RECRIMINACIÓN A LA ESTULTICIA.
Ovidio Roca
A los peruanos se lo dijeron, lo escribió el candidato
en su programa de gobierno, ellos lo leyeron, lo vieron y compartieron su
tragedia producto del populismo con nuestros hermanos venezolanos en las calles.
Pero existe una fuerza poderosa que obnubila y guía al pueblo, el que guiado
por el masoquismo y la estupidez corre a buscar y recibir su castigo, y este es
el virus del populismo, condimentado ahora con el virus chino.
Al margen de la crisis económica y miseria que se les avecina
a los peruanos, con el comunismo y el populismo, se añade la pérdida de su
libertad y el drama de tener que vivir en una sociedad fuertemente dividida y
enfrentada por sus visiones y esperanzas.
En Latinoamérica las izquierdas y derechas ya venían
fracasado. Es una derecha que se mueve exclusivamente en el espacio de la
economía y una izquierda que lo hace casi exclusivamente en el espacio de la
ideología, por lo que la gente angustiada y buscando una nueva referencia se
deja manipular con la predica populista, que es la que se acerca más a las emociones
de la gente.
Nos preguntamos, que tiene el populismo que hace
perder la razón al pueblo, aunque por suerte no a todos. Por lo que hemos visto
se trata de una predica ideológica que se enfoca en las masas más desposeídas y
humilladas; con aquellos históricamente más postergados, empobrecidos y de
procedencia indígena, a quienes les venden unos espejitos que ellos ilusionados
compran. En este esquema político y ambiente de desesperanza es que prevalece y
triunfa el populismo, un mecanismo exitoso de manipulación y lo hace con promesas
de bienestar de manos del Estado y un discurso de odio.
Un discurso que divide y enfrenta a la sociedad: el pueblo contra los ricos,
los burgueses, los blancos y contra todo aquel que interfiera en sus negocios.
Un mal sentimiento pero una muy buena estrategia política.
Estos manipuladores,
manejan un discurso de campaña muy sencillo y rentable: propone salvar a los
pobres, evitar los abusos del poder, combatir la corrupción y fabricar un mundo
mejor para sus seguidores. Lo admirable es que a los
Populistas en ejercicio del poder y pese a sus resultados reiteradamente catastróficos,
siempre se los justifica porque sus buenas intenciones “no funcionaron“, pero fue
por culpa de los otros y del imperialismo.
Pedro Castillo
abanderado del partido marxista Perú Libre, propone a sus seguidores cambiar la
Constitución y establecer una economía al estilo de Evo Morales en Bolivia. Un modelo
de gobierno y de economía que los masistas llaman de “Nuevo Modelo Económico,
Social, Comunitario y Productivo; pero que en los hechos es un modelo centralista,
estatista, corporativista, cocalero y contrabandista.
Para información de los
peruanos seguidores del modelo Evo, los populistas cocaleros bolivianos
ya en el poder, echaron mano a los recursos del Estado, que en ese momento eran
cuantiosos por el boom de los minerales e hidrocarburos. Crearon y repartieron miles
de empleos públicos, endeudaron el país, realizaron cuantiosas inversiones en
proyectos fallidos pero que les produjeron jugosas comisiones, proliferaron los
negocios y contratos raros, el reparto de tierras para los interculturales cocaleros
con lo que se amplió el negocio de la coca y el narcotráfico, y no dudaron de
aprovecharse de las instituciones, especialmente de la justicia y las arcas
públicas. Para aplicar esto en su país, es que ustedes votaron y lamentablemente
van a tener que aguantarse, pues ya lo sabían.
Volviendo al malhadado triunfo de Piter Castle
compinche de Evo; se viene un gran problema para el resto de los
latinoamericanos. Es previsible que Sendero Luminoso avance y controle mayores
territorios cocaleros y que en éstos se pueda conformar una fuerza interamericana
con las milicias armadas que proponen los cocaleros de Chapare, más los
Comandos brasileños y las FARC. En este caso estaría surgiendo un ejército
multinacional del narcotráfico, con capacidad de operar en Perú, Brasil,
Bolivia, Colombia y Venezuela, en una gesta imparable del narcotráfico.
Lo ideal es que nada de esto ocurra, pero lamentablemente
lo hará y el origen es esa obsesiva persistencia por las ilusiones que siembra
el populismo y que engatusa al pueblo, sustentada en el engaño que alienta la
estulticia del pueblo.
ovidioroca.wordpress.com
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