Ovidio Roca
Tenemos una amarga experiencia con el populismo
cocalero y por más de catorce años. En ese periodo se dio un gran auge
económico, teníamos reservas de gas y los precios se dispararon hacia arriba,
por lo que los dólares fluían a montones. Pese a ello su gestión fue desastrosa;
¿cómo será ahora yescas y con menos apoyo de sus colegas castrochavistas?.
El cocalero fue perdiendo apoyo y prestigio y cuando
intento un nuevo fraude electoral las instituciones nacionales e
internacionales lo denunciaron, por lo que se asustó y salió corriendo a pedir
refugio con sus socios y colegas.
Sin embargo el MAS continua en el poder y controla
y Copa el parlamento; desde el cual dicta o no, y a su antojo
leyes para su propio beneficio y para dejar inermes y sin derechos a los
opositores. Complementariamente el partido cocalero, tiene el control del aparato Judicial y del Ejecutivo donde cuenta con el
apoyo de solapados y astutos funcionarios de la administración pública.
Actualmente
la tecnología digital y utilizando los servicios de Internet, redes sociales y teléfonos
celulares nos permite ampliar nuestros horizontes y conocimientos, y por otro
lado también posibilita que grupos de interés político y comercial puedan moldear
nuestra percepción de la realidad y utilizarla en su provecho.
Cada individuo y según sus flaquezas es fácilmente
manipulado e inducido hacia los fines del operador; así los políticos y
negociantes pueden cómoda e impunemente manejar nuestras decisiones de comprar,
vender y también inducirnos al voto en las elecciones y todo esto en pos de su
estrategia de dominación.
Es importante destacar que la información que cada
persona recibe de las redes sociales está dirigida específicamente su persona y
según su perfil psicológico e ideológico, previamente detectado por
inteligencia artificial y almacenada para su comercialización, lo que lo hace
más vulnerable.
Vivimos
en el mundo dual: el de la información y la desinformación y en esta
construcción de realidades sociales, la mentira tiene suficiente carga
emocional para obnubilar nuestra razón, especialmente cuando es simplificada y
anclada en atavismos ancestrales y de racismo y discriminación por los
ideólogos populistas, quienes logran que no pensemos y de esta manera la
mentira, la demagogia no podrá ser derrotada con datos reales, ni simples
ni complejos. Los populistas lo saben y lo practican, pero quienes los
enfrentan se niegan a verlo.
Es en este panorama por demás complejo, lleno de
dudas, temores y desinformación y en momentos críticos como los actuales, que
tenemos urgentemente tomar decisiones y jugarnos por nuestra supervivencia y la
de nuestra sociedad. Aquí ya no se trata solo de emociones,
gustos o simpatía, se trata de economía, de seguridad y de una vida plena en
democracia.
Mañana vamos a decidir con el voto, y los datos nos
señalan que si los dispersamos, estamos entregando el triunfo al populismo
cocalero que ya conocemos y sufrimos y que ahora cuando este sin recursos, será
aun peor y más agresivo con los ciudadanos que lo adversan.
Cuando triunfen los cocaleros, espero que no, y los Carteles del narcotráfico y
la violencia nos agobien, cuando el sol se esconda y la luna se escape y haya
llanto y miseria; será tarde para quejarse, pues nosotros elegimos este
resultado. (Linera. Salmos I y III, Versículo 3.7)
Necesitamos votar con libertad y pragmatismo pero
unidos, no se trata de nuestros gustos y emociones, que son humanos, sino de
precautelar nuestros intereses y los de nuestra familia, nuestros vecinos, para
asegurarles y asegurarnos un futuro en un mundo viable y seguro.
ovidioroca.wordpress.com
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