Ovidio Roca
“El socialismo
es como una trampa para ratones. Funciona porque el ratón no entiende porqué el
queso es gratis”. Alexander Staudt
El famoso Manifiesto comunista de Marx y Engels proclama: Un fantasma recorre
Europa, el fantasma del comunismo y en el mismo se prometía reivindicaciones
sociales, riqueza y bienestar para todos los conversos, pero lamentablemente lo
único que genero fue millones de muertes, angustia, miseria y desesperación.
Ahora después de variados años el mismo fantasma insurge disfrazado y con otros
profetas, bajo el nombre de populismo y circula por toda nuestra américa.
El populismo con su discurso demagógico, tiene
contaminados a los pueblos latinoamericanos y fruto de esta infección ellos son
insensibles a la realidad, por lo que no quieren ver la tragedia venezolana, la
crisis boliviana, la decadencia argentina, el totalitarismo cubano, que pronto se
les viene encima.
Un ejemplo de este comportamiento es el del pueblo boliviano que repitió la
dosis populista y también el pueblo peruano, que con amplia información de lo
que viene con el populismo hace lo mismo. El candidato Castillo les informa y
con toda claridad, que es comunista, castrochavista, que estatizara las
empresas con lo que llevara la crisis a su país y por ende que ellos se verán
impelidos a migrar, como lo hacen esos miles venezolanos que diariamente ellos ven
circular por sus calles. Sin embargo extrañamente las masas deciden apoyarlo y votaran
por él. Pukymon dice que la estupidez en un derecho humano.
En su programa de
gobierno, Castillo el del sombrero alón, “luq’u
yurax”,
informa con toda claridad que promoverá la guerra entre ricos y pobres, que
nacionalizara y expropiara las empresas pero que distribuirá sus dadivas a todo
el pueblo. Que se apoderara de las instituciones del Estado para
perpetuarse en el poder y todo esto lo promete sin contar con recursos, pues ya
se acabó el boom del petróleo y las materias primas y se encuentra en medio de
una pandemia de virus chino.
En Bolivia y con el MAS tenemos la versión cocalera
del populismo. Es el instrumento político de un conglomerado corporativo
de organizaciones variopintas, las que están haciendo una repartija de la
estructura gubernamental y fragmentando la gestión pública. Para decirlo en
lenguaje intercultural; el masismo es un “ch´enko”, vale decir un
amasijo, un bolleo de lo demás despelotado: confusión, duda, desorden y un
vano intento de aglutinar y controlar ese conglomerado de intereses
diversos: cocaleros, pichicatos, contrabandistas, sindicatos, cooperativas
mineras chinas, movimientos sociales, gremiales, chuteros y tukuimas.
El MAS, como todo populismo no reconoce ni valora al
ciudadano, una persona con principios y pensamiento propio lo que los hace
peligroso, por lo que ellos prefieran a la masa tribal, fácil de manejar y utilizar.
Para ampliar su dominio sobre el resto del país ha
utilizado la colonización étnica, la toma y reparto de tierras, la coca y así
debilitar y controlar a los pueblos del oriente, de pensamiento algo más libre.
En la historia no se ha visto que
ningún Gobierno socialista haya generado riquezas para proceder, como prometen a
su distribución igualitaria. El estilo y
la práctica de los políticos populistas que dicen luchar por los pobres, es atacar
y expropiar a los ricos que hicieron su fortuna trabajando. En esencia ellos roban la riqueza generada
por los emprendedores y dejan caer unas migajas a sus seguidores, mientras ellos se enriquecen rápidamente, lucrando del
Estado y de los negocios estatales.
Su estrategia para llegar a la
masa inculta es promover el resentimiento, odio, envidia y antivalores. Su táctica
y postulado es culpar a los demás de la pobreza del pueblo y promover el odio y
el desprecio por quienes han creado riquezas.
Como lo hace la izquierda en todas partes, vende sus ideas identificando,
atacando y denigrando a su adversario: el imperialismo, el capitalismo, la
burguesía y sin hacer ninguna propuesta productiva.
En esencia el populismo cocalero del masismo es insostenible.
No se ha visto en la historia de los pueblos que ningún país haya salido de la
crisis a base de demagogias y asistencialismo; lo hizo a través del llamado a
la unidad nacional, optimizando del aparato productivo, introduciendo en la población la actitud y vocación
del emprendimiento, de la creatividad y la imaginación; garantizando la
propiedad privada, el Estado de derecho y la iniciativa privada, para así derrotar esta crisis populista,
que de prevalecer nos llevará indefectiblemente a la miseria.
ovidioroca.wordpress.com
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