martes, 29 de septiembre de 2020

RECORDANDO NUESTRA HISTORIA Y ATERRORIZADOS POR LO QUE SE NOS VIENE CON EL POPULISMO COCALERO

 

Ovidio Roca

Los cuentos que se cuentan de nuestra América, nos hablan de una tierra de migrantes; que nunca tuvo población originaria y que algunos llegaron hace miles de años del Asia y vecindades y otros lo hicieron navegando hace cientos y de Europa. Bolivia se conformó por tropas de estos migrantes, inicialmente de aquellos que vinieron hace miles de años por tierra y desde el Norte y luego por los otros llegados hace cientos a las costas y en las carabelas. Vinieron buscando las riquezas y se fueron estableciendo en diversos territorios, conformando poblados y luego por coyunturas históricas internacionales se constituyeron en Provincias y Estados. Como resultado de esta movilidad, la población boliviana es de un mestizaje variopinto y más o menos diverso según su particular mezcla de razas.

Ya en este Siglo XXI de predominio Populista, el MAS borro la Republica Democrática e inventó e institucionalizó el concepto de Estado Plurinacional y en su Constitución menciona la presunta existencia de 36 naciones originarias. De lo que no se preocuparon, fue en consolidar y afianzar el Estado Democrático y la Nación Boliviana, sino todo lo contrario.

Tenemos mestizos; indígenas y también presuntos indígenas, pues ahora reditúa el serlo. Estos indígenas, extraña y erróneamente, afirman su identidad originaria con el uso de antiguos trajes españoles y sombreros europeos y de otros lares; como los de esa extrovertida masista mestiza, del sombrero texano. (La Sombrerera, según el cuento de Alicia con su bonito sombrero texano, que usa sin sacárselo ni para dormir. Un sombrero, que vale recordar es de excelente manufactura Sucrense).

Eludimos reconocer, que finalmente todos somos de la misma raza homínida, tataranietos de Lucy la africana y con variaciones somáticas, producto de la adaptación milenaria de los distintos grupos migrantes a los diversos y extremos ambientes ecológicos.

En este Siglo XXI, signado por el Castrochavismo, nuestro reto como sociedad y para lograr una mejor convivencia, es construir Ciudadanía y potenciar la Nación Boliviana, que es el conjunto de los habitantes de este país y todos iguales ante la ley. Ciudadanos que conservan sus lenguas familiares, usos y costumbres y un idioma común extendido nacional e internacionalmente, y con una historia y tradiciones compartidas.

Según enseñan las técnicas comunicacionales, una explicación puede ser realista y una verdad comprobada en los hechos, pero necesita venderse a un cliente, lo que es muy difícil pues éste según su lente ideológico e interés de lucro personal, ve lo que quiere ver y escucha lo que quiere oír.

La izquierda populista muy hábil en estos asuntos, establece sus propios fundamentos morales e ideológicos y ofrece a la población que los sigue: enemigos a quien atacar, caudillos a quien seguir, coca para acullicar, dadivas y prebendas y sin exigir mayor esfuerzo que su acatamiento al Jefazo, con lo que convence a todos. Siguiendo este modelo para la toma del poder, los populistas cocaleros y de mala leche, movilizan a la población exacerbando el odio racial y el anticapitalismo y luego las apetencias, complejos, odios y frustraciones. Lo que resulta una propuesta emocional y demagógica, bastante efectiva para sus fines.

El liberalismo democrático plantea a su vez y bajo principios individuales, un plan estratégico productivo y económico, manifestando que sin esto y el Estado de derecho que genera confianza no habría trabajo coordinado entre las personas, producción, comercio, dinero, familias. Este discurso suena poco atractivo, más bien aburrido, pues además implica compromiso y acción por lo que no emociona a la gente, que le presta poca atención.

Escuchábamos un relato en tono irónico sobre Venezuela, el país más rico de Latinoamérica y que luego de dos décadas de populismo, modelo Socialismo Siglo XXI, ha logrado que el 96 % de los hogares estén en situación de pobreza y el 79 % en pobreza extrema. Con esto han combatido la obesidad, tienen una vida austera y miserable y sin servicios burgueses como medicina, electricidad, agua y transporte y han desechado el uso de combustibles fósiles por ser dañinos con el medio ambiente. También se ha promovido el turismo, lo que permite a millones de sus pobladores salir a recorrer otros países y ver desde nuevos ángulos y rincones, los logros del Chavismo.

Si los venezolanos que no tienen comida, que no tienen agua, que no tienen gas, al que le falta gasolina; el desempleado, el que no tiene medicinas, el que está sin transporte, decidieran liberarse lo harían todos juntos y a una sólo voz, y con sus dirigentes arrechos ocuparían decididos las calles de todo el país y resolverían su situación.  El problema es que no se animan a arriesgarse y prefieren morir en la inacción y la miseria, pues no quieren entender que ninguna persona y ningún país enfrentarán el problema por ellos y solo lo harían si el régimen de Maduro afectara directamente sus intereses y la seguridad en su propio país.

Dicen que “nadie aprende de experiencia ajena” y aunque estamos viendo cada día lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que aplican una misma receta Castrochavista que el MAS, no creemos que esto vaya a ocurrir en Bolivia, aunque se ha venido haciendo exactamente lo mismo.
Estamos a las puertas de una elección crucial, donde se elige entre el retorno del populismo cocalero castrochavista, o la democracia. Y vemos la actuación de los opositores al masismo destruyéndose mutuamente y ninguno muestra decisión y carácter para asumir el reto de unirse, enfrentar y vencer al ecosistema populista cocalero y narcotraficante que se nos viene y que ahora sin gas y sin plata, solo será narcotráfico puro y duro. “Alea Jacta est”.

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jueves, 24 de septiembre de 2020

VOLVERÉ Y ME LLEVARÉ MÁS MILLONES

 

Ovidio Roca

Superada tiempo ha la etapa de las guerrillas, los comunistas devenidos en populistas ya no se van al monte con las armas y a pelear con los mosquitos; ahora apoyados por sus compinches castrochavistas usan la verba, la yerba, la coca y la demagogia, para conquistar el voto de las masas y conseguir el poder político. Mucho más cómodo y rentable.

El año 2006 los masistas y con apoyo del Castrochavismo, tomaron el  Gobierno y durante catorce años, como es sabido, pisotearon todas las Instituciones, violaron la Constitución, se adueñaron de la Justicia y cometieron los más gigantescos hechos de corrupción de la historia de Bolivia.
Con estos antecedentes, cualquiera pensaría que luego del desastre producido por el gobierno cocalero, la gente reaccionaria airada y buscaría borrarlo del mapa electoral. Sin embargo como producto de su hábil manejo del imaginario colectivo y el apoyo de los partidos presuntamente opositores con su división y pugna feroz entre ellos, se le facilito el camino y según las encuestas está por capturar nuevamente el poder.

Su gran problema será que ahora no tendrá a su disposición aquello que recibió durante su anterior gobierno y de regalo: el negocio servido del gas y con increíbles precios y un Estado con reducido endeudamiento, por lo que pudo acudir a todo crédito que se le presentaba y así endeudo al país y por varias generaciones. Por el contario lo que recibirá ahora, es aquello que preparo y generó en sus 14 años de gobierno: crisis económica, institucional y social, endeudamiento al límite y exiguas reservas internacionales y de paso y como ofrenda china, el virus.

 Entonces hará lo que sabe hacer mejor y lo que es su profesión; aplicar el bloqueo, la violencia, vivir de la coca, el narcotráfico, el tráfico y comercio ilegal y la venta de recursos naturales. 

Esto ya lo ha venido haciendo con los chinos disfrazados de cooperativas mineras, para la explotación del oro y con licencia para envenenar los ríos y toda la biodiversidad con el mercurio.

Seguirán también con la practica extractivista y de apropiación de los recursos naturales, innata del populismo, que conlleva además de explotar la minería e hidrocarburos la apropiación de toda riqueza a su alcance y esto implica la toma de tierras y ocupación territorial y sin ningún respeto por los vivientes de la zona, ni por el ecosistema e irrespetando la vocación de los suelos, los bosques y áreas protegidas. Esto lo realiza amparados por leyes hechas a su antojo. Luego estos incendiarios y loteadores venden estas tierras al mejor postor, y a seguir lucrando y avasallando.

 Sabemos todos y también sus seguidores, que una economía basada en la informalidad, el extractivismo, la coca, y el narcotráfico es muy rentable pero peligrosa e insegura; pero como dice el dicho: “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. 

No todos los ciudadanos, pero si los populistas cocaleros conocen este su mundo de la informalidad y tienen miedo a ese otro mundo ajeno, moderno, globalizado, tecnológico y altamente competitivo el cual, “sienten” que no pueden entender y menos vivir en él.

Todo este manejo del negocio cocalero informal e ilegal, funcionará mientras se tenga acceso y vía libre a los mercados externos y mientras los gobiernos Castrochavistas de Cuba, Venezuela, Argentina, Nicaragua, México lo faciliten. Sin embargo la expectativa (de ilusiones se vive) es que los gobiernos populistas de estos países pronto fracasaran y asumirán el gobierno partidos democráticos, con lo que la fiesta se acabara para los cocaleros.

 Ante esta crisis y el eventual y precario gobierno del masismo, es de esperar que la ciudadanía con vocación democrática, sentido común, decisión y en defensa de sus propios intereses, asuma la responsabilidad de hacerse cargo de su porvenir. Construir un país y una sociedad con respeto al prójimo, a las leyes, al ecosistema, a la propiedad privada lícita como fruto de su iniciativa y esfuerzo. Un camino largo que muchos no veremos pero si lo transitarán los nietos y bisnietos.

Es urgente que los ciudadanos partidarios de la democracia y el liberalismo, en esta coyuntura electoral, se reúnan para ver la forma de lograr una mayoría parlamentaria, pues si el masismo lo logra, aún sin estar en el gobierno destrozará el país. Esta fórmula de votación pragmática debe comunicarla al conjunto de la población democrática, para que actúen y voten en consecuencia y en defensa de su propio bienestar.
Estamos en una etapa crítica y cada boliviano debería pensar, antes de emitir su voto, si este populismo cocalero es lo que quiere y le conviene.


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viernes, 18 de septiembre de 2020

ESTRATEGIA POPULISTA DE PODER USANDO LAS ELECCIONES

 

Ovidio Roca

Nos aconseja Buda: “Si quieres conocer el pasado, mira el presente que es el resultado. Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es la causa”. Miremos el presente que es lo que podemos y debemos cambiar, si queremos mejorar.

La nueva estrategia de poder populista y comunista, superada ya la etapa guerrillera, se aprovecha del sistema electoral de los regímenes  democráticos y se concentra en el manejo y  manipulación ideológica de la población y para ello utilizan al menos cuatro elementos tácticos: El Discurso, El Caudillo, el Pueblo y el Estado.

El Discurso, tiene como objetivo ilusionar y manipular a la población. Este gira alrededor de la defensa de los intereses y aspiraciones del pueblo y con una proclama demagógica que se caracteriza por su antiimperialismo, caudillismo, racismo, indigenismo, clientelismo y estatismo. La técnica del discurso se basa en la “repetición creativa” de Goebbels, el que sabía de su oficio y decía: “una mentira mil veces repetida se transforma en verdad”.

El Caudillo, el líder carismático, el Jefazo; encumbrado y cobijado por los Catrochavistas y apoyado con unos ayucos tuiteros; es el portador del discurso y el componente fundamental que vincula el partido y las masas. En el caso boliviano necesita tener cara de indígena, aunque no lo sea.
El Pueblo, es la masa a ilusionar y movilizar para que vote en las urnas y conseguir el triunfo de Caudillo.
El Estado, es un instrumento estatista que se utiliza como fuerza productiva, coercitiva y de ingresos económicos para los jefes populistas y fuente de empleos públicos para complacer a los militantes fieles.

Con estos componentes se prepara el ch’enko ideológico populista. Si quisiéramos saber qué es esto que nos están ofreciendo y sus efectos sobre nuestra vida y economía, es mucho más práctico e inteligente mirar lo que les ocurrió a los ciudadanos de la vecindad: Venezuela, Cuba y Nicaragua cuando allí lo aplicaron y así nos evitarnos la tragedia. Pero lamentablemente, casi nadie aprende por experiencia ajena.

Pese a las experiencias nefastas del populismo en todos lados donde se aplicó, existe una extraña fascinación por su discurso. Es el Síndrome de Estocolmo con el secuestrador y son las diversas motivaciones freudianas y crematísticas, que hacen que los opositores al masismo lo amen subconscientemente y se odian entre ellos.

Esto es algo que vemos permanentemente y especialmente ahora, cuando se dieron a conocer los resultados de las encuestas electorales mostrando la preferencia por el cocalero y entre estos estalló, el encono, la furia y se profundizaron las rivalidades. Entre tanto los masistas, como siempre celebran y los miran de Palco.

Para gobernar un país, no se necesita de un líder iluminado, sino alguien sensato y capaz de armar y coordinar un buen equipo de gente experta e idónea en cada área de gobierno y con una reputación y moral intachable que de confianza al pueblo. Como en todo, se necesita saber los gajes del oficio y tener experiencia; un economista saber de economía, un cocinero de cocinar, un albañil de construcciones. Las cosas no se arreglan con charlas y discursos, sino haciendo. Decían los campesinos cambas: “en la arena y con la lengua y un palito, se hacen grandes chacos y potreros; luego viene cualquier ventolera y todo lo arrasa”.

Hay que elegir a los mejores y para cada oficio; la antigua fórmula evangélica: “por sus frutos los conoceréis”, es la más adecuada, pues hay que juzgar a la gente por lo que hizo y bien, y no por lo que dice, aunque suene bien.
Tuto podría ser un excelente Canciller, Mesa Ministro de Comunicación, Samuel un buen Ministro de Economía, etc. Seguro que en los diferentes frentes hay personas capacitadas idóneas, honestas y con la suficiente fortaleza de carácter para ocupar los diferentes Ministerios, pero hay que saber elegirlos y por sus méritos.

Necesitamos de una Democracia activa, con ciudadanos comprometidos e informados y que participen en el desarrollo de programas eficaces para hacer frente a las crisis económica, sanitaria, ambiental y al debilitamiento de la democracia, a que nos enfrentamos. Necesitamos y urgente, un Estadista con visión nacional, si es que hubiera alguno, o sino alguien con Sentido Común y capacidad de armar equipo y necesariamente vacunado de Ubris. Seguro que lo habrá en el país pero no aparece a la luz pública

La Receta y el Modelo de Economía y de Gobierno a cumplir no hay que inventarlo, lo tenemos disponible y gratis. Está a la vista en los países democráticos, que viven y trabajan en concordia y con bienestar.
Estos modelos necesitan luego ser desarrollados sobre las realidades ecológicas y culturales concretas y específicas de cada país; en nuestro caso tenemos ventajas en el campo agropecuario y debemos ampliarlas con la biotecnología y los mismos procesos productivos; además de la industrialización e innovativas formas de comercialización.

Volviendo al proceso electoral. Janine renuncio ayer a su candidatura a la presidencia, percatada del flagrante peligro totalitario y cocalero del MÁS y lo hace como madre y pensando en la familia y la comunidad. Luego como ciudadana demócrata explica: “Lo hago para ayudar a la victoria de los que no queremos la Dictadura” y vaticina: “Si no nos unimos vuelve Evo Morales, la democracia pierde, la dictadura gana”.

Nuestros dirigentes políticos ensoberbecidos e infectados de ubris, no entienden lo que se nos viene con el triunfo del MAS y en lugar de unirse aportando cada uno con lo que sabe y puede hacer, se enfrentan entre ellos y se creen los poderosos e iluminados. O nos unimos o nos hundimos; una verdadera unidad por la democracia, por un país libre de los Cárteles del narcotráfico, por un país y una sociedad que apuesta por el trabajo digno y la libertad.
Si no lo hacemos; alisten las pilchas y el tapeque y a correr y escapar, como nuestros hermanos venezolanos.

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lunes, 14 de septiembre de 2020

ELECCIONES Y EL SÍNDROME DEL DESTETE, EN TIEMPOS DE PESTE Y VOTO UTIL

 

Ovidio Roca

En 1982 se inició en Bolivia, un otro ciclo de la permanente batalla por la democracia y penosamente se avanzó hacia un Gobierno democrático con mayor libertad individual y política; pero esta acción no logró la suficiente relevancia como para conseguir el apoyo de la población.

El 2005 fuimos a votar, unos desilusionados y despechados y otros persiguiendo ilusiones indigenistas y cocaleras. Como resultado de este lamentable episodio y durante catorce años sufrimos (no todos pues muchos se beneficiaron y no quieren soltar la mamadera), de la proliferación de negocios ilícitos, narcotráfico, bloqueos al libre tránsito y a la libertad y derechos de las personas.

El balance de gestión masista son cientos de muertos, presos políticos y exiliados, ciudadanos perseguidos, destrucción del Estado de derecho y de la división e independencia de poderes. Lo de la división de poderes ahora es un chiste; dicen los masistas que si no se tienen los dos tercios la democracia no funciona y no sirve; pues lo esencial es tener dos tercios del parlamento, tener jueces y fiscales a sueldo y así propiciar la destrucción del sistema político liberal. La motivación es encumbrar al Caudillo cocalero y otorgarle el derecho humano de su reelección indefinida, de enriquecerse y satisfacer todos sus gustos y especialmente el que más apetece: wuawamikhuy.
Dicen los ll’unkus que en su gestión el MAS, logró la estabilidad y el progreso y que todo el mundo populista lo reconoce y alaba.

Vale la pena reiterar que cuando el MAS accedió al poder recibió de regalo ingentes ingresos, como nunca antes vistos en la historia nacional y esto gracias al trabajo realizado por los Gobiernos anteriores, al certificar los campos y poner en el mercado los hidrocarburos y además el milagro de los altísimos precios internacionales de los hidrocarburos.
Estos recursos que nada le costaron, fueron mal administrados y dilapidados y de ninguna manera se les paso por la cabeza la idea de utilizar algo, para sacar al país del subdesarrollo tecnológico y del extractivismo. Lo que se hizo fue mantenerlo en la actividad primaria, minería e hidrocarburos, e impulsar los cultivos de coca, el narcotráfico y el contrabando.

Los masistas procuraron y lograron desarmar el Estado, desarticularlo y hacerlo inmanejable. Con golpes y artimañas destruyeron las instituciones básicas del país: tergiversaron las reglas, normas, leyes, códigos y costumbres, que regulan las relaciones en entre las personas y las personas con el Estado. Se abandonó la cultura del trabajo y se creó la cultura de la informalidad y de la dádiva, dando lugar al clientelismo político por el cual aquellos que reciben impunidad y prebendas de los políticos se acostumbraron a vivir del tráfico y del trabajo ajeno. Se creció el empleo público y planes sociales de todo tipo, que suman millones de votos cautivos y se avanza hacia el populismo, el centralismo y autoritarismo del líder cocalero, destruyendo además, el proyecto de República.

Los políticos populistas vendieron y siguen haciéndolo, un discurso demagógico; el de la solidaridad y cuidado de la población donde todos tendrían un trabajo y una jubilación digna, salud, educación para sus hijos, etc. Ellos dicen ser los políticos que, con su infinita bondad, brindaran a la población la mejor y jamás vista condición de vida.
Con todo esto, s
e instaló en la mente del pueblo el síndrome del destete, una mentalidad dependiente, que se niega a dejar las ubres del Estado y asumir la responsabilidad de conducir su vida. No quiere entender que cuidarse es un asunto personal y que no puede seguir indefinidamente dependiendo de las tetas y la mamadera.

Cuando este año se dio a conocer la primera encuesta de opinión para la elección de un nuevo Gobierno; una mayoría localizada en el área de influencia cocalera respondió que votara por el MÁS. De esta manera aprueban el populismo cocalero y su gestión de gobierno y demandan que sus y jefes y operadores y retornen al poder y sigan con estas prácticas. La pregunta es porqué y la respuesta obvia es, que les gusta la coca y la teta. El error de los otros es ofrecer trabajo o no decir nada. Dijo Churchill: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”; aquí nadie se animaría a decir esa tamaña barbaridad sin sufrir las consecuencias.

Los analistas y luego de la encuesta, nuevamente empiezan a hablar del voto útil, voto útil para el inútil dijo Almendra. Es necesario mencionar que usar el voto útil para apoyar un candidato opositor incompetente, como el que conocemos u otro del mismo taco, es una pésima decisión pues llevará al país al desastre y bajo un gobierno con apariencia democrática.  
Sabemos que el próximo gobierno, cualquiera que sea, va a recibir una institucionalidad y una economía destruida por el masismo y se requiere de fortaleza, decisión y conocimiento para repararlo.
Si no se tiene en buen candidato y un equipo idóneo, es más sensato dejar que el MÁS se cocine en su propia salsa y juntar fuerzas para potenciar un gobierno sólido y con un equipo profesional que tenga carácter, valentía, idoneidad y coraje para soportar la tensión que significa Gobernar bien.

En estos tiempos y más que nunca, se deben tomar decisiones y acciones duras, imprescindible en estas épocas de peste económica y sanitaria y sin doblegarse. Por eso es útil recordar las escenas de esas viejas películas con piratas y antiguos barcos de vela, que se enfrentan a las tormentas y con esos Capitanes, Pilotos, Contramaestres y Marineros, que enfrentaban sin arredrarse a las tormentas y a los bucaneros. El Capitán nunca abandonaba su barco y si era el caso se hundía con él.
Como así de tormentosa se nos viene la cosa, no podemos esperar nada de Capitanes incapaces y blandengues que abandonan el barco al primer chilchi.

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miércoles, 9 de septiembre de 2020

ELECCIONES EN TIEMPOS DE PESTE

 

Ovidio Roca

La pandemia y la crisis económica están haciendo aflorar el temor, las pasiones, odios y resentimientos entre la población; son el efecto de dos pestes, amarilla y azulada, que están actuando juntas y en un mismo escenario, y es contra ellas y sus amos que tenemos que lidiar.

Estamos en etapa electoral y con problemas de sanidad y económicos muy difíciles y como yapa, los masistas están bloqueado los instrumentos necesarios para hacer gestión de Gobierno. Janine carece de los instrumentos legales para manejar el Estado, pues están copados por la Eva Copa y el Evo Coca; la fuerza pública es remisa y omisa y para más yapa tiene que administrar un Estado endeudado y yesca.

En los próximos meses por la crisis económica y la pandemia, al igual que los ciudadanos, el Gobierno no tendrá plata para pagar los salarios del sector público, de la salud, educación, policía y ejército y tampoco pagar  las subvenciones al consumo de electricidad y agua potable y aún menos los diversos bonos que se crean cada rato. Y ahora quien podrá defendernos!!. El Chapulín Colorado ha muerto.

Los populistas siguen gobernando y lo hacen acuciosamente. Se dedican a controlar a la gente y la economía y desde el parlamento escriben leyes, generalmente mal redactadas y confusas y luego hacen interpretaciones, llamadas jurídicas sobre ellas, solo para combatir a los opositores y así darles gusto y placer de sus jefes. Esto lo venden al mundo como democracia comunitaria, con lo que se cumple el adagio populista: “Para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”.

El ciudadano para sobrevivir en este ambiente y bajo el sistema legal populista, tiene que saber: “a quién pagar y cuanto pagar”, hablamos de jueces y fiscales.

Lo que permanece firme, boyante e impune pues es el sustento de los gobiernos populistas, es el negocio de la coca y el narcotráfico, el que calculan que en Bolivia produce seis mil millones de dólares anuales; algo menos que años anteriores, pero aún bastante para enriquecer al sindicato masista y comprar apoyos de las fuerzas regulares e irregulares.

Por su parte, el Programa y el accionar de los Jefes de los partidos que se dicen opositores al MAS, es destrozar al Gobierno transitorio y a la Presidente y también lo hacen entre ellos, por lo cual las opciones en las próximas elecciones, según muestran las encuestas de opinión, son el Evo y el Ego; con lo que la situación será insostenible y el país inviable. La cura por el desastre quizá será la solución.

Se ha visto muchas veces en la historia de los países, que contando con muchísimos recursos, apoyo económico e infraestructura plenamente desarrollada, finalmente terminan quebrados si el que encabeza la administración es alguien sin la más mínima capacidad de gestión. Imagínense en tiempos de crisis como la actual y con un Presidente miedoso, vacilante, dudoso, titubeante, perplejo, inseguro, confuso, etc.

Para estas circunstancias, los analistas aconsejan a los ciudadanos: acomodarse, rendirse ante la tiranía del gran Jefe cocalero y acullicar en masa mientras esperan sus órdenes. También apoyar al Ego, por lo del voto útil y ver como se repiten los revolcones y renuncias, que ya vimos en su efímero y fallido mandato. En resuman janiwua.

Los ciudadanos demócratas aspiramos a vivir en un mundo, donde prevalezca el respeto, los valores, la justicia y el bienestar ciudadano y esto implica asumir sin temor, el reto y las responsabilidades. Lo que se busca es garantizar al ciudadano, su libertad, su seguridad, su vida, su economía, con normas para una buena convivencia y en una sociedad donde se valora y respeta su rica diversidad.

El programa populista que atrae a mucha gente, usa el racismo como arma de confrontación ciudadana y como su base económica ampliar la coca, el narcotráfico y la economía informal. Esto a corto plazo hace ricos a los capos y convierte al país en el centro de los Carteles internacionales del narcotráfico; un Estado delincuencial y violento, donde todo gira alrededor de los Carteles y del Caudillo y sus apetencias de poder, económicas y sensuales (wuawamikhuy).

No existe nada gratis, hay que ganarlo y nuestra opción para avanzar y prosperar es unirnos y construir el Estado Republicano Democrático Federal, usando todas las armas al alcance y buscando el apoyo de todos los aliados internacionales que estén dispuestos a ayudarnos, pues esta pandemia populista si no se la cura a tiempo infectara a todo el mundo.

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domingo, 6 de septiembre de 2020

IN SEPTEMBER, THE SILVER MIRAGE

 

EN SEPTIEMBRE, ESPEJISMO DE LA PLATA

Ovidio Roca 2013

Bolivian Thoughts in an Emerging World. Lets remember who we were and what we are now in beautiful Santa Cruz!
In this special day, I thought of nothing better for my homage to Santa Cruz, but to show Ovidio Roca’s wonderful piece, he writes in HoyBolivia.com. (Posted on September 24, 2013) | 

In September, the silver mirage

Ovidio Roca

We are children of Asuncion, mother of cities, who we got away and then we forgot, dazzled by the brilliance of the silver that sparkles more than mate.

Since the beginning of their settlement in Mojos, in 1561, Santa Cruz has named its Governor and managed to get from Spain so many liberties and exemptions that was virtually autonomous. Far removed from the centers of power and trade, the Santa Cruz lived virtually isolated and not felt the oppression of the Spanish Crown, what was feared were the abuses of the Creoles who eventually came from Buenos Aires and Charcas and disrupted the life and peace of the inhabitants. This is why before the dispute of powers during the American emancipation, they preferred a distant King that doesn’t govern them, to an authoritarian Creole above their heads; under this logic, the Santa Cruz were realistically practical, i.e. virtually autonomous.

Bolivia was formed in 1825, based on a Confederation of autonomous provinces. Those of the low lands, poor and isolated provinces, who were illusioned with the mirage of Potosí silver and the prestige of the Audiencia de Charcas, which led them to form part of a centralist Andean State, which from the start excluded and now adverse us.

After the founding of the Republic, the vast and unpopulated region of Mojos and Chiquitos continued with its life of isolationism and all they knew of the mining Republic was the arrival of the prefects sent from La Paz and those exiled by the opponents of the shift regime.
Santa Cruz economic activity was basically, sugar cane, livestock, rice, corn, and tanneries, leather manufacture and rustic mills for the production of sugar.
A part of this production was sold to the mining areas and transported there on mules and at great cost.

With the arrival of the railroad to Uyuni in 1880, Santa Cruz production was completely displaced by products that came from Chile and Peru, at virtually no transport costs.

Lets recall that this railway was built to bring minerals to the coast, and back came the empty wagons; so practically free freight, it allowed to bring products to the market of the mines and towns of the West.

Santa Cruz at that time had less than ten thousand inhabitants, which were without income to import some essential products and despair spreads in them. Fortunately, come news of new job opportunities with the discovery of quina and rubber in what is called the hyleaamazonica and as a result much of the population of Santa Cruz, excited to find better horizons, end up venturing into uncharted regions. Entire families moved by rivers, the low lands and the mountains, founding and populating towns and villages as they pass by. They built barracks, extracted rubber and took it to Europe; they raised cattle, they made jerky, ‘chivé’ (‘moincho’), ’empanizao’; they cultivated corn and rice and sold it to the barracks.

For more than four hundred years, Santa Cruz and the Eastern society was forming their particular culture and psychology, amalgamating the Spanish heritage and customs of indigenous peoples. During this long period was a common history, a particular way of speaking, values and principles of relationship and religious tradition. They are part of this culture and Eastern identity, symbols, myths, stories and tales, music, parties, meals, and all this cultural background is the mortar that allows you to build the construction of a Santa Cruz State within a projected Confederation of States of Bolivia.

It is claimed that the solidity of the state occurs in societies with shared principles and values; with Governments that seek well-being and peace; with responsible, workers, citizens who respect each other and also demand the respect of others, and strong laws requiring that those coming to settle in their territory must respect the local culture and integrate to it.

In the 1950s, thanks to a political and economic conjuncture, “the March to the East”, not understood and yet fought by local elites, gave way to the integration and development of this great region and nation of the low lands.

Time passed by, and so passed the leaders and in this age of multinational mess, the inhabitants of the plains of Mojos and Chiquitos and the South, are walking aimlessly, as a result of our failure and fear of taking our destiny. We talk a lot of autonomy, but we resist facing the challenges and responsibilities, challenges, criticism and denials involving this exercise. We like the autonomy discourse, but not the burdens, the obligations, we misunderstood the hard daily work which means to build it. And we are constantly fearful of the reaction of citizens infected of populism, waiting that all come up, as a gift, because we believe that the only thing we need to do is protest and extend the hand to get attended. Unfortunately, democracy has resulted in an ochlocracy and elected officials, are slaves and dependents of the votes (because they want to be re-elected), so to look good with the voters, do not assume their work with responsibility and efficiency.

Sometimes we forget that Santa Cruz recently grew, when in the decade of the 1950s, aside of just protesting and given speeches, we decided to build, do the things that were needed, and this leaders and committed personalities made it, people of honor and conviction, receiving the confidence and the economic contribution of their fellow citizens created local institutions, service cooperatives, the institution’s development, the COOPP, the modern agriculture and agro-industry, and inspired a generation of professionals, who took the challenge of working with technical expertise and responsibility for the common good.

Currently, the plurinational State, with its equivocal views on Nations, races, cultures, economics, history, they have been tearing apart the Bolivian nation project, so there is the need for a new layout or rather back to an old approach, the concept of Federation of provinces, federal states, such as the United States of America, the Federal Republic of Germany.

We are heirs to a race of explorers and founders of towns, a peaceful people who away from everywhere, insisted on their progress at the expense of labor and overcoming the distances. If autonomy is not stacked, the current challenge is to advance towards the federalization of the departments and form the Federal Republic of Bolivia, and that requires great responsibility, hard work, and many makers. In September, is the chance to think about this.

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viernes, 4 de septiembre de 2020

NO HAY QUE INVENTAR LA PÓLVORA

 

Ovidio Roca

En los últimos sesenta años, los países latinoamericanos se han movido impulsados por los vientos ideológicos del populismo aventados por Cuba y el Foro de San Pablo; causando odios, miseria y opresión. Venezuela, que era uno de los países más ricos de Latinoamérica, lo ha sufrido en mayor medida y esto lo pueden certificar los millones de migrantes que salieron huyendo de la miseria y la opresión populista en su país.

Nos enfrentamos a unas nuevas elecciones y en estas deberíamos apoyar una propuesta de economía que nos favorezca y haya demostrado ser exitosa, y un equipo de gobierno que tenga capacidad y honestidad para implementarla. No podemos dejarnos llevar por simples discurso y eslogan electorales.  

No es necesario inventar la pólvora; si queremos para nosotros y para nuestro país una mejor economía y una vida prospera y feliz, lo más fácil es comprobar cómo funcionan las diferentes recetas ideológicas en el mundo y asumirla y adaptarla a nuestras circunstancias. Ahora existe el Internet y no la Cortina de Hierro que no permitía mirar más allá de la frontera. Si queremos saber la calidad del fricase o el locro que cocinan en la pensión de la esquina, hay que preguntar a los clientes habituales o, probarlo.

Los resultados de los modelos económicos y políticos en la economía de los países y la vida de la gente los tenemos a la vista. Si es posible hay que visitar los países tanto populistas como los liberales o escuchar los relatos de sus ciudadanos que viven en ellos, para enterarnos. Eso sí despojándonos de los lentes ideológicos, para ver objetivamente cuáles son exitosos y sus pueblos más felices. 

Una vez que tengamos claro el camino (los datos socioeconómicos señalan a todas luces, el liberalismo y la democracia como los de mayor éxito) hay que ponerse a trabajar, tanto en la economía como en la ideología. No habrá una solución mágica y como en todo trabajo se necesita responsabilidad y esfuerzo continuo. Lo importante es que podemos conocer cuales funcionan mejor, pues los resultados están a la vista en los denominados “países más felices del mundo” y estos países no son populistas, comunistas o socialistas.
Utilizando su típica falacia, los populistas afirman que los países mencionados son socialistas como ellos. Si de verdad lo creen así, deberían copiarlos y le harían un bien a su pueblo, aunque no a los gobernantes, y por eso no lo hacen.
La verdad es que estos países felices tienen una economía de mercado y por tanto los populistas tendrían que privatizar, respetar la propiedad privada y el trabajo y libertad de las personas; algo en lo que no creen ni les conviene.

Los países exitosos y felices no son los más grandes, según el ranking internacional estos son: Suecia, Noruega y Dinamarca, Finlandia, Suiza y varios otros. Todos ellos se caracterizan por combinar una economía de libre mercado y un Estado eficaz y bien organizado, que garantiza un ambiente seguro para la actividad productiva y los sistemas de seguridad social, servicios de salud y educación, con alto nivel de calidad.

En el índice internacional de libertad económica, Dinamarca está en el puesto 14, Suecia en el 19, Finlandia en el 20 y Noruega en el 26. Es decir, lejos de ser economías socialistas o con fuerte intervención del Estado, son economías abiertas, con baja cantidad de regulaciones y particularmente en el mercado laboral; derechos de propiedad bien afianzados, etc. Es decir, son países democráticos, capitalistas y donde funciona la economía de mercado.

El gasto público se vuelca a los servicios de salud, educación, vivienda, etc. La mayoría de los servicios sociales en los países mencionados, tienen “copagos”. Vale decir que, por ejemplo los hospitales no son totalmente gratis y el paciente tiene que pagar una pequeña parte del servicio.

Toda la economía es formal y se cobran impuestos altos, alrededor del cincuenta por ciento del ingreso a las personas físicas, pero a cambio se les da servicios de primera calidad, en salud, educación, seguridad, etc. Es más, en esos países funciona el “voucher”, un cupón para pagar la educación. En vez de financiar la oferta, el Estado financia la demanda y la gente recibe un cupón con el cual paga la escuela de sus hijos; pero elige a qué colegio va a ir y así se genera la competencia e incentiva la calidad de enseñanza. Y lo mismo en los otros servicios públicos.

Las estadísticas internacionales muestran que hay veinticinco veces más pobreza en los países populistas que en aquellos que adoptan el libre mercado. También resulta que las clases más pobres, son once veces más ricas en las economías liberales, que en los modelos populistas, socialistas y anticapitalistas.

El capitalismo no es perfecto pero es el menos malo de los sistemas. Dice Winston Churchill: “El vicio inherente al Capitalismo es el “desigual” reparto de Bienes, la virtud inherente al Socialismo es el “equitativo” reparto de Miseria”.

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