LA NEOGUERRA FRIA Y FIDEL
Ovidio Roca
Fidel Castro escribe, o alguien escribe por él: “Rusia
y China, los dos países llamados a encabezar un mundo nuevo que permitiría la
supervivencia humana si el imperialismo no desata antes una criminal y
exterminadora guerra”. A esto le viene el popular y viejo dicho: “esos huevos
quieren sal”.
La revolución cubana, esa monstruosa mentira, ese
cruel fraude para quienes ingenuamente creyeron en la revolución humana y
democrática; fracasó estrepitosamente en lo económico y lo social. El “Patria o
muerte venceremos” no se cumplió, para sobrevivir Castro entrego su patria, su
costa marítima, una ubicación estratégica frente a los Estado Unidos,
recibiendo por ello millones de dólares anuales (no rublos) de la URSS. Cuando en
1989 se derrumba la Unión Soviética, se corta la mamadera, y en Cuba no había ni
que comer, pues ya los revolucionarios se habían encargado de destruir además
de la libertad, el aparato productivo. El pueblo cubano entro entonces a una
época que se la llamo eufemísticamente de “periodo especial”.
La salvación le llego pocos años después, con el
ascenso Chávez en Venezuela al que consiguen atraer y luego manipular, ofreciéndole
sistemas, equipos técnicos y de inteligencia y seguridad para controlar e
intimidar a la población venezolana, además de médicos para atención a las barriadas y su
correspondiente adoctrinamiento y vigilancia. Con esto fluyo el petróleo casi
de regalo, que los Castro luego venden a precio internacional, consiguiendo así
los millones de dólares que tanto aman.
Esos servicios de espionaje, manipulación de los
sistemas de registro de identidad y sistema electoral, de seguimiento y
vigilancia de la población, que los cubanos aprendieron de la KGB, de la STASI,
fueron mejorados por los castristas experimentando sobre su pueblo, y es lo que
mejor saben hacer y lo que venden a otros países, especialmente a los
albanicos.
Ampliando su comercio, últimamente los Castro vendieron
a Brasil los servicios de más de diez mil médicos adoctrinadores para trabajar
en zonas inhóspitas, a diez mil reales mensuales por cabeza, de los cuales los
médicos reciben solo tres mil, que es más de los veinte dólares que estos ganan
en Cuba, y todos felices.
Cuando la cosa se está poniendo pone fea en
Venezuela y hay peligro que el petróleo regalado desaparezca, Castro vislumbra su
salvación en la nueva guerra fría iniciada por el ex KGB Putin y corre a ofrecerles
nuevamente su territorio y posición estratégica frente a las costas de los
Estados Unidos y entregarles sus antiguas bases y estaciones de espionaje.
Cambiamos todo para que nada cambie; el mundo dio
unas vueltas y retorno a su origen, a la nueva guerra fría, aunque ya no de
mano de las dictaduras comunistas, sino de las dictaduras neo capitalistas rusa
y china.
ovidioroca.wordpress.com
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