sábado, 26 de agosto de 2017

GUERRA DE  RELIGIONES,  EL ISLAM CONTRA LOS INFIELES 


Ovidio Roca

Durante las últimas décadas, permanentemente nos vemos sacudidos por noticias de los actos terroristas cometidos por fanáticos islamitas, quienes en nombre de dios atacan a los infieles, vale decir al resto del mundo.

Como sucedió en todo el planeta, el mundo musulmán en ese su enorme y diverso territorio se ha venido desarrollando sobre realidades sociales y culturales distintas entre sí y con respecto a las otras culturas, especialmente la occidental. La población musulmana al igual que la católica es importante, llega a más de mil trescientos millones de fieles y es la religión que en la actualidad más crece en el planeta.

Desde antes y especialmente durante la guerra fría, las potencias occidentales por intereses políticos y económicos, principalmente el petróleo, intervinieron muchos países entre estos los del oriente medio e impidieron  que estos encuentren libremente su camino y definan y consoliden las estructuras y modalidades de su propio modelo de gobierno y poder, que no necesariamente debía ser el modelo occidental democrático.

El dominio colonial europeo sobre el territorio árabe y musulmán, lo fracturó y debilitó, dividiéndolo en una serie de estados rivales con identidades nacionales forzadas, que reemplazaron el mundo más poroso e interrelacionado de los viejos imperios. Con esto se destruyó y distorsionó su proceso civilizatorio y ahora ellos se vengan de sus enemigos, matándolos y causándoles el terror.

Amplias masas del mundo musulmán consideran que la Yihad, al que llaman Guerra Santa, es el último recurso para prevenir la desaparición de su identidad islámica, frente a las dinámicas de la secularización y modernización del capitalismo global.

Los Islamitas cuando toman el poder en algún país, implementan la teocracia que unifica y centraliza el poder y reglamenta la forma de vida de los seguidores, y mientras las potencias occidentales los atacan con armas, los yihadistas que se sienten y se ven invadidos y desgarrados, usan lo que tienen a mano para causar el temor a sus enemigos, los infieles, matando indiscriminadamente a la población civil, buscando como estrategia el efecto mediático y por tanto amplificando el terror y el odio de unos y otros.

Isis es una franquicia del yihadismo que compran fanáticos y desquiciados, los que usan eficientemente el terror y el impacto Mediático en las redes del internet. Como estrategia, la yihad, el terrorismo islámico, no ataca necesariamente a los poderes reales sino a sus símbolos, pues ellos no poseen fuerzas armadas, ni aviación, ni navíos para combatir, pero disponen de una enorme capacidad de odio y destrucción por su fanatismo y capacidad de inmolación y esperando como recompensa un cielo de goce sensual y con 73 huríes que lo esperan.

En occidente luego de un largo y penoso proceso civilizatorio los países coloniales y colonizados procurando superar sus rencores, han coincidido en  que la mejor opción es adoptar la institucionalidad y los valores democráticos y religiosos inclusivos y de respeto al ser humano y su diversidad étnica y cultural.

Las personas en su casa, en su hogar, encuentran su seguridad y el amor familiar y es el lugar donde invitamos a nuestros amigos, y es de norma que los invitados respetan el hogar y los valores y creencias de los dueños de casa y como contraparte ellos respetan los valores de los invitados y así se logra una mejor y sana convivencia.

Lamentablemente el Islamismo en su versión fanatizada, es la única religión que usa el terrorismo para combatir y en su caso exterminar a quienes no comparten su fe. Y la experiencia enseña que no deberíamos invitar ni permitir la entrada a nuestra casa a quienes por no compartir su fe nos consideran sus enemigos y para combatirnos llevan el puñal y la bomba bajo el poncho.

ovidioroca.wordpress.com


No hay comentarios: