Ovidio Roca
Es tarea primordial de
las personas trabajar para lograr seguridad para su casa, su vida y sus bienes
y cuando no lo consigue, huyendo de la inseguridad, se van al país o al lugar
donde el sistema de justicia garantice sus derechos fundamentales. Por tanto si
queremos permanecer y prosperar en nuestros pueblos debemos construir un sistema de gobierno que garantice y
proteja nuestra libertad y seguridad, pues de no hacerlo sufriremos las
lamentables circunstancias que viven los pueblos centroamericanos y el venezolano.
Los bolivianos estamos
conformados por pueblos y regiones de gran heterogeneidad
étnica y cultural y vivimos dispersos en una amplia y diversa geografía; somos de
diferentes nacionalidades, grupos religiosos y con variadas visiones y culturas,
por lo que si queremos, todos y cada uno de nosotros, vivir en nuestras
regiones juntos y en paz debemos construir ciudadanía y en esta calidad de
ciudadanos de un Estado todos debemos tener seguridad jurídica, los mismos
derechos e iguales obligaciones ante la ley.
Somos un pueblo
heterogéneo y hay que entender que la heterogeneidad nos es mala; la unidad y
la diversidad son conceptos básicos y complementarios, la unidad se opone a la
desunión, y la diversidad a la homogeneidad, por lo cual la consigna que
históricamente corresponde es: “pluribus unum”, es decir la unidad en la
diversidad.
El actual Gobierno se precia de indigenista y ha
nominado demagógicamente al país como Estado Plurinacional y menciona la existencia
de 36 naciones indígenas, aunque en la práctica quien gobierna y con apoyo
externo castrochavista, es un reducido grupo mestizo.
Hasta ahora y superando
diversas circunstancias culturales y económicas, los bolivianos veníamos construyendo
un Estado Nacional en procura de conseguir fines comunes; una difícil tarea para
un país encerrado en el centro del continente, lejos de las costas marítimas, con
una economía primaria extractiva y donde la competencia externa con el mundo globalizado,
hace difícil el desarrollo de actividades productivas y manufactureras
competitivas.
Esta inicial voluntad
de convivencia que tienen los
bolivianos, empezó a fracasar cuando el grupo mestizo gobernante del MAS; utilizando
el discurso étnico y la práctica autoritaria decide, por conveniencia más que
por convicción, utilizar a dos grupos étnicos mayoritarios y de tradición
centralista para imponerse sobre los otros más individualistas y contestatarios.
Se apoyan además en que estos pueblos andinos tienen una tradición y una cultura
mercantilista y de cultivo de la coca, por lo que los controlan siendo permisivos
con el comercio informal y el tráfico de esta hoja y sus derivados, obteniendo
así su acatamiento y su respaldo.
Las distintas regiones
y pueblos de Bolivia que no forman parte del ámbito tradicional de la minería y
la coca, han sido desde siempre sojuzgadas por el Centralismo, por lo cual han
venido pelando permanentemente por su autonomía y la descentralización. Una
descentralización que en esencia es consustancial al federalismo y que implica
necesariamente la participación activa de las distintas regiones para desde
ellas conformar un Gobierno Nacional Federal y Democrático.
En los Estados Democráticos Federales, las
regiones ejercen su autogobierno y construyen sociedades basadas en la ley, con
ciudadanos iguales ante la misma y un sistema de separación e independencia de
los Poderes: legislativo, ejecutivo, judicial y electoral y exigen el cambio
periódico de autoridades y
la necesidad de un árbitro imparcial que garantice el cumplimiento de la
Constitución. En lo económico administrativo se busca un sistema
de propiedad privada, libre empresa y gobierno eficaz.
Este es el tipo de sociedad y de Estado, que con
aciertos y errores ha venido evolucionado y logrado los mejores resultados en
el mundo libre; con un Gobierno reducido y eficiente, servidores públicos
eficaces, profesionales cada uno en su ramo y seleccionados en base al mérito. Un modelo de
Estado y de Gobierno que otorga seguridad y garantías para que todas y cada una
de las personas en libertad, puedan desarrollar todas sus potencialidades
creativas que es la esencia del ser humano. Estados donde los pueblos y comunidades diversas manteniendo sus
valores históricos y culturales se han venido mestizando y trabajando juntos y en
paz.
Este es el Estado Federal Democrático y el que
garantiza nuestro futuro y no el fracasado modelo castrochavista que aún
subsiste y solo por poco tiempo más en cuatro países: Cuba, Venezuela, Nicaragua
y Bolivia. Es urgente decidir lo que queremos y actuar en consecuencia.
ovidioroca.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario