MARIO VARGAS LLOSA. Entrevista en El Deber Enero
2014
Soy agnóstico y no practico ninguna religión. Pero creo que la religión es uno de los ingredientes fundamentales de la convivencia humana y del orden humano. Creo que la mayor parte de la gente no puede vivir sin la idea de un más allá, no puede aceptar la idea de que la vida se extingue en esta vida. Eso produce en la gente desasosiego, angustia, inseguridad, locura, entonces la religión es la defensa que tiene el ser humano contra eso y creo que la gran mayoría de seres humanos necesita la religión porque la idea de justicia y de legalidad si no viene acompañada de esa fuerza espiritual pierde arraigo. La pura cultura no les basta. Nos basta a una minoría, la gran mayoría necesita una religión y eso no solo hay que aceptarlo sino fomentarlo.
Soy agnóstico y no practico ninguna religión. Pero creo que la religión es uno de los ingredientes fundamentales de la convivencia humana y del orden humano. Creo que la mayor parte de la gente no puede vivir sin la idea de un más allá, no puede aceptar la idea de que la vida se extingue en esta vida. Eso produce en la gente desasosiego, angustia, inseguridad, locura, entonces la religión es la defensa que tiene el ser humano contra eso y creo que la gran mayoría de seres humanos necesita la religión porque la idea de justicia y de legalidad si no viene acompañada de esa fuerza espiritual pierde arraigo. La pura cultura no les basta. Nos basta a una minoría, la gran mayoría necesita una religión y eso no solo hay que aceptarlo sino fomentarlo.
ESTE ES EL DIOS O NATURALEZA DE BARUCH SPINOZA:
Dios hubiera dicho:
" Deja ya de estar rezando y dándote golpes en
el pecho!. Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu
vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y
fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los
ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor
por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca
te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu
sexualidad fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que
puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a
mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo escrituras sagradas. Si no
puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos,
en los ojos de tu hijito...
¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí. Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te
juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.
Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de
sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo
puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte
por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un
lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la
eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de
cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte,
que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no
quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida,
que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un
escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el
paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni
castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un
registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un
cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida,
pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta
fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la
oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a
preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te
divertiste?... ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar,
imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que
me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando
acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti,
de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado,
sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir
como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás
aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.
¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame
dentro... ahí estoy, latiendo en ti.
BARUCH SPINOZA
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