jueves, 13 de noviembre de 2014

DEL PROCESO DE CAMBIO AL PROCESO DE RECAMBIO

DEL PROCESO DE CAMBIO AL PROCESO DE RECAMBIO
Ovidio Roca
El gobierno del MAS tomo el poder apoyado por mucha gente que estaba cansada  por el desorden y los bloqueos y que luego votaron por el bloqueador buscando encontrar tranquilidad. Con esa misma lógica, ahora que menudean los asaltos y asesinatos asociados a la droga, podría pensarse que deberíamos votar por los criminales, así nos dejan en la paz del señor (RIP).

Sabemos que gran parte de la población se siente satisfecha con la actual bonanza económica y aunque algunos pesimistas anuncian el fin de la misma nadie quiere creer en ello. Y pese a que proliferan cada vez más los asaltos y asesinatos, como son menos que en Méjico y Venezuela, tampoco da para preocuparse. 
El empresariado nacional por temor y por ganancias, apoya al gobierno pues tiene miedo de lo que puede ocurrir con un gobierno débil, que al aplicar los ajustes para reconducir la economía, no pueda controlar la reacción de los movimientos sociales, grupos corporativos y narcotraficantes, que también están satisfechos y no desean un cambio de régimen.
Pipieta, pedagogo cruceño enseñaba que la letra entra con palmeta y guasca y aunque algunos cuestionan el método, lamentablemente la realidad enseña que el ser humano y la sociedad necesita sufrir las mayores penurias, los peores desastres económicos y sociales de manos de los caudillos populistas, antes de entender lo erróneo de la receta. 
Una receta, que el “proceso de cambio” utiliza eficientemente para destruir el Estado Republicano y sustituirlo por el estado plurinacional, bajo un pluri modelo sindical, feudal y corporativo, donde cada caudillo maneja su propia ley y justicia en sus pequeños feudos territoriales y gremiales.  
Para la exportación, el régimen masista mantiene una fachada de Estado democrático, que es mera escenografía y mascarada, y que el público internacional acepta sin inmutarse mientras no afecte directamente a sus intereses, y así vemos instituciones internacionales insulsas, que solo sirven para engordar burócratas como el guatón, que avalan abusos y crímenes de los gobiernos albanicos.
Cuando desaparece el Estado de Derecho, el país ingresa a la lista de estados forajidos, aquellos que no garantizan el respeto de los derechos humanos, la seguridad jurídica, económica y física de sus ciudadanos y se constituyen en refugio de carteles y mafias internacionales donde proliferan los asesinatos y crímenes, como lamentablemente ocurre en algunas regiones de México.
Son buenos en ofrecer, gastar y repartir pero no en generar riqueza y trabajo y cuando viene la debacle no toman las necesarias medidas de ajuste al sistema de subsidios y el gigantismo del sector público por ser impopulares, y al contrario ofrecen aún más bonos y dadivas de manera de mantener contentos a sus militantes y los movimientos sociales, que viven bien a costa de los demás. Como siempre se culpa de la crisis económica a los imperialistas y a cualquiera que sirva como chivo expiatorio.
Cuando finalmente la crisis se hace imparable, toman vacaciones y dejan el gobierno dejando un verdadero caos económico, institucional y moral, de modo que cuando el nuevo gobierno trate de arreglarlo (en época de vacas flacas y sin contar con los recursos que los anteriores malgastaron) se genera una reacción de la gente acostumbrada a las prebendas, con lo que permite a los populistas afirmar que su política económica generaba el bienestar, olvidándose que vivieron de los buenos precios de las materias primas, la coca y el feroz endeudamiento.
Es la “crónica de una muerte anunciada”, como diría Gabo, pero a quien le importa. Seguro que no pensaran lo mismo nuestros nietos.

ovidioroca.wordpress.com

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