ANDREINA DE VIAJE POR
SANTA MARTA COLOMBIA
Andreina Roca
Aguilera
Santa Marta tiene tren,
Santa Marta tiene tren
pero no tiene tranvía.
Si no fuera por las olas, caramba,
Santa Marta moriría, caramba: Los Wawancó
Santa Marta tiene tren
pero no tiene tranvía.
Si no fuera por las olas, caramba,
Santa Marta moriría, caramba: Los Wawancó
Llegamos a Santa
Martha y hacía mucho calor y nos fuimos directo al Hotel, desde el taxi vimos
la ciudad, es muy bonita y no vi ningún tranvía. Cuando llegamos al Hotel Costa
Azul, lo primero que quise ver era la
piscina, que es muy hermosa, hasta tiene un
resbalín de elefante.
Fuimos a las habitaciones y la vista es muy hermosa y se podía ir al
mar con solo bajar unas gradas, pero el mar no me gustó mucho porque el agua
era negra, no había olas y era muy caliente.
Al otro día fuimos a
otra playa, no la del hotel, y mientras caminábamos vimos el cartel del Acuario
y Museo del mar y anunciaba que se podía alimentar y tocar a los tiburones. Entramos
y vimos variedad de peces, lo mejor de todo fue que alimente a los tiburones, a
las tortugas y a las rayas y también toqué a las tortugas y los tiburones.
Otro día estábamos en
la playa y mi mamá fue a averiguar de los paseos y cuando volvió nos contó que
un señor le ofreció alquilar un yate en 123 dólares por persona, pero como éramos
muchos nos lo rebajo y lo alquilamos.
Fuimos por medio mar
a una isla llamada Playa Cristal y las olas en el mar estaban de hasta tres
metros y parecía que nos íbamos a volcar. Llagamos a la Playa Cristal y de
verdad era transparente pero solo en la parte de buceo. Íbamos a ir a otras
playas pero no lo hicimos porque las olas eran muy grandes; luego nos volvimos
en el yate hacia el puerto y buscamos un bus para ir al Hotel. Cuando llegamos
a la habitación sentimos un olor feo y llamamos a la recepción para que nos cambien
de habitación y nos llevaron al piso 5.
Fuimos luego en una
lancha al Acuario para ver el espectáculo de los delfines y el show estuvo
increíble. Mi mama me compro a mí y a mi hermanita Anialia unas manillas para
poder nadar e interactuar con los delfines. Estuvo super divertido porque
hacían muchas cosas, daban besitos, les tocabas las aletas, te mostraban
trucos, les acariciabas la pancita y luego se despedían. A mí me dios un beso
en la boca y a mi mama le hizo una broma.
Nos divertimos mucho
haciendo castillos de arena, buscando conchas, averiguar qué tipo de animal
hacia agujeros en la arena (eran cangrejos).
Yo le hice una cola
de sirena a mi hermanita Anialia con arena y dibuje mujeres bronceándose al
sol, con solo arena y algas.
Pero llego la hora de
volver y el día entero volamos para llegar a Santa Cruz.
ovidioroca.wordpress.com
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