ALMANAQUE GUÍA DEL DEPARTAMENTO DE SANTA CRUZ, LUIS
LAVADENZ 1903.
Ovidio Roca
Revisando el “Almanaque Guía del Departamento de
Santa Cruz” redactado y editado por Luis Lavadenz y publicado el año 1903,
podemos aproximarnos a la vida cotidiana del pueblo cruceño en los albores del
Siglo XX, y esto lo podemos hacer repasando los varios anuncios de las casas
comerciales y de transporte, los avisos de los profesionales, los de las
organizaciones sociales y culturales y datos varios referidos a la producción
agropecuaria y artesanal.
En esa época Santa Cruz se autoabastecía totalmente de
productos agrícolas y ganaderos, se producía azúcar, alcohol, arroz, maíz,
yuca, plátano, chocolate, tabaco, goma elástica, ganadería y otros; limitando
su producción al tamaño de su propio mercado, pues por la ausencia de vías y los
altos costos transporte no se tenía posibilidades de acceder a otros, ya sea del
país o del exterior. Esta situación es la que impulsa un año después a la
Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos a presentar el Memorando de 1904,
sobre la urgencia de la vinculación
ferroviaria.
Encontramos varios anuncios de lanchas a vapor que
van hacia el Beni, carretas hacia Puerto Suarez y luego anuncios de los itinerarios
y costo de fletes de carga a diversos destinos en Mojos y también hacia Buenos
Aires.
Las lanchas parten de Cuatro Ojos, sobre el rio piraí,
hacia el Beni donde está en su auge el negocio de la goma. Cuatro Ojos es un
astillero y embarcadero de José Sciaroni, que se encontraba más allá de
Portachuelo camino hacia Santa Rosa del Sara, pasando por Palometas, Asubi
Grande y finalmente al rio piraí, que luego desemboca en el rio Grande o Guapai
(rio de los guapá) y luego al Mamoré y el Amazonas.
Son estas empresas de transporte: Zeller
Rosler-Villinger & Cia; R. Barriga
& Cia; Voss & Stofen; todas ellas tienen lanchas de vapor que navegan
tanto hacia el Beni (Trinidad, Santa Ana, Guayaramerin), como desde Puerto Suarez
hacia Asunción y Buenos Aires.
Estamos en plena época de la goma y luego de sufrir los
efectos de la construcción del ferrocarril Antofagasta Uyuni en 1880, que
elimino el acceso al mercado de las minas a la pequeña producción que
penosamente desde Santa Cruz se enviaba allí a lomo de mulas. Desde esa época
Santa Cruz se desvincula económicamente del altiplano minero y esto se confirma
en el Almanaque Guía, pues en ninguna parte del mismo se menciona empresas de
transporte hacia el altiplano.
Las representaciones diplomáticas y su localización,
también reflejan el flujo del comercio y la economía. Están localizados en
Santa Cruz Consulados de: España, Méjico, Francia y Perú. En San José de
Chiquitos el Viceconsulado del Brasil y en Portachuelo el Viceconsulado de
Argentina.
La población de Santa Cruz a inicios de 1900 era de
166.000 habitantes y está distribuida uniformemente en sus distintas
provincias: Santa Cruz y Cercado, 38.000 habitantes; Valle Grande 38.000; Cordillera,
28.000; Velasco 28.000; Sara 25.000; Chiquitos 9.000.
Existía una activa vida cultural, en 1922 se funda
el Club Social y la primer Acta, de 27 de Abril de 1902, registra la
composición de su Directorio: Pontieno Rojas, Presidente; Horacio Ríos, Pablo
E. Roca, Neftalí Sandoval Vocales, y Luis Lavadenz Tesorero. Los socios
fundadores son cincuenta entre ellos: Crisanto Roca, Rodolfo Barriga, Mariano
Arauz, José Cronembold, Antonio Pittari, Peregrin Ortiz, Carlos Landívar.
Se afirma con razón que la historia la escriben los
vencedores y son especialmente creativos en su fabricación, aquellos que buscan
legitimar e imponer su poder, su dominio sobre el resto de la sociedad y esto
lo vemos con los escribidores y fariseos del actual gobierno, que están fabricando
una nueva historia a su gusto y sabor.
Por eso es importante recatar la historia del pueblo
cruceño, que en el centro del continente, lejos de todas partes y lejos del
poder gubernamental, se desarrolló adecuándose a su medio y las circunstancias de
los mercados, empeñados siempre en producir y exportar, enfrentando las limitaciones
de las distancias y el costo de transporte y últimamente acosados por políticas
obstruccionistas, vía cupos y permisos de exportación, así como invasiones de
tierras que buscan destruir el patrimonio de los cruceños.
De ahí la importancia de recatar la verdadera
historia, aquella que perdura en el tiempo y es la que hace el pueblo en su
acción cotidiana de producir, comerciar, crear ciudadanía, instituciones,
cultura y esta no es una historia escrita como la acción heroica de héroes y
caudillos, sino como el accionar cotidiano de la gente y con los rumbos de su
economía.
ovidioroca.wordpress.com
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