Ovidio Roca
Algo que vemos
en gran parte del mundo, pero no llegamos a entender, es la obsesiva persistencia
de la ilusión en el ámbito sociopolítico y el obstinado pensamiento dual y
ambivalente con el que se maneja la población.
Por una parte, el pensamiento y sentido práctico del pueblo le dice, que lo
fundamental es la economía pues de su buena marcha y orientación dependen todos
los factores que inciden en su vida y en la suerte de las personas, los
hogares, las empresas y el mismo Estado. Asimismo que el acceso a la salud, la
educación, el trabajo, las finanzas, la cultura, las actividades en los más
diversos campos, dependen del comportamiento, de la conducción y el manejo adecuado
de la economía y por supuesto, todo en el marco del estado de derecho.
Pero por el
otro lado, la población es presa fácil de las promesas y de la ilusión de que
todo lo que quiere y se merece, se los puede brindar un mesías, un líder
Populista de buena labia de los de coca y llujta. Y esto sin mayor esfuerzo para
el ciudadan, sino como fruto de su fe y sumisión a las palabras del Líder.
Esto tiene que ver con el populismo, que maneja un
discurso que llega a la gente ofreciéndole ilusiones y no responsabilidades y pese
a que es falaz y mentiroso, pues promete todo y ya!: democracia, independencia
de poderes, estado de derecho, unidad del país, justicia, respeto a los
derechos de los pueblos indígenas, seguridad ciudadana, seguridad alimentaria,
educación, salud y todas las demás demandas que aparezcan en este mundo
cambiante; que definitivamente no se interesan en cumplir pero la gente quiere
creer que sí. Aunque este discurso
populista contrastado con la realidad se muestra absurdo y ridículo, como
siempre la ilusión es más fuerte y atractiva que la cruda realidad.
Esto se da actualmente y con mayor fuerza en un mundo
paranoico, atacado por el cambio climático y las pandemias, que lamentablemente
serán recurrentes y todo esto conduce al ciudadano hacia
un sentimiento de inseguridad y dependencia.
Esta situación conspira contra al deseo de algunos ciudadanos, hartos de centralismo
de ser autónomo y ahora federales. El Federalismo es un sistema político en el cual las funciones del
gobierno se establecen desde la base, donde están los problemas y las necesidades
de los ciudadanos y estos Estados Federales, delegan competencias a un Estado Central.
El problema es que el Federalismo
implica asumir la propia responsabilidad, trabajar y darle solución a los
problemas desde la base y esto cuesta y demanda esfuerzo y dedicación.
Es típico ver que cualquier
autoridad designada, lo primero que hace es ir a la Sede de Gobierno, La Paz, y
presentar sus pedidos de ayuda y de financiamiento. No asumen sus tareas usando
lo que tiene a mano, usando su creatividad y trabajando para lograr soluciones.
Recordemos que gran parte del éxito del cocalero Morales fue su consigna y
acción práctica: ¨Le meto nomas¨, e inmediatamente le metía, lamentablemente
solo para su propio interés y los de su grupo. Ergo hay que meterle y trabajar para
el bien común.
ovidioroca.wordpress.com
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