incaico y sin olvidar la coca con llujta.
Mientas los países con alta tecnología producen bombas y misiles sofisticados y con ellos matan miles de personas en segundo, los países de baja tecnología como Bloquivia, utilizan piedras y escombros para bloquear las vías y joder a las personas, así se producen menos muertes, y estas son por daños colaterales.
Elegimos como autoridades a quienes nos matan.
La Asamblea de la ONU es una burla, una absurda parodia. Esta mayormente conformada por quienes adversan la libertad y los derechos humanos: Irán preside la Comisión, de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, mientras China, Rusia y Cuba pasaron a integrar la del Consejo de Derechos Humanos.
Los negocios del populismo
“El boliviano es emprendedor, evita pagar impuestos, se mueve en un ámbito de economía privada, libre e informal, pero acaba votando por el político que le ofrece más bonos y subsidios”. Antonio Saravia.
Ellos saben vivir del cuento y comer del cuento. El negocio de los masistas es ganar plata usando la plata ajena. Cuando se apoderan del Estado juegan a empresarios y ganan plata sin correr riego, usan los recursos de los ciudadanos y perjudican a los emprendedores nacionales que se arriesgan y compiten contra las cientos de empresas publicas.
La empresa publica es por tanto el gran negocio de los populistas y a costa de los ciudadanos. Una opción para dejar de perder con estas empresas es su venta al mejor postor, o convertirlas en sociedad anónima y vender las acciones en el mercado de capitales. Si la empresa es inviable económicamente debe ser liquidada para frenar la sangría en los ingresos de la población.
El trabajo legislativo de los masistas es promulgar leyes, las que en realidad son una forma de robo legal, pues ley injusta no es ley, es atropello, un asalto con apariencia de legalidad.
Su trabajo político es atemorizar a la población y eliminar a la oposición, y para ello usan el enfrentamiento racial, a los indios, collas, cambas y mestizos.
La
tierra es su negocio, avasallan y queman los bosques, toman las
tierras y las venden a los interculturales para urbanizaciones y la
siembra de coca, con esto producen muchos billetes y también mucho
humo.
Siguen quemando y ganando mucha plata. Jallalla
interculturales collas y cambas masistas.
La tragedia de los comunes.
“Cuando todo es de todos; nada tiene dueño, nadie lo cuida y menos lo trabaja y desarrolla”. Pukymon.
En
1968 Garret Hardin publicó “La tragedia de los comunes” una
teoría que demuestra que todos los bienes comunes, todo aquello que
no tiene dueño y que por tanto pertenece a toda la humanidad,
siempre se ven perjudicados por el abuso que hacemos de ellos.
ovidioroca.wordpress.com
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