Ovidio Roca
Años atrás, antes de la pandemia y cuando se podía
viajar, visitar otros pueblos, juntarse con los amigos, tocarse, mirarse la
cara. Época en la cual los niños asistían al colegio, a los Parques y los cumpleaños,
donde hablaban con sus amigos, corren, se pelean y reconcilian con abrazos. Un
mundo de seres sociales que no están prendidos al Smartphone ni enbarbijados.
En esas hermosas y lejanas épocas, aprovechando
cualquier oportunidad viajaba con mi esposa y mi bisnieta por la diversidad del
país; íbamos del cambanuestro al collasuyo y otros lares.
Mi bisnieta desde sus ocho años escribía sobre sus viajes
y aventuras, que felices y orgullosos leíamos. En esa época no eran muy comunes
los celulares y los niños no los usaban, por lo que podían dedicarse a otras
cosas, como jugar con sus amigos, leer y hasta escribir cuentos.
Por receta médica, para mover las neuronas y
desahogarme yo escribía y publicaba algunos artículos en un Blog. Para hacerlo
más atractivo empecé a publicar en éste las aventuras que escribía mi bisnieta
y ella cuando lo publique en el Blog, quedo muy feliz de estar presente en el
mundo digital.
Un día de esos aparece de visita un pariente muy cercano
y ella feliz le cuenta que está escribiendo sobre sus viajes y que lo publica en
el Blog de su abuelo; también comento orgullosa que muchas personas habían
leído sus cuentos y les había gustado.
El pariente ingreso al Blog y vio que efectivamente más de ochenta personas habían
leído sus escritos, muchas más que los de su abuelo que apenas llegaban a
dieciocho.
Entonces se le ocurrió la mala idea de entrar en el blog de la Kardashian y allí
vio, que una foto de sus nalgas que había subido dos horas atrás ya tenía dos
millones de likes. Tremenda decepción para todos y el impactante descubrimiento,
que las nalgas son más importantes que la cabeza y los sesos.
Lamentablemente, mi bisnieta perdió el interés en seguir escribiendo, le agarro
el trauma Kardashian.
ovidioroca.wordpress.com
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