LA CRIMINAL Y DESTRUCTIVA PERSISTENCIA DE LA ILUSIÓN
Ovidio Roca
Los partidos populistas se encumbran utilizando
promesas de felicidad y bienestar de manos del Estado, luego cuando el sistema
fracasa, empezando por lo económico, se impone la opresión y el autoritarismo.
Cuando la gente (la que no está en el sindicato) no encuentra opciones de
cambio, primero busca como acomodarse y luego termina por acostumbrarse, por
resignarse, pues como sabemos ninguna emoción humana, incluso el miedo, es tan
fuerte como la costumbre y de esta manera los regímenes totalitarios se
perpetúan.
Los de la generación del sesenta estuvimos
influenciados por la revolución cubana, la utopía de una nueva sociedad la que construiría el “hombre nuevo” más allá
de toda opresión y egoísmo. Al poco tiempo se evidenció la política criminal
del régimen castrista, que instaló una dictadura feroz que destruyó el
espíritu, la mente y el cuerpo de su pueblo. Ante estos hechos, aquellos que
realmente tenían principios y moral lo denuncian, mientras otra gran parte
sigue usando el discurso revolucionario para conseguir sus propios fines.
Es un asunto de principios y de actitud, por ejemplo
es sintomático que cuando se producen los golpes militares y el exilio en los años
setenta, ninguno de los izquierdistas, de aquí, de Chile, ni de ninguna parte, migro
hacia el paraíso socialista en los países de la URSS y menos a “la Isla”
caribeña; todos ellos se fueron a cómodos países capitalistas europeos especialmente,
Bélgica y Suecia.
Actualmente algunos bonosolistas mantienen aún su
apoyo lírico a la revolución cubana, porque ello significa la persistencia de
sus ilusiones juveniles las que no quieren abandonar, y pese a que la cruda
realidad muestra lo criminal del régimen, no quieren verlo y lo borran de su
mente.
Evitar el apego y predilección del ser humano por las
falsas ilusiones y promesas es difícil, algo ayuda para evitarlo el inculcar
alguna racionalidad en el pensamiento. Al respecto, recuerdo que cuando entraba
a las aulas de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la ciudad de La
Plata, leía cada día en la pared la siguiente cita de Florentino Ameghino y eso
nos inculcaba el espíritu científico, el permanente avance y comprobación de
los hechos y el desechar rápidamente las apreciaciones erróneas.
"Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, el día que me aperciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para esos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más". Florentino Ameghino.
"Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, el día que me aperciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para esos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más". Florentino Ameghino.
Este cuento va como un homenaje de respeto a una querida
amiga que siempre fue fiel y militante en sus principios e ideales y supo
cambiar valientemente de opinión cuando descubrió que esa revolución en la que
creía, era una cruel y absurda falacia.
ovidioroca.wordpress.com
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