Ovidio Roca
Superada tiempo ha la etapa de las guerrillas, los
comunistas devenidos en populistas ya no se van al monte con las armas y a
pelear con los mosquitos; ahora apoyados por sus compinches castrochavistas usan
la verba, la yerba, la coca y la demagogia, para conquistar el voto de las
masas y conseguir el poder político. Mucho más cómodo y rentable.
El año 2006 los masistas y con apoyo del
Castrochavismo, tomaron el Gobierno y
durante catorce años, como es sabido, pisotearon todas las Instituciones,
violaron la Constitución, se adueñaron de la Justicia y cometieron los más
gigantescos hechos de corrupción de la historia de Bolivia.
Con estos antecedentes, cualquiera pensaría que luego del desastre producido
por el gobierno cocalero, la gente reaccionaria airada y buscaría borrarlo del
mapa electoral. Sin embargo como producto de su hábil manejo del imaginario
colectivo y el apoyo de los partidos presuntamente opositores con su división y
pugna feroz entre ellos, se le facilito el camino y según las encuestas está por
capturar nuevamente el poder.
Su gran problema será que ahora no tendrá a
su disposición aquello que recibió durante su anterior gobierno y de regalo: el
negocio servido del gas y con increíbles precios y un Estado con reducido
endeudamiento, por lo que pudo acudir a todo crédito que se le presentaba y así
endeudo al país y por varias generaciones. Por el contario lo que recibirá ahora,
es aquello que preparo y generó en sus 14 años de gobierno: crisis económica,
institucional y social, endeudamiento al límite y exiguas reservas
internacionales y de paso y como ofrenda china, el virus.
Esto ya lo ha venido haciendo con los chinos disfrazados de cooperativas
mineras, para la explotación del oro y con licencia para envenenar los ríos y
toda la biodiversidad con el mercurio.
Seguirán también con la practica
extractivista y de apropiación de los recursos naturales, innata del populismo,
que conlleva además de explotar la minería e hidrocarburos la apropiación de
toda riqueza a su alcance y esto implica la toma de tierras y ocupación
territorial y sin ningún respeto por los vivientes de la zona, ni por el
ecosistema e irrespetando la vocación de los suelos, los bosques y áreas
protegidas. Esto lo realiza amparados por leyes hechas a su antojo. Luego estos
incendiarios y loteadores venden estas tierras al mejor postor, y a seguir lucrando
y avasallando.
No todos los ciudadanos, pero si los populistas cocaleros conocen este su mundo
de la informalidad y tienen miedo a ese otro mundo ajeno, moderno, globalizado,
tecnológico y altamente competitivo el cual, “sienten” que no pueden entender y
menos vivir en él.
Todo este manejo del negocio cocalero
informal e ilegal, funcionará mientras se tenga acceso y vía libre a los
mercados externos y mientras los gobiernos Castrochavistas de Cuba, Venezuela,
Argentina, Nicaragua, México lo faciliten. Sin embargo la expectativa (de
ilusiones se vive) es que los gobiernos populistas de estos países pronto
fracasaran y asumirán el gobierno partidos democráticos, con lo que la fiesta
se acabara para los cocaleros.
Es urgente que los ciudadanos partidarios
de la democracia y el liberalismo, en esta coyuntura electoral, se reúnan para
ver la forma de lograr una mayoría parlamentaria, pues si el masismo lo logra,
aún sin estar en el gobierno destrozará el país. Esta fórmula de votación pragmática
debe comunicarla al conjunto de la población democrática, para que actúen y
voten en consecuencia y en defensa de su propio bienestar.
Estamos en una etapa crítica y cada boliviano debería pensar, antes de emitir
su voto, si este populismo cocalero es lo que quiere y le conviene.
ovidioroca.wordpress.com
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