EL NUEVO MUNDO DE LO IRREAL MARAVILLOSO.
Ovidio Roca
En la vecindad del Chávez se reúnen personajes de dispares
psicologías y creencias, pero unidas bajo un solo principio, el control
absoluto del poder político y económico.
Vemos en ellos comportamientos y actitudes que van desde
el animismo hasta la más depurada intelectualidad. Alguno que se deleita con el
sexo de las piedras, otro que consulta decisiones judiciales con las hojas de
coca; un samuro que habla con un pajarito chiquitico y recibe bendiciones para
su candidatura. Es el mundo del Socialismo Siglo XXI, un nuevo equipo de
políticos de nueva intelectualidad y cultores del irrealismo mágico, "En
química nunca pude aprenderme más allá del hache dos cero del agua, nunca pude
pasar de eso", y "la diabetes es una enfermedad de gente de alto
poder adquisitivo porque son sedentarios y comen mucho", dice Kristina.
Otro explica el homosexualismo a consecuencia de comer pollo.
Pero más allá de la anécdota, el problemas es que
este nuevo mundo de lo irreal maravilloso, del "le meto nomas y que
arreglen los abogados, pues para eso han estudiado", permite que por ahí
vayan estos mismos abogados y fiscales, prostituyendo las instituciones, inventando
pruebas, persiguiendo el pensamiento libre, pero sobre todo a la caza de los dólares,
producto de la extorción y de paso aterrorizando al pueblo y destruyendo el
país.
El poder se ha centralizado en el líder, "el Estado soy yo"
y así el líder portador de una receta estatista fracasada y con el nuevo título
de Socialismo del Siglo XXI, promueve iniciativas para destruir la empresa
privada, las actividades productivas y debilitar la institucionalidad de los Estados.
"El Presidente de la República no es sólo jefe del Poder Ejecutivo, es
jefe de todo el Estado ecuatoriano", Correa.
En Bolivia, un Estado cocalero y anarco
corporativista, la anomia y la ausencia de gobierno, ha llegado a los extremos,
vemos cada día, inseguridad jurídica, atropellos a los derechos de las
personas, muertes, asaltos, robos, informalidad galopante y el narcotráfico que
se expande.
Últimamente los diarios siguen la saga del absurdo pedido
de dirigentes campesinos del lago Titicaca, para construir "puentes trillizos"
cruzando este lago, a lo largo de más de diez kilómetros, probablemente para
pasear la llamas, y a costo de cientos de millones de dólares. La creencia
ciega de estos dirigentes campesinos, es que bloqueando los caminos, como les enseño
Evo, pueden conseguir lo que quieren. Esto muestra la crisis de gobernabilidad
del Estado y la nueva sociedad producto del MAS.
Pues esta reacción de los pobladores del lago
Titicaca, solo es producto del ejemplo cotidiano que reciben del Presidente y
su gobierno, cuando lo ven tirando el dinero sin ninguna previsión en proyectos
insostenibles y sin ningún estudio de viabilidad.
Cuando ven, que por la afición al futbol del
Presidente se construyen infraestructuras deportivas sobredimensionadas y que
no guardan relación con el tamaño de las poblaciones; cuando se invierten
millones de dólares en diversas empresas y proyectos gasíferos en el Chapare,
sin la mínima lógica de localización y de mercado, pero eso sí de innegables sobreprecios.
Vemos también y cada día más, como las empresas
estatizadas en poco tiempo se tornan ineficientes e insostenibles y necesitan
ser subsidiadas por el Estado, pero son útiles para engordar y mantener la burocracia
del partido.
En un próximo futuro, cuando la economía se caiga,
como lo hace siempre que se aplican esas famosas recetas estatistas, nuestros
hijos y nietos recibirán un Estado fallido e ingobernable. No se podrán
sostener las subvenciones de los combustibles, de la harina, de los diversos
bonos; de las planillas tanto de las empresas estatizadas como de las
recientemente construidas y fracasadas, y cualquier medida que toque los
subsidios imposibles de mantener, será resistida por los movimientos sociales "hasta las
últimas consecuencias".
Estamos pues en una grave situación regalo de este
gobierno, y para superarla se requerirá de un gran esfuerzo en el manejo de la economía
y especialmente en el campo de la moral y los valores ciudadanos.
Bajo estas circunstancias que correspondería hacer,
como podremos construir una sociedad productiva, prospera y respetuosa de la
ley. Seguramente el primer desafío será superar esos desencuentros
circunstanciales en el campo de la oposición democrática, superando pugnas de liderazgo. Se necesitara
que hombres y mujeres, instituciones cívicas y culturales, partidos políticos,
se pongan de acuerdo en una visión compartida de sociedad, con valores éticos y
principios democráticos, de economía sostenible, productiva y competitiva, en
fin de una sociedad que nos acoja a todos bajo principio de respeto y
acatamiento de la ley.
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