Ovidio Roca
Evo no se lo esperaba, su hermano con
quien compartió cuecas y guirnaldas de coca lo pilla en su asqueroso fraude electoral
y lo denuncia; luego declara que su reelección
no es un derecho humano sino un abuso contra la constitucionalidad y Evo no lo puede
entender, pero siente que lo ha traicionado.
Sigue sin entenderlo, pero ante la presión nacional e internacional que lo identifica como un tramposo y además violador de los derechos humanos reacciona rabioso y renuncia; luego incita a sus huestes cocaleras para que salgan a las calles a sembrar el terror y el odio, usando el discurso del racismo, quemando casas, dependencias policiales, buses públicos, radio patrullas y todo lo que se cruzaba a su paso.
Diseñada por q’aras del Foro de San
Pablo, la principal estrategia del MAS ha sido el uso político del racismo. Una
estrategia diseñada para un país que tiene una rica y variada diversidad étnica
y cultural y que se utiliza para el enfrentamiento, usando como Icono Indígena
al Jefe Indio del Sur (como lo llamaba Chávez y luego Maduro) para conseguir la
adscripción al régimen populista de esa gran población mestiza e indígena.
El populismo
Latinoamericano es un gran Cartel Internacional de poder, basado en el uso de
la demagogia para manipular a la población y los Carteles del narcotrafico como
su base económica y logística. Asesores cubanos, venezolanos maduros y Guerrilleros
de las FARC actualmente están incitando y dirigiendo en Bolivia las
movilizaciones y emboscando y matando a los ciudadanos en varias carreteras del
país.
Con gran habilidad los masistas
cocaleros inventan historias y exaltan las emociones, de odio, frustración y
racismo de sus huestes contra el resto de la población, la que es la culpable
de su miseria y por tanto su enemigo.
Esto no es algo nuevo, en todas partes se usó y se usa diariamente el racismo para discriminar a las personas y obtener beneficios; se acude al color de piel o a una cultura diversa para excluirlas evitando así la competencia.
Con el MÁS y su Caudillo indígena este uso se ha extendido y agravado; el racismo les permite discriminar a todos los que se le oponen; a los indígenas contestatarios, a los q’aras y especialmente a los cambas; población tradicionalmente opositora al sistema centralista y estatista que ejerce el populismo cocalero.
Esto no es algo nuevo, en todas partes se usó y se usa diariamente el racismo para discriminar a las personas y obtener beneficios; se acude al color de piel o a una cultura diversa para excluirlas evitando así la competencia.
Con el MÁS y su Caudillo indígena este uso se ha extendido y agravado; el racismo les permite discriminar a todos los que se le oponen; a los indígenas contestatarios, a los q’aras y especialmente a los cambas; población tradicionalmente opositora al sistema centralista y estatista que ejerce el populismo cocalero.
En la
elección del 20 de Octubre, durante el conteo de votos se usaron no las
matemáticas de Baldor sino las del Linera. Es así que con burdas maniobras y matemáticas
alineradas se produjeron resultados tan exagerados que son totalmente
increíbles. El fraude se hizo evidente ante los ojos del mundo (menos de los
populistas) y esa fue su perdición.
Ante la insurgencia de la ciudadanía liderada
por los jóvenes, los Comités Cívicos y la denuncia del fraude realizada por la
OEA, el masismo para resistir armo esta su guerra civil, cimentada en la carga
de resentimiento y odio racial que había venido construyendo en procura de humillar,
atemorizar y destruir a sus oponentes. Esta guerra la hacen a lo largo del país
y también en las carreteras donde francotiradores masistas y de las FARC disparaban
contra las caravanas de mineros, cooperativistas, ciudadanos de Potosí, de
Chuquisaca de Cochabamba, que pretendían llegar a La Paz.
En el territorio independiente del Chapare,
los cocaleros masistas salieron a quemar los puestos policiales y el Comando
del Trópico de Cochabamba, de donde extrajeron documentos de
investigaciones sobre narcotráfico y esto a gritos y llamados a una guerra
civil contra los q’aras. De paso dejaron en cenizas el hotel Victoria Resort de
un Senador opositor.
Todo esto lo hacen los masistas en
defensa de su Jefe y pero sobre todo por un deseo irrefrenable de poder e interés
económico, en algo que ellos conocen bien: uso de los recursos públicos, coca,
narcotráfico y contrabando desde y hacia Bolivia.
La base de las Sociedades Democráticas
es la promoción de los valores
ciudadanos, que son las normas que toda persona debe aprender y
practicar para garantizar una convivencia armoniosa en sociedad; son normas
como el respeto a los demás, la solidaridad y el apego a la ley.
Al MAS de cultura verticalista, nunca le intereso construir ciudadanía sino sindicatos y grupos corporativos. La ciudadanía les es ajena pues se trata de personas libres, con pensamiento propio, de diversos orígenes raciales y sociales que deciden convivir en un país y que valen cada una de ellas por sus valores personales, humanos y culturales y no por estereotipos étnicos, por lo que son difíciles de manejar.
Al MAS de cultura verticalista, nunca le intereso construir ciudadanía sino sindicatos y grupos corporativos. La ciudadanía les es ajena pues se trata de personas libres, con pensamiento propio, de diversos orígenes raciales y sociales que deciden convivir en un país y que valen cada una de ellas por sus valores personales, humanos y culturales y no por estereotipos étnicos, por lo que son difíciles de manejar.
Producto de esta herencia populista cocalera, viviremos
por varios años un ambiente de confrontación y de
odios, Necesitamos desmontar estas mentiras alineradas que exaltan las
emociones y el odio y no se trata de imponer la razón sobre los
sentimientos, sino utilizarla para cambiar nuestras emociones y la
conducta y acciones que de estas se derivan.
ovidioroca.wordpress.com
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