Esto lo decía textualmente Fidel, en un lapsus de sinceridad senil. Pero parece que la intelligentsia progre que maneja a Evo y al Estado Plurinacional no lo sabe o mas bien lo sabe y solo usa el discurso socialista para acercarse a la izquierda caviar internacional; pero sobre todo a Chávez, que es el que pone la plata para los bonos de lealdad y los cheques que reparte Evo a sus seguidores, y que luego del derrumbe seguramente nos serán cobrados con creces.
La crisis en Cuba es tan grave que el PCC se plantea medidas de retorno al capitalismo, pero bajo el control del partido comunista (a lo Chino). Es así que el Buró Político convocó al VI Congreso del PCC para Abril del 2011, con el fin de tomar ‘‘decisiones fundamentales para la actualización del modelo económico y social” del país. Raúl Castro enfatizó luego: A Cuba “no le queda más alternativa” que las reformas.
En el documento para discusión se lee:
“Cuba garantizará el estricto cumplimiento de los contratos”, una referencia a la decisión gubernamental del 2009 de congelar los activos extranjeros en los bancos cubanos y detener el pago de algunas deudas externas.
“El turismo también se incrementará mediante las inversiones extranjeras en centros de golf y marinas, y en las urbanizaciones que los rodean”, con esto quieren atraer los gusanos y cerdos capitalistas.
“Cuba debe expandir nuevas formas de gestión no estatal, como el empleo por cuenta propia, las cooperativas, el arriendo de tierras públicas a cultivadores privados, y los alquileres de tiendas propiedad del Estado, como las dulcerías, a sus empleados.”
“Las nuevas empresas privadas deben tener acceso a tiendas mayoristas operadas por el Estado, donde puedan comprar artículos a precios moderados, y adquirir créditos para que puedan desarrollar sus negocios”.
Cincuenta años de totalitarismo, muerte y miseria para reconocer que el “modelo cubano no funciona ni siquiera para Cuba”.
Pese a esta experiencia y esta declaración tardía, en Bolivia seguimos la senda de las estatizaciones, de desconocer los contratos, de desalentar a los empresarios y emprendedores y declarar la guerra al capitalismo. Se pretende borrar por Decreto, la ley de oferta y demanda, pese a que en el fondo lo que se esta implementando es un nefasto Capitalismo de Estado y la creación de una burocracia de partido y una burguesía cocalera.
Nuestros teóricos comunitaristas tampoco entienden la enraizada mentalidad mercantilista de las naciones quechuas y aymaras, imbuida de una cultura de capitalismo salvaje que les impedirá aplicar sus brillantes recetas económicas y sociales.
La economía boliviana es especial; casi totalmente informal, desde el pequeño productor campesino del altiplano que vive estoicamente como hace quinientos años y subsiste con sus cultivos tradicionales, hasta esos capitalistas salvajes (campesinos aymaras y quechuas); millones de contrabandistas, que como “sepes” se mueven por toda la geografía nacional e internacional, llevando su carga de un lado a otro y guiados por su instinto y olfato mercantil mueven sus mercancías de donde esta mas barato a donde esta mas caro. Y el sustento financiero más grave y relevante, el narcotráfico, este gran negocio que aporta a la liquidez nacional millones de dólares que ingresan al país convertidos en mercancías: desde ropa usada, vehículos, computadores, celulares o televisores de plasma, hasta perfumería que luego se va a Brasil ola Argentina. Tambiéningresan millones de dólares, verdes como la coca, que inundan el mercado de divisas. El Banco central no puede vender los dólares de las exportaciones legales pues nadie los compra pues es más fácil y menos comprometedor comprarlos por bolsadas o por q´epis, en cualquier esquina.
El sentido común nos señala que la única forma de reconducir al país es siguiendo la senda de los países y sociedades exitosas: creando institucionalidad, respetando las normas, teniendo previsibilidad de su aplicación y promoviendo la formación ética y educación tecnológica de la población y por supuesto, trabajando.
La mayoría aspiramos a vivir en una sociedad próspera, equitativa y democrática; una sociedad de propietarios y emprendedores; de ciudadanos educados y sanos; una sociedad plural, solidaria e inclusiva, con instituciones sólidas y democráticas, que permitan el ejercicio de los derechos ciudadanos.
Un Estado autonómico en el cual cada Departamento diseñe y norme y administre su futuro en base a sus propios valores culturales y en el marco de los principios universales de la democracia y los derechos humanos.
Un Estado de instituciones fuertes y sólidas: empresas, prensa, universidades, iglesias y sociedad civil organizada.
Un país donde vivamos en armonía con la naturaleza respetando el medio ambiente y la biodiversidad de la que somos parte.
Un Estado donde todos somos iguales ante la ley y en el cual cada uno de sus habitantes ejerce su ciudadanía con libertad y plena consciencia de sus derechos y obligaciones, y donde todos los organismos del Estado y las instituciones están al servicio del ciudadano.
Un Estado que tiene en la familia su núcleo básico y el lugar donde se inculcan los valores de amor y respeto al prójimo y al medio ambiente.
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