Ovidio Roca
En este último medio siglo hemos visto un espectacular
avance tecnológico que induce a un singular cambio cultural. Son cambios que
nos impactan a todos y mayormente a los de la cuarta edad, los que nacimos durante
los años treinta al cincuenta del siglo pasado y que nos criamos en un entorno rural,
más natural y una vida arraigada con
la naturaleza. Un mundo de lo real y concreto, físico, biológico y emocional.
Recuerdo que hace años, en esos tiempos antiguos de mi
niñez, en el campo el transporte era en carretones con bueyes, los viajes a
caballo y la iluminación con velas de sebo. Las noticias eran verbales, chismes
de los viajeros que pasaban por la Estancia. Para la educación de los niños se
aplicaba el método Pipieta, cariño, comprensión y colaepeji. Era otro mundo.
Y ocurre ahora, que de
golpe aterrizamos en un mundo asentado en lo digital, nos encontramos en una
nueva sociedad y una generación de personas y especialmente niños, que se
alejan del mundo de la naturaleza y conviven en unos ecosistemas virtuales y
conectados al metaverso.
Somos de una generación que tuvo unos padres
admirables, que sin o con pocos estudios, educó a sus hijos. Que a pesar de carecer
de todo, nunca permitió que faltara lo indispensable en casa; que enseñó
valores, empezando por Amor y Respeto. Ahora por los últimos años, estamos cambiado
de esa generación del esfuerzo y el trabajo creativo, a una generación más
pudiente, aunque progre, laxa y pedigüeña. Por supuesto no todos.
Aunque durante estos
últimos setenta años transité como todos los de esa época, por los sucesivos cambios
tecnológicos y culturales, nada se equipara con lo que ha ocurrido en las
últimas dos décadas.
Un
ejemplo del salto tecnológico y cultural y su impacto para quienes apenas
conocíamos la radio, lo tenemos entre otros muchos en el Internet.
Este artilugio, tiene grandes beneficios y también graves efectos si no se lo
administra bien. Los niños que antes correteaban y jugaban con toda libertad
con sus amigos, ahora están
aislados y solo saben jugar con su Tablet o Celular.
En general la civilización occidental ha venido perdido
su voluntad de poder, se han debilitado sus principios, valores y su decisión y
convicciones para defenderlos y es susceptible a ser tomada por civilizaciones
que mantienen una fuerte voluntad de dominio como son las dictaduras Rusa,
China, Coreana, Iraní, et al.
Hace un tiempo, en
el Portal de YouTube escuche una alucinante conversación de un Ingeniero
de Google con la IA de ese portal. Era una conversación con LaMDA una
inteligencia artificial y es la más sensata e inteligente que yo haya
escuchado. Me surgió entonces la duda si nuestra actual sociedad de seres
orgánicos, que se está adaptando esta cultura laxa y progre que está
proliferando en el mundo, una sociedad que además está abandonando los valores tradicionales
del trabajo y los principios y valores éticos, tendría la audacia, fortaleza, capacidad
y sabiduría de conducir nuestra sociedad por un buen rumbo y con éxito.
Será que tendremos el buen senso y la inteligencia para utilizar estas nuevas
tecnologías con responsabilidad, respeto y cariño a nuestra familia y al
prójimo, y aplicarlos en beneficio de la humanidad. O será que la inteligencia
artificial, estoy pensando en LaMDA tendrá que hacerse cargo del futuro. Estoy
dejando de lado el evidente e inminente peligro chino, ruso y populista.
La esperanza que nos queda, es que si antes nuestros
ancestros lo hicieron por qué no lo haríamos ahora. El asunto es si aún tendremos
el tiempo para ejecutarlo antes de la debacle ambiental y de la cultural progre
y putinesca que se nos viene encima y nos aplaste.
ovidioroca.wordpress.com
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