miércoles, 25 de noviembre de 2015

LA CRIMINAL Y DESTRUCTIVA PERSISTENCIA DE LA ILUSION

LA CRIMINAL Y DESTRUCTIVA PERSISTENCIA DE LA ILUSIÓN
Ovidio Roca
Los partidos populistas se encumbran utilizando promesas de felicidad y bienestar de manos del Estado, luego cuando el sistema fracasa, empezando por lo económico, se impone la opresión y el autoritarismo. Cuando la gente (la que no está en el sindicato) no encuentra opciones de cambio, primero busca como acomodarse y luego termina por acostumbrarse, por resignarse, pues como sabemos ninguna emoción humana, incluso el miedo, es tan fuerte como la costumbre y de esta manera los regímenes totalitarios se perpetúan.
Los de la generación del sesenta estuvimos influenciados por la revolución cubana, la utopía de una nueva sociedad  la que construiría el “hombre nuevo” más allá de toda opresión y egoísmo. Al poco tiempo se evidenció la política criminal del régimen castrista, que instaló una dictadura feroz que destruyó el espíritu, la mente y el cuerpo de su pueblo. Ante estos hechos, aquellos que realmente tenían principios y moral lo denuncian, mientras otra gran parte sigue usando el discurso revolucionario para conseguir sus propios fines.
Es un asunto de principios y de actitud, por ejemplo es sintomático que cuando se producen los golpes militares y el exilio en los años setenta, ninguno de los izquierdistas, de aquí, de Chile, ni de ninguna parte, migro hacia el paraíso socialista en  los países de la URSS y menos a “la Isla” caribeña; todos ellos se fueron a cómodos países capitalistas europeos especialmente, Bélgica y Suecia.
Actualmente algunos bonosolistas mantienen aún su apoyo lírico a la revolución cubana, porque ello significa la persistencia de sus ilusiones juveniles las que no quieren abandonar, y pese a que la cruda realidad muestra lo criminal del régimen, no quieren verlo y lo borran de su mente. 
Evitar el apego y predilección del ser humano por las falsas ilusiones y promesas es difícil, algo ayuda para evitarlo el inculcar alguna racionalidad en el pensamiento. Al respecto, recuerdo que cuando entraba a las aulas de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la ciudad de La Plata, leía cada día en la pared la siguiente cita de Florentino Ameghino y eso nos inculcaba el espíritu científico, el permanente avance y comprobación de los hechos y el desechar rápidamente las apreciaciones erróneas.

"Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, el día que me aperciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para esos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más". Florentino Ameghino.

Este cuento va como un homenaje de respeto a una querida amiga que siempre fue fiel y militante en sus principios e ideales y supo cambiar valientemente de opinión cuando descubrió que esa revolución en la que creía, era una cruel y absurda falacia.

ovidioroca.wordpress.com



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