Ovidio Roca
“La meta de
vivir mejor y con una cultura y práctica ecológica, implican que en un planeta
finito y con recursos limitados se debe avanzar hacia la austeridad y
simplicidad. Con un sistema político que garantice la libertad y la propiedad,
una tecnología para producir más y mejor sin afectar al ecosistema. La idea es
cambiar el bien-tener con el bien-estar, calidad de consumo más que cantidad”.
Pukymon.
El continuo aumento de la brecha entre pobres y ricos a
nivel mundial, contradice la teoría según la cual el solo el crecimiento
económico, ignorando los aspectos sociales y ambientales, es capaz de reducir
las desigualdades y de reforzar la cohesión social.
Cabe hacer notar que en los últimos años se ha conseguido mejorar las rentas en
muchos países en vías de desarrollo, mientras en África y parte de Asia y
Latinoamérica se ha sufrido el empeoramiento de sus condiciones de vida. Son estos
los Estados calificados como fallidos y esto como resultado de la combinación de
Políticas populistas, económicas, sociales y ambientales erróneas y el excesivo
crecimiento demográfico.
Un Editorial de El Día, describe muy bien las
características de la tradicional política centralista y estatista de Bolivia,
que impulso esa gran migración hacia
Santa Cruz y la toma y degradación de sus tierras:
“En estas tierras de Santa Cruz, han
venido a parar todos los errores cometidos por los sistemas políticos que han
manejado el país desde su Independencia. Aquí están los expulsados del centralismo,
el sobrante del extractivismo, los excluidos del esplendor de la plata y del
estaño, los que escaparon de las minas de Potosí, los relocalizados y los
campesinos para los que no alcanza el auge de la coca y el narcotráfico, que
llena los bolsillos de unos pocos que hoy se aferran al poder con uñas y
dientes conocedores de que se trata de la única alternativa que tienen; la
última que les queda, pues ya no tienen más que ofrecerles a los bolivianos”.
Un estudio de la fundación alemana Friedrich Ebert
Stiftung (FES) calculó en 2010, que Bolivia (actualmente mucho más) pierde anualmente 350.000 hectáreas de bosques
debido a actividades tanto legales como clandestinas. Esas 350.000 hectáreas
implican unos 320 metros cuadrados por persona de pérdida de bosque al año, una
de las más altas del mundo y representa, según FES, unas 20 veces más que el
promedio mundial, que es de 16 metros cuadrados por persona. A este ritmo que se
ha venido incrementando en los últimos años, los bosques de Bolivia desaparecerían
antes del año 2100
A diferencia de los Departamentos de cultura
centralista y estatista; un acierto de la dirigencia cruceña fue el de practicar
una economía de libre mercado y el respeto al trabajo y a la propiedad privada,
lo que impulso su desarrollo. Una economía y práctica empresarial exitosa que
es permanentemente boicoteada por el Gobierno populista cocalero del MAS, que
quiere debilitar, avasallar y colonizar a Santa Cruz e implantar su Estado Centralista,
Plurinacional, Populista y Cocalero.
Forman parte del Plan masista para la toma de Santa
Cruz, boicotear su producción y exportaciones, realizar permanentes bloqueos de
vías y toma de Tierras productivas, Parques y Reservas.
Un Plan que tiene componentes legales, económicos y políticos y cuyo plan económico, se
lo realiza con la toma de las tierras productivas en manos de los
agricultores. Unas tierras con cuya producción agropecuaria han garantizado, hasta
ahora, la seguridad alimentaria de Bolivia.
ANAPO denunció que los avasalladores cuentan con
información privilegiada del INRA sobre los mejores predios productivos
ubicados en cada Provincia. Los avasalladores las solicitan y rápidamente
reciben “Autorizaciones de asentamiento” y esto facilita e incentiva los
avasallamientos y por tanto crecen los conflictos por la tierra.
Según la Fundación Tierra, estas Autorizaciones benefician a los
interculturales, gente relacionada con el Partido en función de Gobierno. Ante estos
continuos avasallamientos la policía no actúa con efectividad, carece de
logística y de efectivos y por tanto se genera inseguridad en el
sector productivo y se desincentiva la producción agropecuaria en Santa Cruz.
El avasallamiento y la toma de estas tierras utilizando
armas de fuego, no se lo realiza para asentarse y dedicarse a producir. Este no
es su negocio, lo hacen para amedrentar, expulsar a los propietarios, generar
inseguridad, bajar el precio de las tierras y comprarlas a precio de gallina
muerta. Luego cuando se calme la situación, venderlas a aquellos compradores
ligados al MAS. Son tierras ya preparadas y con infraestructura y equipos. De
veras un buen negocio.
Los masistas están queriendo construir en Santa Cruz algo
igual que en el Chapare, un Estado independiente cocalero. Un otro país dentro
del Departamento, para tener amplios territorios para sus plantaciones de coca y
centros de procesamiento y comercialización de la cocaína y lo más cerca de las
fronteras internacionales.
ovidioroca.wordpress.com
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