EN
LA BUSQUEDA DEL TESORO; DEL CAPITAL NATURAL
Ovidio Roca
Encontrar el tesoro, extraerlo y comercializarlo es el oficio de los
buscadores de fortuna. No son creadores, constructores; son los extractores y recolectores
de los tesoros de la naturaleza; pues no buscan inventar, producir, fabricar, sino
extraer del suelo la plata, el oro, el estaño, el gas; recursos todos no
renovables, en una practica centenaria que marca la historia económica de
nuestro país y la cultura de nuestro pueblo.
Este comportamiento forma parte del accionar tradicional
de todos los países periféricos: producir y exportar exclusivamente materias
primas (minerales, hidrocarburos) y alimentos, sujetos a las constantes
variaciones de los precios y de los términos de intercambio y viviendo bajo la
dependencia de la tecnología ajena. Tecnología y patentes de invenciones, que
en los países desarrollados generan mucho más ganancias que las materias primas.
La actividad extractiva de los recursos naturales es
parte del natural ciclo económico de los pueblos y se convierte en un problema por
la dependencia de los mismos, así se lo ha señalado con la expresión “la
maldición de los recursos naturales”. Vivir de la riqueza natural es fácil y no
promueve la cultura del trabajo y además, por la revaluación del tipo de cambio
que se genera en la época de altos precios, se resta competitividad y se
desincentiva a los demás sectores de la economía.
Los impactos de esta maldición varían según el
contexto sociopolítico; en un país poco diversificado como el nuestro, con una casi
total dependencia de las exportaciones de recursos naturales, un ambiente de
corrupción y debilidad institucional, la maldición se magnifica.
Otro aspecto a destacar es que mientras en la
economía mundial, los países desarrollados generan el proceso técnico y de
innovación, que se difunde rápidamente a través de la industrialización; en
los países periféricos, este progreso técnico solo se orienta hacia las
actividades de exportación.
En este nuevo milenio, cuando prevalece una economía basada en el conocimiento, nuestra
obligación es cambiar de paradigma y aprender a crear y producir tecnologías
innovadoras y amigables con el entorno, de lo contrario no lograremos
subsistir.
Una coyuntura que limita el cambio, son los
excepcionales precios de las materias primas en estos últimos años, que induce a que utilicemos y exportemos al
máximo las materias primas, minerales e hidrocarburos, sin pensar que luego
cuando se acaben o sean sustituidos, no tendremos los recursos financieros ni la
capacidad tecnológica para solventar nuestras necesidades mas apremiantes.
Y esto tiene que ver con una visión equivocada del progreso,
que a estas alturas requiere de una revisión del modelo de desarrollo; hacia
uno mas global, con nuevas tecnologías, menos consumista y apuntando hacia la
sostenibilidad económica, social y ambiental.
Para ello es preciso cambiar el enfoque de la
educación; necesitamos filósofos y científicos, primero para saber como
convivir en sociedad y luego, como producir los bienes que requerimos para sustentarnos
sin destruir la biosfera.
Actualmente nuestra formación escolar y académica
está distante de la ciencia y la tecnología y por tanto de la innovación y la
invención. Los resultados de los exámenes de admisión en nuestras universidades
muestran sistemáticamente que los postulantes no saben las operaciones
aritméticas, no entienden lo que leen y finalmente optan mayoritariamente por
ser abogados esperando llegar a políticos
o fiscales.
Necesitamos por tanto establecer una educación para
el desarrollo humano, en procura de una mejor sociedad, con respeto al prójimo
y al entorno global y una educación científica y tecnológica que nos permita
generar actividades productivas que no destruyan el ecosistema.
Políticas educativas y comerciales que promuevan el
surgimiento de inventores e innovadores. Instituciones económicas y sociales
que generen incentivos monetarios y morales apropiados para promoverlos; fuertes
incentivos para las nuevas tecnologías y sus patentes y resguardo ante el eventual
ataque de aquellas industrias que se ven amenazadas por el progreso y cambio
tecnológico.
ovidioroca.wordpress.com
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