EL DISCURSO Y EL MENSAJE
Ovidio Roca
Nuevamente en campaña electoral, pues los
populistas una vez en el poder consideran que democracia son elecciones truchas
y pare de contar. Libertades, derechos civiles y políticos, separación y
equilibrio de poderes, gestión eficiente, son pendejadas.
Una campaña electoral que se realiza bajo el
nuevo paradigma comunicativo; como nos lo explica Pablo Iglesias, el exitoso
populista español: “El 95% de un
liderazgo es un dispositivo audiovisual”.
Por eso el discurso populista se
caracteriza por su abstracción y su contenido emocional cargado de imágenes; esto
porque se trata de un plan comunicacional y de ninguna manera una propuesta
objetiva de gobierno; con lo que su poder de convencimiento es mucho mayor.
Los populistas en Bolivia posicionaron un
icono indígena, el mismo que en su discurso expresa el sentimiento de revancha,
las promesas de bienestar a manos del Estado y los consabidos epítetos para invalidar
y satanizar a sus adversarios. Luego en el gobierno impusieron un proyecto que gira
alrededor del caudillismo, intervencionismo y estatismo.
Como Estado Pluri Multi que se respeta, en
cada región del país el discurso de los actores políticos expresa a su manera, el
modelo del Estado que pretenden y que tiene que ver con la manera como cada uno
de ellos se relaciona y percibe la vida y el ejercicio del poder. Esta
percepción está fuertemente vinculado con su práctica social, sus costumbres, modo
de vida y conocimientos de su grupo social.
En Bolivia los actuales dirigentes oficialistas
vienen principalmente de dos vertientes: del campo indígena y sindical y de los
progres criollos. El diseño de la receta comunicacional y de poder estuvo a
cargo de las ONG europeas; la petrochequera de Venezuela; la inteligencia
Cubana a modo de la Stasi y el Club Foro de Sao Pablo. En este diseño se usó
eficazmente el indigenismo y el estigma de la discriminación para consolidar su
poder, y con ello lograron posicionar exitosamente el icono Evo, que expresa el
ascenso social de los grupos indígenas y sindicales.
Es importante mencionar que el Centro de
Estudios Políticos y Sociales (CEPS) una fundación española progre radicada en
Valencia, fue el que elaboro las reformas constitucionales de Venezuela,
Bolivia y Ecuador, además de prestarles permanente asesoría; cobrando por
supuesto de la petrochequera venezolana. Pablo Iglesias el exitoso
populista español de PODEMOS, es un connotado miembro del CEPS.
Evo, inicialmente descubierto y malcriado
por Filipo, repite luego el discurso preparado por estos asesores, bajo monitoreo
del Vicepresidente. Pero cuando Evo improvisa, salta su verdadero ser, el del
dirigente sindical, y como ya está posicionado el Icono, se pueden aceptar
ciertas licencias que expresan el sentir del caudillo y le dan el sabor criollo.
Si revisamos cualquier día la prensa,
podemos ver como el sindicalista Evo expresa con claridad su percepción de los
que es la democracia y las leyes, y este es un mensaje reiterativo. Revisemos algo
que apareció en estos días:
"Es
importante la parte legal, es importante la parte técnica pero cuando estamos
sometidos a una legalidad estarías con las manos amarradas, de verdad yo
pequeños y medianos proyectos le meto aunque sea ilegal, después los legalistas
que legalicen, sólo esté seguro que no están robando, métalo compañero Carlos
(Villegas) por qué hay que tener miedo, hay que cerrar la inversión y así”.
Evo.
"Nuestro
vicepresidente dice que ahora ya no deciden los “Chicago boys”, sino los “Chuquiago
boys”. Yo digo: ahora aquí ya no mandan los gringos, aquí mandan los indios. Es
la verdad, nosotros decidimos políticas económicas con nuestros profesionales".
Evo
De lo anterior podemos colegir los
inconvenientes con los que se enfrentan los partidos liberales y democráticos, cuando
buscan hacer discursos y propuestas de cambio hacia una sociedad plural y
democrática, construida con responsabilidad, trabajo, horizonte de futuro; pues
para estas pendejadas programáticas no hay mercado popular y emocional. Y esto yo
lo hemos leído en las calles con eslóganes como: “no queremos realidades, queremos promesas”, y estas promesas deben
se mágicas, en un mundo donde el Líder toma las decisiones, nos alimenta y
además (mientras no nos metamos en política) nos permite nuestras peculiares licencias:
contrabando, coca, chuteros y tucuimas.
Necesitamos un nuevo discurso y este debe
estar en manos de los jóvenes, esos jóvenes, que como refería José Ingenieros, “son
quienes no tienen complicidad con el pasado”. Jóvenes libres de ataduras para convencerse
y convencer de la necesidad de trabajar y construir un país con futuro.
ovidioroca.wordpress.com
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