Ovidio Roca
“Las personas tenemos la tendencia a creer en utopías
y soñar con una sociedad perfecta y es mejor si para lograrlo no se necesita
trabajar”. Pukymon
Durante las años cincuenta y sesenta, la Revolución
Cubana enamoro a la intelectualidad latinoamericana y este enamoramiento duro
hasta que muchos de ellos fueron a visitar la Isla de la libertad. Entre estos
Mario Vargas Llosa, el insigne intelectual y escritor que se dejó encandilar como
muchos otros y luego cuando visito la Cuba revolucionaria y observando en el
terreno los efectos letales de la revolución reconoció la distopía e
inmediatamente dejo de creer en la utopía revolucionaria que lo encandilo y
pasó a defender la democracia y la libertad.
Los bolivianos y especialmente los de tierras altas, por
su larga vivencia bajo el centralismo han incubado una mentalidad y supersticiones
ideológicas; creencias y mitos socialistas que están profundamente arraigados
en su subconsciente; tienen una percepción ilusoria del socialismo y consideran
que esta fracción política es noble y defiende a los trabajadores, a los
desposeídos, a los indígenas.
Esto se evidencia cuando alguno de ellos en sus discursos e intervenciones critican
al masismo reclamándoles: Ustedes dicen ser socialistas, pero en realidad no lo
son, pues actúan dictatorialmente contra los trabajadores, contra los indígenas
de tierras bajas, contra la ciudadanía que los adversa.
Ellos en su fuero interno creen que los socialistas
construirán la utopía del vivir bien y cuando ven que estos socialistas y
populistas, cuando se apoderan del Gobierno, destruyen a las personas, la
sociedad y su economía. Entonces se asombran y reclaman a los masistas que definitivamente
no son socialistas, pues destruyen a la sociedad y de paso los sueños.
En realidad estos ciudadanos no entienden que esto que están viendo, es el verdadero
socialismo, no el de los discursos y que los masistas son socialistas y ahora con
Evo populistas cocaleros.
Los demócratas liberales y contrarios al centralismo, consideran
que lo único que buscan los socialistas es el poder para ellos y solo para
ellos, y muestran cada día y en la práctica, que el pueblo cuando no le es útil
poco les importa.
Por esto los liberales les dicen: “Ustedes son y actúan como verdaderos
socialistas, pues proceden de manera dictatorial y empobrecen al pueblo y al
país”.
Estas actitudes de las personas, tanto de aquellas que
tienen un subconsciente socialista como las de los liberales, se la explica por
eso del “sesgo de confirmación”. Recordemos que el sesgo de
confirmación es la tendencia a buscar, interpretar y recordar la
información que confirma nuestras propias creencias.
Pese a su negra historia y sus permanentes fracasos en
la economía y en lograr el bienestar para la gente, las izquierdas en el mundo
se arrogan el derecho y muchos se lo creen, de ser la voz de los trabajadores y
los desposeídos, avalados por “la autoridad moral” que les otorga el haber
producido cien millones de muertes en el siglo XX. Los millones de muertos de
hambre y Genocidio en la URSS, en China, confirman esta su vocación. Por esto
es que se dice que la mejor vacuna contra el marxismo, es haberlo conocido
desde dentro y sobre todo haber visitado en américa la Cuba Castrista y también
la Venezuela Chavista.
El Grupo de Puebla, Socialista y Castrochavista, torna
miserable a sus pueblos y los hace escapar buscando la libertad. Ellos actúan de
esta manera destructiva, porque es su naturaleza, y un dicho que confirma esto
es: “La izquierda, por su misma naturaleza no puede dejar a la gente vivir en
paz”. Wañuchun Evo y los populistas cocaleros.
ovidioroca.wordpress.com
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