Ovidio Roca
“Es absurdo pedir a los dioses, lo que
cada uno es capaz de procurarse por sí mismo”. Epicuro.
El ejemplo de países exitosos nos enseña, que la base
del progreso es crear, producir y en el camino ganar experiencia. Existen
sociedades que por su práctica histórica son adictas al centralismo y no
quieren o no tienen capacidad para actuar y hacer lo necesario para solucionar por
si mismas sus problemas. En consecuencia, claman y piden dadivas al centralismo
y esto lo hacen las autoridades locales y lo hacen los ciudadanos y al final es
un masivo llanto plañidero. Luego la gente desesperada y sin tener claro un
futuro, lo único que hace es protestar, salir a bloquear y lo para ganar unos
quintos o como medida terapéutica de su propia desidia y de paso perjudicando a
todos.
Por ahora no hay partidos políticos con doctrina,
propuesta de gobierno, dirigencia y militancia; solo hay un juego de roles, de
siglas vacías que se alquilan. Y ante
la falta de una Dirigencia política creíble, crece la inseguridad y se
multiplican y crecen las Organizaciones, los Movimientos sociales, los que han
reemplazado y de manera desastrosa a los Partidos políticos, dejando el camino
expedito para que las hordas de interculturales y sindicalistas se impongan, bloqueen
las calles y caminos reclamando cualquier cosa, porque todo les viene bien.
Luego y ante nuestra
impotencia y desesperación, acudimos al fácil y cómodo expediente de buscar
tanto fuera como dentro del país, a un enemigo para echarle la culpa del
desastre nacional; especialmente el Imperialismo.
Hasta ahora esto no ha funcionado porque por ahí no viene la solución, los peores
enemigos de nuestro progreso están dentro del país y lo son tanto el gobierno
cocalero con su angurria de poder, como la dispersa oposición con su desidia.
Nos negamos a entender
que el problema somos todos los bolivianos, que lamentablemente venimos permitiendo o
apoyando a los políticos truchos que nos están llevando a la destrucción
institucional, social y económica. Solo el día que comencemos a aceptar
nuestros errores y asumir nuestras responsabilidades; quizá y si aún existimos
como República, podremos volver a comenzar.
Lo que la experiencia
internacional nos señala como solución, es contar con una verdadera
institucionalidad política, partidos con doctrina, con propuestas, dirigentes
serios y militancia esclarecida.
En estos días y en
medio de este ambiente de pandemia, desesperación y próximos a un desastre
económico; nuevamente se habla de Federalismo; una forma de
gobierno que no es de ahora recordemos que en la antigüedad, Grecia fue el
primer Estado Federal, conformado por multitud de ciudades-estado con leyes y
sistemas independientes, pero agrupados bajo la bandera griega en ámbitos como
el político y el bélico. Grecia fue una de las mayores potencias del mundo en
lo cultural y militar.
Un principio básico del Estado Federal
y liberal, es la construcción del Estado desde los cimientos, desde la base
hacia arriba y donde las entidades territoriales crean, dan forma y delegan
competencias a un Estado Nacional.
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